Es de valientes reir cuando el corazón llora

Xanadoo

Hola chicas, cómo vais??? yo sigo muy bien, disfrutando de la enana

Vaya con tus compañeras, de verdad que poquito corazón, y poca empatía... me ha recordado a cuando estaba súper embarazada, con la tercera o cuarta ola de calor, que de vez en cuando alguna "amable persona" me recordaba la poca habilidad que tuve para quedarme preñada en diciembre, que "hay que calcular para no pasar calor con la barriga" a lo que yo pensaba que "claro, había perdido a posta al que venía para febrero y al que venía para julio, para poder pasar calor con mi barriga" en fin...

Hablando de mi súper barriga (mido 1.47 y la barriga me llegó a medir 118 cm) os voy a pegar el relato de cómo me deshice de ella, lo que viene siendo el parto de Claudia

Empezó a las 2 de la madrugada del viernes 14 de septiembre, y terminó 19 horas después, ocurrieron muchas cosas, pero poco a poco van despareciendo los detalles en mi mente… benditas hormonas.

Me desperté con dolores rítmicos, contracciones no muy fuertes pero sí molestas, aguanté media horita más en la cama y empecé a contar la regularidad de las contracciones, que cada vez eran más fuertes, mientras deambulaba por el pasillo o me sentaba en la pelota, cuando me cercioré de que eran cada 5 minutos y constantes, desperté a mi marido y cogimos un par de cosas, porque las maletas estaban ya en el coche, pues la tarde anterior tuve cita con el ginecólogo, y en la eco me estimó un peso para Claudia de 3100 gramos.

Llegamos a las 4 de la mañana, me atendieron tan bien como siempre (las dos falsas alarmas previas) y me exploraron, no estaba de parto franco, sólo tenía 2 cm dilatados y el cuello muy atrás, me hicieron un monitor y la niña estaba divina y sí tenía contracciones, pero no una dinámica de parto regular. Durante la hora larga que estuve con las correas vomité dos veces, echando todo lo ingerido desde el medio día anterior, y una auxiliar me dijo que eso también es síntoma de parto, que ya estaba cerca el momento de conocer a mi hija.

Nos mandaron para casa para esperar a que avanzara el tema, y conducir de vuelta fue horroroso, pues el dolor con cada contracción era cada vez más intenso. Llegamos a las 7 de la mañana, nos acostamos, pero yo no pude dormir, pues las contracciones aumentaban en intensidad, aunque no en frecuencia, me levanté a vomitar un par de veces más, y estaba muy cansada, pues apenas había dormido y el dolor te va consumiendo.

Me duché con agua muy caliente, y noté gran alivio durante un rato, pero a las 10 de la mañana tenía las contracciones más seguidas y cuando fueron cada cuatro minutos decidí volver al hospital, esta vez ya no conducía yo, pues no era capaz y cada pequeño bache del camino aumentaba el dolor en mi vientre.

De nuevo en urgencias, otra exploración, y sólo 3 cm, en el monitor sí que se vio más dinámica, pero aún no se consideraba que estuviera de “parto franco” para dejarme ingresada por protocolo (en estos casos te mandan de paseo un rato), pero como estaba vomitando todo lo que bebía y empezaba a deshidratarme, sí que me ingresaron para cogerme una vía y meter suero, así llegamos a la sala de dilatación y parto número 4, justo en frente del mostrador de enfermería, porque la cosa prometía ser dura.

Al ingresar pedí que me trajeran una pelota y que la monitorización fuera inalámbrica para poder caminar, pues al estar tan poco dilatada, era la única manera de animar el asunto, me consiguieron el último monitor inalámbrico, pero su única pelota estaba pinchada, así que mandé a mi hermano a por la mía a casa, ya que en mi planeado parto natural 100% era una manera excelente de controlar el dolor.

Con el precioso camisón de culo al aire puesto, con mi monitor inalámbrico, mi suero glucosado que me dio la vida y una batita que me traje de casa me dediqué a pasear por el pasillo arriba y abajo, aguantando las contracciones apoyando las manos en la pared, flexionando las rodillas y meneando la cadera.
Estuve así hasta la una, andaba casi con los ojos cerrados, porque la falta de sueño la noche previa hacía mella, y cuando no pude más, me acosté en la cama, intentando descansar un poquito. Pero al tumbarme el escaso ritmo de mis contracciones descendió, con lo que al poco mi matrona vino a mandarme caminar otra vez, y así lo hice, aunque no podía con mi alma y aún faltaba mucho para que Claudia viniera al mundo.

