Hola chicas,
Estamos en casa desde el sábado por la tarde.
Veo que de momento no hay noticias de ningún otro nacimiento.
Como os dije esto se presenta en cualquier momento. Aprovechando la siesta de las peques, ss cuento un poquito más de mi experiencia en el parto y que a mí me encantaba leer las experiencias de otras chicas mientras esperaba el mío.
A 13, 30 del jueves estaba bañándome tranquilamente en la piscina con la peque (que ahora es ‘la mayor’) sin ningún síntoma en absoluto. Volvimos a casa a comer y según estaba llevando el plato a la mesa note la misma sensación que si te empiezas a hacer pis encima. Como ya me lo sabía de la otra vez, supe que había roto aguas. Baje a buscar a mi marido, que se pensó que lo decía de broma para que subiera a comer y no se lo creía mucho hasta que me vio la cara de susto y supe que iba enserio. Como es un pachorra, me dijo, ¿pero no quieres que comamos algo tranquilamente antes de ir al hospital? porque como no tienes contracciones todavía….. le dije que se hiciera un bocata si el tenía hambre y que nos íbamos ya, que no tenía el cuerpo para sentarme a comer..
Al llegar me enchufaron a monitores en urgencias y justo comenzó a tener contracciones cada 10 minutos pero aun poco dolorosas, como algo más que un dolor de regla. Me ofrecieron, o bien llevarme directamente a sala de dilatación y parto (en este hospital desde que te ponen la epidural estas en la misma sala donde luego es el parto) y enchufarme oxitocina para ‘ayudar’ o ir a una habitación normal y esperar a que a que aquello cogiera ritmo solo. Preferí ir a una habitación y dejar que el cuerpo siguiera su proceso porque ya tenía la intuición de que iba a ser rápido. Nos dieron habitación a las 4 y a partir de ahí las contracciones se fueron acelerando y sobre todo doliendo cada vez más. Estábamos solos y sin monitores ni nada así que podía caminar o coger la postura que quisiera. A mi particularmente lo que más me aliviaba era estar sentada sobre la cama tipo ‘indio’ porque sobre todo sentía las contracciones muy abajo hacia los riñones y el culete. A las 5,15 ya tuve unas cuantas de las que duelen de verdad que no puedes ni hablar, y cuentas los segundos hasta que se pase y avise a la matrona para ver si me podían ya poner la epidural porque para que sufrir más… Como ya estaba de 3 cm me dijo que si y ya me llevaron a la sala de dilatación. El rato de 5,30 a 6. 00 mientras llamaron al anestesista y lo prepararon todo para el pinchazo fue el peor porque ya tenía contracciones muy dolorosas cada 5 minutos. A las 6,00 me pusieron la epidural y a las 6,15 ya no me dolían, que alivio!. Yo pensé que a partir de ese momento aun tardaría un par de horitas en dilatar y me relaje, ya que la otra vez estuve unas 6 horas desde que me pusieron la epi hasta el nacimiento, pero a las 18,30 me explora la matrona y me dice que ya estoy de 8 cm y que en media hora tengo ya a la niña fuera. Uff que nervios me entraron en ese momento de pensar que era inminente!!. A las 19 prepararon todo para empezar con los pujos y llamaron a la ginecóloga y me pusieron a empujar. Como hacia relativamente poco que estaba con la epidural no me había hecho efecto 100% (me dijo la anestesista que para eliminar completamente el dolor del periné en el expulsivo hacen falta unas 2 horas de epidural), así que me dolió, no de una manera insoportable, pero si sentía toda la presión y como se daba todo de sí, y en algún momento pensé ‘esto se va a rajar por algún lado’. Fue una sensación nueva porque en el parto anterior realmente no llegue a sentir nada y lo cierto es que aunque algo dolió un poco también te motiva mucho más para empujar porque instintivamente quieres que salga lo antes posible, así que fue mucho más rápido y mucho menos cansado que la otra vez y a las 19,13 minutos tenía ya a Olivia encima.
