Respuesta: Mamis de julio 2014: recta final
Hola chicas, no he tenido tiempo de leer nada, a ver si esta tarde puedo. Pero de momento os cuento.
El viernes 11 ingresé en La Paz, tras un registro de monitores "patológico". Durante un par de días me estuvieron vigilando y al mismo tiempo decidieron provocarme el parto, porque ya eran 40 semanas y el bebe venía grande y por el registro de monitores un poco preocupante.
Me dieron una medicación para borrar el cuello el sábado, y el domingo, según me levanté, paritorio, a dilatar desde cero con oxitocina. Cuando llevaba 2 cm el dolor me resultaba insoportable (he descubierto que tengo un umbral muy bajo). Me pusieron la epidural, y a partir de ahí todo fue rápido.
El parto fue complicado, hubo que usar espátulas, pero afortundamente no sentía dolor pero si las contracciones, así que pude empujar bien y todo fue rápido o eso me pareció.
Óscar nacio a las 4 y media, 3.740kg, 51cm. Y a partir de ahí se complicaron un poco las cosas. Como yo estaba hipotensa y con hemorragia, no me hicieron el piel con piel, lo único que era importante para mí. Mientras paraban la hemorragia y me recosían (me cosió la enfermera, la médico no le gusto, así que me descosió y volvió a coser) metieron a mi niño en una cunita con calor.
No le hicieron el piel con piel con el padre, yo apenas podía hablar y el, tan nervioso, no lo pidió (chicas, hay que llevarles bien instruidos). Para colmo bajó otra enfermera y vi como se sentaba a darle un biberón a mi niño porque tenía una glucemia baja. Y yo preguntándome que hacía esa señora dando de comer a mi niño antes de que mi pareja y yo pudiéramos tocarle. Como la odié... Y que horrible verlo todo y no poder hacer nada, ni hablar siquiera.
Me dio muchisima pena que ninguno de los tres disfrutara como debiera el momento del parto. A 10 metros de la cuna del bebe, mientras me cosían y sondaban veía la cara de mi hijo, super despierto, moviendo la boca en busca de pecho.
Tras dos horas ya lo metieron en mi cama y despues a planta. No quiero alargarme mucho, pero la experiencia en La paz fue malísima. Nadie nos ayudó con la lactancia materna ni con nada, tienen plantas cerradas y las pacientes estamos hacinadas, con poco personal que, en mi caso al menos, siempre estaba de mal humor. Daba igual que tocaras el timbre o que pidieras ayuda porque no venía nadie... en fin.
Para colmo, tuve que reingresar unos días más tarde por una infección hospitalaria en el útero, y la historia se repitió.
tuve dos compañeras de habitación en parto y reingreso (unas cuantas más en preparto) y ambas salieron como yo: llorando, sintiéndose inútiles para alimentar y cuidar al bebé, con millones de dudas que deberías habernos resuelto allí, con las costillas doloridas porque a todas nos hicieron la maniobra Cristeller a pesar de estar desaconsejádisima... todas con pezoneras porque aparentemente, las mujeres de hoy en día no podemos dar de mamar...
Una lástima que un hospital que funcionaba también se lo hayan cargado con los recortes y no se que más, quizá una falta de profesionalidad de quien trabaja allí, salvo algunas excepciones, claro. Por nada del mundo volveré a pisar ese hospital.
Siento que me robaron un momento precioso. Afortunadamente Óscar está perfectamente, es un niño precioso y sano y poco a poco vamos remontando. La lactancia materna está costando muchísimo, pero ahí estamos, luchando.
Un abrazo a todas.
|
Modo Hilado