El dolor se hizo insorportable, ni de pie, ni tumbada, ni sentada en la pelota, y yo no dilataba, eran las cinco y media de la tarde y sólo estaba de 4 cm, hablando con la matrona, decidí ponerme la epidural para poder descansar algo de cara al explusivo y llamaron a anestesia.

El momento de ponerme la epidural fue bastante aparatoso, yo estoy operada de la espalda y tengo una cicatriz que ha cerrado 3 veces sobre sí, con lo que es gordita, además los tejidos están fibrosados y los espacios son más pequeños, el caso es que para meterme el catéter necesité 9 pinchazos en la espalda, más de media hora y aguantar como 6 contracciones sin mover un milímetro la espalda.

Con la analgesia puesta, el nivel de dolor disminuyó un ratito, pero como a los 20 minutos volvieron las contracciones a lo bestia, me pusieron un primer bolo extra y me exploraron, sólo estaba de 5 cm y eso no avanzaba, para evitar la oxitocina me rompieron la bolsa, para hacerlo bien y que no quedara ni cordón ni manitas atrapadas entre su cabeza y mis huesos, te tienen que bajar al bebé, empujando el útero desde arriba y es muy doloroso, pues toda la zona está ya muy sensible. Al romper la bolsa brotó un líquido calentito y me disminuyó bastante el volumen de la tripa. A partir de entonces el dolor de las contracciones pasó a ser más del doble, con cada contracción se estremecía todo el cuerpo.

Las contracciones aumentaban, y en cada una de ellas se perdía la señal del monitor de la niña, supongo que el útero tan duro no permitía que se oyera su corazón, por lo que fue necesario monitorizar internamente, al segundo intento, le quedó colocada una sonda en la cabeza a Claudia y un cable salía de mi vagina hacia el monitor, fue un poco molesto pues tienen que hurgar bastante hasta encontrar la posición, pero teníamos que controlar su corazón.

El dolor iba en aumento y se hizo insoportable, ni epidural ni nada, respirar no servía, porque el dolor te histeriza de tal modo, que todo lo ensayado se olvida, eres tú contra el dolor y el dolor me ganó. A la media hora de este infierno me pusieron el segundo bolo, con ello cumplía la dosis máxima que podían ponerme hasta 3 horas después, y sólo estaba de 5 cm, tuve que elegir entre ponérmela ya o guardarla para luego… me lo puse, eran las siete de la tarde, llevaba 8 horas ingresada, 17 con contracciones, estaba exhausta y necesitaba alivio, ya vería después que haríamos, pero quería drogas!!!!

Esta segunda dosis sí me hizo efecto (por la fibrosis de mi espalda, me explicaron que el líquido de la anestesia podía no repartirse bien por todas las zonas) el dolor casi desapareció, me puse de lado, me agarré al palo del suero, y cuando venía una contracción me concentraba en mi mano agarrando el palo y en respirar, así pasé hora y media, en trance, con la mano roja de tanto apretar y respirando como se debe, no sé cada cuánto venían las contracciones, pero creo que me quedaba dormida de puro agotamiento entre contracción y contracción.

Llegó un momento en el que la dinámica del parto me absorbió, estaba sin estar, mi cuerpo mandaba, yo no pensaba y empecé a empujar a la vez que se me escapaba un grito casi primitivo. Mi matrona al oír los gritos con cierto ritmo, entro en mi sala, que estaba en penumbra y le dije que estaba empujando porque el cuerpo me lo pedía, me exploró y estaba de 10 cm, dilatación completa, y la niña ya casi asomaba, eran las 20:30, en hora y media dilaté 5 cm!!!

Vinieron dos auxiliares, además de mi matrona, y mi cama se transformó en una mesa de parto, me colocaron las piernas, que se me caían de los estribos, pues la anestesia estaba a tope en esa zona, me pusieron dos agarraderas para hacer más fuerza con los brazos también y en cada contracción de mi útero yo empujaba con todo el cuerpo.