Me la dieron directamente y ya no nos separaron para nada hasta 2,5 horas después cuando vinieron a pesarla ya en la habitación. Es un momento increíble cuando te la ponen encima porque están con los ojos abiertos y bastante espabilados la primera hora (con mi otra hija fue igual). A la media hora ya empezó a buscar la teta y se enganchó.
Mientras tanto intentaban sacarme la placenta que fue el único ‘problemilla’ porque se me había quedado pegada al útero y no había manera de que saliera. Me estuvieron apretujando un buen rato, me pusieron oxitocina para ayudar y nada, y al final tuvo que meter la mano para desengancharla con lo cual me pusieron un chute de antibiótico para evitar que con tanta manipulación hubiera una infección. También me pusieron un par de puntos, porque aunque no cortaron tuve un pequeño desgarro porque la niña traía la mano pegada a la cara y no cabía bien.
Nos llevaron a la habitación sobre las 21, 30 y estaban mis padres esperando, vieron un momentito a la niñas y se fueron y nos dejaron solos. Y la verdad es que muy bien. Mucho mejor que con la primera, que lloraba un motón porque no se saciaba con la poca leche que salía y yo estaba mucho más perdida. Olivia es una santa que nada más que come y duerme y de momento casi ni la hemos oído llorar.
Al día siguiente volvieron mis padres con Ana-Lúa mi hija mayor, que conoció al bebe y fue otro momento súper emocionante. Se ve que a la pobre le resultaba raro ir a un hospital y vera su mama en la cama con un bebe en brazos. Nada más que quería también tumbarse a mi lado. Pero la miraba y la tocaba muy despacito y decía ‘mia, tiene deditos, tiene manos, tiene pies’… y así iba contando todo lo que tenía. Desde entonces ha estado más nerviosa y excitada de lo normal pero muy cariñosa con él bebe.
A parte vino mi suegra y mi hermana y ya no admitimos más visitas y por las tardes nos quedábamos solos. Como ya he comentado en alguna ocasión para mí los primeros días después del nacimiento son un momento precioso e íntimo y aunque me costó un disgusto con la familia la primera vez por no dejar que vinieran al hospital no me arrepiento porque me daba libertad para dar el pecho tranquilamente, disfrutar del bebe y echarme alguna cabezadita cuando podía. Porque lo que es dormir, dormir yo no podía… Olivia se portaba muy bien así que por eso no había problema ,pero el parto me dio mucho subidón de adrenalina y de hormonas y a mí me resulta imposible parir a las 19 y esa misma noche dormir como si tal cosa, así que aunque muy cansada las 2 primeras noches no podía pegar ojo por el ‘subidón’. Me paso igual con mi primera hija y también después de mi boda, que aunque agotada estuve casi 3 noches sin dormir.
Antes de darme el alta el sábado me hicieron una eco para comprobar que no había quedado nada de placenta dentro por los problemas que había tenido en expulsarla. Fue súper raro ir a una eco después de tantos meses buscando en la pantalla al bebe y verlo todo vacío….fue una sensación rara y como el punto final definitivo al embarazo con un poco de nostalgia.
Justo a las 48 horas del nacimiento y después de recoger las muestras para la prueba del talón nos mandaron a casa. Tengo que decir que estoy muy contenta con el trato y la atencion de todo el personal del hospital que fue mucho mas amable que la otra vez en la que me parecieron muy bordes y tuvieron un par de cosas que no me gustaron pero esta vez han respetado lo que queriamos al 100%.
Ahora Olivia sigue nada más que comiendo y durmiendo con lo que puedo pasar tiempo con la otra para que no note excesivo cambio. La lactancia también se me está dando mejor que la otra vez y de momento no he tenido que darle suplemento, aunque chicas, dueleee.. ya tengo los pezones con costras y estoy con el Puleran dale que te pego pero cada vez que se engancha veo las estrellas, pero bueno también sé que en un par de semanas se 'curten' y se va pasando. Compensa ver la carita de tu bebe cuando come...
Bueno chicas, a ver quien es la siguiente!. Seguiré entrando para leer vuestros partos. Muchisima suerte a todas
Madwonan, un saludito especial para ti y gracias por pasarte. Espero que pronto nos des una alegría también con un nuevo embarazo.