Chicas soy una mujer obsesiva, me gusta tener todo bajo control y desde que decidí ir a por el bebé siento que mi vida se desmorona y que todo se me escapa de las manos.
En Septiembre de este año empecé a buscar y creía que lo había conseguido, cuando el 5 de Octubre me vino la regla pensé que no lo iba a conseguir nunca, encargué unos test de ovulación y empecé a pensar en in vitros, fecundación asisitida, progesteronas varias y estimulaciones ovaricas.
Por suerte mi próxima regla no apareció y el 1 de Noviembre el test me dió positivo, tendría que ser motivo de alegría pero curiosamente me empezó a coger llantina, miedo y nerviosismo mil, pensando en todo lo que se me venía encima.
A partir de ese día cada vez que siento ganas de hacer pipí me entra el tembleque pensando que voy a encontrar sangre en el papel higiénico, de momento no he visto la sangre por ningún sitio.
Esperé pacientemente -dentro de lo que cabe- la fecha de mi primera eco y el 22 de Noviembre estando de 7 semanas, fuí al médico, ufff, no sabía que entonces empezaría una pesadilla mucho peor: no encontraron latido y el bebé no era de 7 semanas, sino de 5 y media.
Me volvieron a citar para dentro de diez días, a ver si yo estaba descontada o el bebé dejó de crecer, los diez días cumplen pasado mañana.
No os imagináis que 10 días más largos se me están haciendo, me toco los pechos constantemente por ver si aún me duelen, paso las horas recopilando información sobre los abortos por huevo muerto o retenido, pongo velitas al niño Jesús, me animo, me deprimo, me entran ganas de llorar, tengo el estómago en un puño y en definitiva estoy viviendo mi vida al 50%.
Si el jueves me dicen que mi bebé no ha ido para adelante, yo no sé si me vale la pena volver a pasar por todo esto, estoy desesperada.
Gracias por leerme