Xanadoo

(CONTINUACIÓN)

Con cada empujón en el monitor saltaban las alarmas, yo me concentraba en apretar más y más, sentí el famoso aro de fuego, mi periné estaba al máximo, la cabeza asomaba, la toqué con mi mano y eso me alentó a empujar más, pero la niña no salía y le bajaban las pulsaciones, había un problema. Entre contracciones metieron los dedos, mi hija llevaba una vuelta de cordón y éste era corto y no la podían desenroscar con la mano, cada vez que yo intentaba sacarla, le disminuía el flujo sanguíneo, su vida estaba en peligro. Era una situación de emergencia, no había tiempo, tenía que salir ya, me pidieron un último empujón, pero yo ya estaba tan cansada que no fue suficiente. Me cortaron con una tijera, sin advertir de que en mí la epidural estaba mal distribuida, fue a lo vivo, grité muy fuerte, pues el dolor del corte es muy diferente del dolor de parto y no me lo esperaba, ni quien me atendía tampoco, pues ella pensaba que ni me enteraría. En el siguiente empujón con la abertura algo más grande salió la cabeza de mi hija, y cortaron lo que nos unió desde su concepción. Un empujón muy fuerte más y los hombros salieron (después me explicaron que no hizo el giro y los hombros salieron de frente, en vez de en vertical, por eso me costó un poco más). Tras los hombros sentí como su cuerpito escurría fuera de mí y como me quedaba vacía.

Tras esto mi cuerpo no era mío, no sentía nada físico, sólo una angustia que me consumía, miedo, terror, a mi bebé se lo llevaron y no se le oía llorar, nadie me decía nada, sólo que tranquila, que enseguida venía. Fueron unos 5 minutos, pero me parecieron 5 siglos. Yo estaba llorando por la desesperación, ahí tumbada, impotente de no poder hacer nada. Al fin se oyó un sollozo, seguido de un potente llanto que me llenó de paz y felicidad, ella estaba ahí, berreando fuerte, demostrando su vitalidad.

Lo siguiente fue amor a primera vista, mi niña hermosa con sus grandes ojos me miraba fijamente, era blandita y cálida, tan pequeña y frágil, pero a la vez tan intensa y potente, y lloré, esta vez de felicidad, amor, agradecimiento a la vida, de tranquilidad… un sentimiento tan grande me invadió y yo me dejé arrastrar, ya era madre.

Las siguientes dos horas fueron en contacto piel con piel, ambas desnudas, disfrutando del contacto de nuestros cuerpos, mi pequeña tragona buscaba pecho desesperada, pero al principio no pude ofrecérselo porque me estaban cosiendo y limpiando (cuando salió la placenta sentí un gran alivio), y con las piernas en alto no tenía espacio físico para acercarla, en cambio ella reptaba sobre mí, buscando, mirándome con esos ojos que me tienen enamorada, daba chupadas de búsqueda, en mi hombro, en mi cuello, y yo mientras tanto la acariciaba y besaba sin parar.

Al final la matrona terminó su trabajo de un modo excelente y apenas doloroso (fueron 4 puntos que sólo cogen piel, no músculo) y nos dejaron solos a los tres, la nueva familia, felices, enamorados todos de todos, pues en ese paritorio sólo quedaba amor, se fue el dolor, se fue la angustia, se fue el miedo y sólo estábamos nosotros.

Claudia se prendió al pecho enseguida, succionaba con fuerza, se agarraba al alimento físico y emocional que le proporciona mamar de su madre, y a mí se me llenaba el pecho de satisfacción y orgullo por un trabajo bien hecho, ahí tenía a mi muñeca preciosa, prendida, mamando con ansias.

Pasaron las dos horas de intimidad, y vinieron las pruebas pertinentes, el colirio y la inyección de vitamina K, todo esto prendida al pecho, que es donde se pasan todos los males. Me dieron de cenar en el paritorio, para ver la tolerancia, pues seguí vomitando todo el parto. Recuperé la sensibilidad y las piernas, la epidural desapareció, me quitaron las vías y el catéter y ya estábamos listos para abandonar el paritorio número cuatro y empezar una nueva vida con un nuevo eje central, mi hija Claudia.

Mamacanaria

Que bonito xanadoo, cuanto sufrir,pero se te olvida rápido cuando ves a la peque

Crisel

Y yooooooo!!

( Acabo de enterarme de que no se pueden mandar mensajes más cortos de 10 caracteres..uishhh)

Crisel

Xanadoo Enhorabuena mami!!

Has relatado muy bien tu parto y te juro que me he emocionado leyéndote..
No hay experiencia más grande que la de dar a luz a un hijo.. Que hay dolor? Sí, claro, por supuesto, mucho... pero no deja de ser una experiencia grande y única.
Hoy mi enana cumple 10 meses y a mi me parece que fuera ayer que estaba empujando en el paritorio.
Disfruta mucho de tu princesa Claudia pq el tiempo vuela y crecen demasiado rápido...demasiado.

