1 año sin ti
Hoy hace un año de aquella noche del 9 de mayo del 2013 donde nos dieron la peor noticia que nos podían dar. "Tu hija no tiene latido". Y ahora qué? Tocaba pasar por un parto. Fue todo lo rápido posible y, aunque yo pedía la cesárea, me la negaron rotundamente. Es peor tener una cicatriz que te recuerde que algún día tuviste que pasar por ese doloroso momento y no te llevaste a tu bebé a casa. Yo aun tengo dudas si pasar por el parto me hizo más fuerte o me perjudicó más y me hizo coger más miedo a ese momento que, se supone, tiene que ser mágico.
Hace un año se rompió mi corazón en mil pedazos, uno por cada sueño que tuve contigo, cada ilusión, cada momento esperando tu llegada. Mil pedazos que poco a poco tu hermano ha ido juntando y reconstruyendo, pero sabes lo mejor de los corazones rotos? Que ya no se pueden volver a romper jamás.
Hoy es un día triste y mañana lo será más, pero esta vez no, no quiero estar mal. Si soy lo que soy ahora es porque tú me lo enseñaste, cada segundo de nuestras vidas que viví contigo, esas 39 semanas de felicidad que me diste (35 desde que vimos el positivo), han hecho que hoy sea más fuerte, una mejor mamá para tu hermano.
Lucca no va a ser mi primer hijo, me niego a decirlo. Tú eres mi primera hija y, aunque en el cielo, siempre lo serás. Esta noche encenderé una vela por ti en la que debería haber sido tu habitación y que poco a poco se ha ido convirtiendo en la de Lucca. Mañana iremos a visitarte, te llevaré las mismas flores que todos los meses y te hablaré de tu hermano, de tus tías, de tu familia... Nosotros no nos olvidamos de ti y espero que tu tampoco nos olvides, porque pese a que tu corazón no latía cuando te vi fuera de mí, me pareciste la niña más hermosa del mundo y, esa imagen, la tengo grabada en mi mente pero, sobretodo, en mi corazón.
Mañana hará un año que estamos separadas, pero quiero que sepas que nuestros corazones estarán ligados al tuyo de por vida, porque cuando tu corazón dejó de latir, parte del nuestro también lo hizo.
Te queremos,
Papá, Mamá y Lucca.