(CONTINUACIÓN)
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Thais… eh!! Thais?? Oye?? Pero… te pasa algo?? Te estoy hablando y estás en Babia!
Reaccioné. Shamu no podía saber nada de mis sentimientos. Jamás. Ni de mis sentimientos ni de mis celos por Cometa.
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Dime…! – dije fingiendo una sonrisa…otra mueca, más bien.
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Que te estoy preguntando si tienes hambre, que ya deberíamos pensar en comer algo e irnos para el aeropuerto.
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…al aeropuerto?
Buffff….. que mal me sentó eso….ya se quería ir? Ahora le venían las prisas por largarse?
Sentía un nudo en mi garganta y me dolía el alma por la tristeza.
Una llamada. Una sola llamada había bastado para que Shamu olvidara lo que sentía por mí.
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Por aquí hay sitios para comer… pero no son muy baratos. Podemos ir a un restaurante si te apetece, pero no conozco ninguno por aquí. – respondí lánguida. Hacía verdaderos esfuerzos por que mi voz sonara entera.
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Y no habrá ningún kebab guarro o burguer?
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Creo que hay un McDonalds por ahí abajo, a unos 5 minutos
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Te apetece? – preguntó
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Si quieres…. vamos.
No tenía hambre, así que me daba igual un sitio u otro. No me gusta nada McDonald’s pero no me apetecía ofrecer alternativas. Quería que se fuera cuanto antes e irme a mi casa a tirarme en la cama.
Entramos al burguer. Shamu pidió una hamburguesa y yo una ensalada de pollo. No tenía hambre, pero me obligué a comer por miedo a que Shamu preguntara.
Escogí una mesa al lado de la ventana. El burguer está justo en la plaza y había mucha gente paseando. Eso me daría tema de conversación y no tendría que pensar en exceso. Hice bien. Así fue. Con la cantidad de gente tan dispar que atraviesa cada día esa zona pudimos mantener una conversación más o menos civilizada sobre temas que no afectaban a mi salud mental.
Una pareja de novios se paró justo delante de nosotros. Él la abrazó y le dio un beso en los labios. Se quedaron unos instantes parados diciéndose algo. Me pareció leer en los labios que ella le decía “Te quiero”. Se cogieron de la mano y siguieron su camino.
Qué fácil parecía, pensé. Por un instante me quedé pensativa mirando a la nada.
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Thais… - dijo él.
Le miré y contesté.
- Dime.
- Oye, estas bien de verdad? Te noto un poco ausente desde hace rato.
Su tono no era de burla, sino de preocupación.
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Sí, estoy bien. Solo que pensaba.
- En qué? En mi? – esta vez sí que se burló.
Suspiré profundamente y le miré.
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Sí. En tí - respondí.
Shamu abrió los ojos sorprendido por mi declaración y esbozó una sonrisa.
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Espero que algo bueno – dijo
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Bueno....No lo sé
- Me tienes intrigado, jeje Y no se puede saber? – rió él.
Me puse seria. Tenía que hablar con él y decirle de una vez lo que pensaba y sentía.
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Shamu…
- He tomado una decisión – proseguí.
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Uh? Decisión? - preguntó.
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Déjame hablar.
Shamu estaba atento, esperando mis palabras.
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Ayer te dije que no quería seguir con esta relación. Lo sigo pensando. No es una cuestión de tiempo, ni de que no esté preparada. No es el miedo. Es que no quiero tener una relación a distancia. Sé que te enfadadas por eso, que te molesta...
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Pero… Thais... Eso ya lo hablamos....- balbuceó sorprendido.
Yo hablaba seria, segura de mí misma. Autocontrol. Por dentro estaba completamente muerta, era un vegetal y ya todo daba igual. Pero mis palabras y mis frases tenían el aplomo y la firmeza de quien no alberga ninguna duda.
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No. Déjame hablar y no me interrumpas, por favor. No lo hablamos. Discutimos y nos gritamos cuatro cosas. Esto me está costando mucho. Créeme que no es nada fácil y siento si te he dado otra idea sobre mi o sobre mis sentimientos. Te juro que no ha sido mi intención herirte o engañarte. Sabes que me caes muy bien y no quisiera perderte… pero como amigo. No quiero empezar nada con nadie ahora. No pienso que seas inmaduro, ni crio. Siento mis palabras del otro día. No debí decirtelas. Lo dije en un calentón y no las pienso. Estaba cansada y enfadada y lo pagué contigo. Creo que eres maravilloso y te mereces lo mejor. Y eso, ahora, no soy yo. Hay muchas chicas que te harían feliz y tú a ellas. Sin ir más lejos, Cometa. Está a tu lado, en Barcelona, te cae bien, le caes bien…
Tragué saliva. Dolía....
Shamu estaba en silencio con el semblante claramente consternado.
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De verdad, Shamu. Tú eres genial y el problema no eres tú. Sabes que acabo de pasar por un divorcio y mi vida ahora es demasiado complicada. No puedo meter a nadie en ella y tengo otras prioridades antes que una pareja.
- No está bien que descuides tus estudios por mi – continué –
ni que te pelees con tus padres. Debes recordar que yo estoy en Madrid y no significo nada. Aunque no te guste, formo parte de tu chat. Tu vida siempre debe ser lo primero para ti. Tu vida y tu felicidad.
¿Cómo puedo mantenerme tan fría en estas ocasiones? ¿Como puedo ser tan asquerosamente insensible y gélida? Decididamente no le merecía. Me sentía la peor persona del mundo.
Callé. No quería hablar más, no quería lastimarle más.
Se hizo el silencio entre los dos.
Suspiré. Me sentía muy mal por lo que le estaba diciendo. Mal porque le quería, me estaba consumiendo ese amor y mal porque sabía que en ese momento él debía estar sintiéndose el hombre más desgraciado del mundo.
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Shamu… – dije sin voz
Él miraba a lo lejos. Sus ojos estaban brillantes. Nunca había visto a un hombre llorar y Shamu parecía estar a punto de hacerlo. Esa mirada de tristeza hizo que me sintiera la mierda más grande del mundo por hacerle daño. No podía soportarlo...
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Shamu… eh… - repetí.
Seguía mirando por la ventana, seguramente con la cabeza hecha un batiburrillo de reflexiones y pensamientos. Su cara era seria y visiblemente afligida.
Moví mi mano sobre la mesa y la alargué buscando la suya. Necesitaba consolarle de alguna manera y se la cogí.
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Shamu… oye… – dije yo acariciándole la mano.
Al sentir el contacto de mi mano sobre la suya se giró y me miró
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Dime - respondió sobrio, serio.
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Que… lo siento…. – dije con un nudo en la garganta.
Shamu suspiró, retiró su mano y contestó:
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Te puedo asegurar que yo....más.
"Felicidad es el sueño del amor y tristeza su despertar"