Ay, qué bonito! Felicidades de nuevo

Martruxa85

Madre mia Xanadoo me has emicionao y to. Que bonito y que ganas de que a mi algun dia me llegue ese momento aunque le temo muchisimo tambien. Un beso y disfruta de la nena.

Martruxa85

Thais una entreguita saldra del horno este finde???

Afrodita1306

Xanadooo....q valiente!! Ayyyy si iba sintiendolo yo de escucharte(claro q ni de lejos sera lo mismo).... Lo importante es q estais las dos bien y ahora a disfrutar los 3!!! Un besooooo

Thais.....vamos a tener regalito???

Thais

Querido diario,

Ains que día! Esta mañana, tras dormir las 11 merecidas horas que me pedía el cuerpo nos hemos ido al huerto. Andamos un poco agobiados pues sólo tenemos 2 de los 6 bancales preparados para el invierno y se nos echa el tiempo encima. Los otros 4 bancales aún siguen con la cosecha de verano puesta pendiente de retirar y el problema está en que si las cosas no las pones en el tiempo que les corresponde no salen bien, o se te quedan pequeñas, o para cuando lleguen las heladas se te mueren por estar demasiado enclenques.

Tenemos 4 bancales pequeños de 4,5mx1,5 y 2 grandes de 6x1,5m. Los dos que ya tengo colocados son de los pequeños. En uno tengo coles de todo tipo (Bruselas, Coliflor, Repollo, Brócoli, Lombarda) y en el otro tengo Espinacas, Acelgas, Lechugas variadas, Col China, Pak-choi, Nabos, y 5 matas de pimientos de padrón que retiraré en breve.

Hemos recogido 12 calabazas que sumadas a las 8 que recogí la semana pasada y a su buena conservación me auguran unas buenas cremitas durante todo el invierno. He recogido todos pimientos que me quedaban en la mata (1 cubo lleno!) los tomates, (2 cubos!), y 5 pepinos más 4 berenjenas que me quedaban en la mata.

Esta mañana nos hemos propuesto trabajar en serio y lo cierto es que nos ha cundido bastante el tiempo. Hemos conseguido retirar todas las matas de tomate, pepinos y pimientos, y casi, casi, limpiar uno de los bancales pequeños. Se dice pronto pero han sido 3 carretillas de matas al compostador, cavar a mano con la azada todo el bancal y retirar todas las raíces de las malas hierbas, que anda que no entretiene. Ah! Y podar y recoger la estevia! Es un edulcurante natural (he recogido las hojas, las seco y las hiervo para obtener edulcorante casero). Mañana supongo que nos dará tiempo de cavar el otro de los bancales pequeños, enmendar los dos bancales con algo de mantillo e hummus de lombriz y ya los tendré listos para poder sembrar las habas y los guisantes el próximo jueves.

Me queda aún por preparar los 2 bancales grandes y que me corren bastante prisa. Uno de ellos voy a llenarlo de cebollas, ajos y puerros, pero la curiosidad es que hay que sembrarlos cuando la luna está en cuarto menguante, sino el suelo los escupe y te los encuentras en las superficie de la tierra por la mañana (es cierto!). Según el calendario biodinámico (que no seguimos) nos han recomendado plantarlos el 10-11 de noviembre, de aquí a 2 semanas. Así que teniendo en cuenta que el próximo fin de semana no voy a poder ir al huerto, ya podemos correr para preparar ese bancal!

En el otro creo que lo llenaré de más coles. Verdaderamente las que tengo puestas me están creciendo muy mal y me da que se me van a morir casi todas o se me harán demasiado pequeñas. Las tuve demasiado tiempo en semillero y creo que han cogido complejo de bonsái. El otro día pasamos por una ferretería y tenían unos plantones de coles muy majos, así que nos agenciamos 6 repollos, 6 lombardas, 6 romanescos, y 6 brócolis que tengo en la ventana, a ver si se nos dan mejor esta vez.

