Qué bonitas palabras Tomoe, me identifico tanto con lo que cuentas... Esos minutos de espera hasta que encuentran al pequeñín son interminables, tienes toda la razón, se pone un gran peso sobre los hombros. Y lo del amor incondicional y el instinto casi animal por protegerlo... eso tambiéne estoy empezando a sentirlo y me sorprendo de la fuerza que tienen ya esos sentimientos.
Muchos besitos a los dos y a seguirse cuidando!!!