Conceptos generales
La dieta en el embarazo no requiere grandes modificaciones. Sólo es fundamental comer sano y variado. En esta etapa el organismo prioriza la alimentación del bebé. Si no comemos lo suficiente, comenzarán a utilizarse los depósitos de nutrientes para alimentarlo y podemos sufrir graves carencias.
Las deficiencias
Las deficiencias más comunes son las de calcio y hierro, por lo que tu médico seguramente te indicará un suplemento para prevenirlas desde el primer o segundo trimestre.
Durante el primer trimestre e incluso en el momento de planear el embarazo, debes tomar suplementos de ácido fólico, un nutriente esencial para prevenir las malformaciones del tubo neural.
Consejos alimentarios
La embarazada debe tener una alimentación balanceada, incorporando todos los grupos alimenticios en las cantidades adecuadas. No es verdad que debes comer por dos, sólo son necesarias unas 300 a 500 calorías extras para alimentar al bebé.
La incorporación de líquidos
Realiza al menos seis comidas diarias y toma al menos dos litros de líquido al día. Puede ser a través de zumos naturales, caldos, infusiones o agua. Las bebidas con cafeína debes restringirlas lo máximo posible. Estos dos consejos te ayudarán a mantener el hambre bajo control y a saciarte más rápido. Si estás acostumbrada a tomar café agrégale un poco de leche para evitar la ingesta de cafeína.
La incorporación de las colaciones
Si tienes hambre entre comidas, elige alimentos naturales como frutas o lácteos (un yogurt, un vaso de leche, etc.) Siempre es recomendable restringir el consumo de azúcares, grasas y frituras. Si tienes muchas ganas de comer estas cosas, puedes darte unos, tres o cuatro gustos a la semana pero evita que formen parte de tu alimentación diaria. Olvídate de los desayunos americanos ricos en grasa saturadas y ten en cuenta que las colaciones se ingieren entre el desayuno y el almuerzo y otra entre la merienda y la cena con un espacio de tiempo de no más de tres horas y no menos de una hora y media entre una comida y otra.
Alimentación para tener en cuenta
Recuerda que debes comer sano y controlar el peso para evitar problemas como la diabetes gestacional, preclampsia, etc.
Incorpora una ración de proteína al día (huevos, carnes magras, lentejas, etc.) y compleméntala con alimentos energéticos como cereales y sus derivados. Esto aportará grandes cantidades de hierro y otros nutrientes esenciales Acompaña tus comidas con una buena ración de verduras de distintos colores (cada color aporta distintos nutrientes) hervidas o al vapor. Si las comes crudas, debes lavarlas muy bien.
Come unas dos o tres raciones de fruta al día, aportarán líquido, fibra y vitaminas. Si no quieres comerlas solas, puede agregarlas en yogurt o gelatina. También puedes beber zumos, aunque siempre es mejor comer la fruta completa, por el mayor aporte de fibra.
Los lácteos también son esenciales por sus altos aportes de hierro y calcio. Elige los descremados, que tienen menor porcentaje de grasas. Toma leche o yogurt en desayuno y merienda e incorpora quesos magros en almuerzo y cena.
Recuerda que durante el embarazo no debes privarte ni hacer una dieta hipocalórica. Debes alimentarte lo mejor posible para que tu bebé crezca sano y fuerte.