En general y dejando las modestias de lado, creo que tenemos uno de los huertos más productivos de toda la finca (menos para las coles que se nos dan muy mal!!). Nos lo dice mucha gente y me parece que el secreto reside en preparar muy bien la tierra, cavándola, nutriéndola correctamente y procurando que tenga las proporciones optimas de arena, tierra y mantillo. Tal vez perdemos mucho más tiempo que los demás en eso y en algo se tiene que notar. Bueno, también intentamos usar nuestras propias semillas de variedades locales que sabemos que no sólo no están modificadas genéticamente sino que están completamente adaptadas al terreno y se nota también en la producción. También intentamos ser constantes al máximo con los tratamientos preventivos de plagas. Cada 2 semanas rociamos el huerto a base de una mezcla que preparamos nosotros con Aceite de Neem, Cola de Caballo y Jabón de Potasa. El problema que tiene la agricultura ecológica es que al no poder echar según que insecticida, los productos naturales son poco reactivos cuando tienes una plaga real. Los bichos se te ríen en la cara como vayas con un spray a base de extracto de ajo para fumigarles. Hemos comprobado que es muchísimo más efectivo prevenir que curar, así que intentamos mantenernos firmes en eso.

Cuando nos vamos al huerto suelo dejarme algo preparado para comer a nuestro regreso, pues a las tres y media, hora en que solemos llegar, maldita la gracia que nos hace ponernos a cocinar! Diario, no veas que a gusto nos hemos comido las lentejitas que me he dejado preparadas esta mañana! Eso sí, después de comer… ponte a organizar las verduras!

Es increíble como tengo el salón: 1 caja entera de cebollas y ajos, 2 cajas de calabaza, 2 melones, 2 cajas llenas de tomates rojos y verdes, 1 caja de pimientos, otra de membrillo. Abro la nevera y me encuentro más calabacines, pimientos y tomates. Otra caja más que tengo de tomates maduros, uvas, cherrys, el vaso de perejil de mi huerto, la albahaca…Me vaya donde me vaya, tengo verdura…o proyecto!! En las ventanas tengo los semilleros con las cebollas, lechugas y espinacas, y la futura habitación del bebé, tengo más semilleros germinando. Esta casa ahora es la una verdulería!

Es cierto que un huerto da muchísimo trabajo pues ya no es sólo el trabajo de campo que hay que hacer ahí, sino que si quieres plantones en condiciones (en Madrid casi no hay) te tienes que buscar la vida con tus propias semillas y tus propios semilleros. Y os puedo asegurar que germinarlas no es tan sencillo como parece, la temperatura, la humedad, la luz, ufff.. hasta que no encuentras el equilibrio entre todo, cuesta. Y encima, una vez llegas a casa, el problema es que muchas veces te juntas con muchísima verdura y no te queda más remedio que hacer conserva. Y eso es más trabajo! Pero a la vez también es muy gratificante y complaciente saber que lo que te estás llevando a la boca es completamente tuyo. Por no hablar del sabor de las verduras, es que no tiene nada que ver con lo que se compra en los supermercados! Yo siempre digo que es “como cuando éramos pequeños”, es como recuperar el sabor de los alimentos.

Esta tarde hemos ido a hacer la compra al Alcampo y al regresar, he preparado unos pimientos de padrón para cenar y un paté de berenjena. Los pimientos de padrón se me han polinizado con las guindillas y pican todos un webo, por lo que los he reservado para Shamu que le gusta el picante. Pero para mí, he frito unos pimientos verdes pequeños…que uff…En realidad eran pimientos rojos, pero dado que he retirado hoy la mata, se habían quedado verdes y del tamaño de un padrón… pero sin picar! Estaban impresionantes! Y el paté de berenjena? Ni te cuento! No es más que la pulpa de 1 kg de berenjena cocida al vapor mezclada con un par de latitas de atún, todo triturado en la thermomix, pero entre que mis berenjenas están sabrosísimas y que el atún que compramos es en aceite de oliva ecológico, no veas que sabor! Delicatessen! Bueno, a eso me ha faltado decir que le hemos metido un buen jamón ibérico de 45€/Kg que ha terminado de hacer que la cena estuviera pa nota! Y para acallar la consciencia…oye, pues pan de centeno!

Ya ves, diario, pa cuando nos hemos querido sentar…ya eran las 12 de la noche! Shamu ya está frito durmiendo aquí al lado mío, no ha aguantado ni 10 minutos viendo la tele el pobre, jejeje. Pero es que me da que yo no voy a aguantar mucho más!

Afrodita1306

Por lo menos tanto,esfuerzo se ve recompensado con,unos productos riquisimos y naturales!! A descansar,q lo,habeis,merecido!!! esta noche hay una,horita mas!!!

Buenas noches!!!