Querido
diario,
El día que Dios repartió cuerpazos y tipines resultó que a mí no me avisaron. Así que cuando me enteré, ya sólo quedaba lo que no quería nadie: fui agraciada con un cuerpo de botijo y la constitución de un toro.
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Perdona, Dios, no tienes otro cuerpo?
- Claro que sí, Thais, me queda uno de 1,00 de altura, otro de 120 Kgs y otro al que le falta un ojo. Ah, bueno! También tengo el de la joroba. Cuál te llevas?
- Mmm… casi mejor déjalo.
Pues… gracias a ese laurel que me otorgó Dios, llevo haciendo dietas desde los 15 años, reparando este cuerpo a base de zurcidos, pero no hay manera!
Realmente hasta los 24 años no he sido muy consciente de mi defecto de fabricación. Como era tan activa, si bien tenía que controlarme algo y hacer alguna dieta de un par de semanas o un mes, rápidamente perdía peso y volvía a mi talla. No había sido nunca excesivamente gorda, pero flaca tampoco, tenía mis curvas.
Mi boda trajo a mi vida el sedentarismo y consecuentemente, kilos. Miko era una persona muy inactiva, excesivamente casera, de buen comer y no precisamente equilibrado ni saludable. Me dejé llevar y me contagié de sus nefastos hábitos alimenticios. En esos 8 años de relación hubieron muchas cosas que quisiera olvidar, y desde luego, el desorden y boicots en las comidas es una de ellas. Cuando me quise dar cuenta…tenía 30 kilos de más esparcidos por todo mi cuerpo.
Tenía muy claro cuál era mi primer objetivo al comenzar la separación: LA DIETA, en mayúsculas. En cuanto Miko pasó por la puerta de casa, al día siguiente me fui a NaturHouse dispuesta a recuperar mi figura. No he sido nunca un fideo pero tenía un tipín resultón y quería recobrarlo.
Soy bastante tozuda y obstinada, así que cuando algo se me mete entre ceja y ceja…no ceso hasta conseguirlo. Me propuse el objetivo de perder peso y con dos ovarios… en 10-12 meses me quité 32 Kgs de encima.
Era otra. En agilidad, en carácter, en seguridad, nada que ver. Me arreglaba más, podía comprar cualquier trapito de mi talla 40, vamos, una gozada. Pero el problema vino cuando dejé los productos de NaturHouse. Si bien hice el mantenimiento a la perfección, continuaba con normas saludables de alimentación y con el ejercicio…comencé a engordar indiscriminadamente. No había razón alguna y sin embargo, era fácil que ganara 1 Kg a la semana y a veces incluso más. Era desesperante! ¿como podía ser eso si yo comía de dieta? Lo único que había pasado era que había dejado de tomar los productos!
A los pocos meses y con nuevos kilos propagados por mi cuerpo comencé a encontrarme mal. Me dolía todo el cuerpo, me cansaba con muchísima facilidad, me sentía decaída, deprimida. Estaba tramitando los papeles del divorcio y estaba bastante apática por todo así que atribuí esa tristeza al fracaso de mi relación con Miko. Pero pasaba el tiempo, el cansancio fue a más y por no oír a Shamu acudí al médico para que me recetara algún complejo vitamínico. Mi doctora decidió hacerme unos análisis de sangre y dado que en los resultados salía hipotiroidismo me derivó al endocrino. Me hizo más analíticas, ecografía de la tiroides y una punción en la garganta. Diagnóstico: Enfermedad de Hashimoto o tiroiditis crónica con bocio multinodular. Ahí es ná. Resulta que debido a la hiperestimulación de mi tiroides por los productos de NaturHouse me fastidié entera. Desarrollé una enfermedad autoinmune que probablemente tendría latente y ahora, tengo anticuerpos que en vez de defenderme de patógenos extraños, atacan a mi propia glándula.
El tratamiento es relativamente sencillo, una pastillita de levotiroxina de por vida. El cuerpo es sabio, tanto que es capaz de dosificar de forma natural la cantidad de hormona tiroxina que precisa para metabolizar los alimentos, pero la medicina no es tan sabia. El endocrino me prohibió expresamente quedarme embarazada hasta ajustar la dosis que mi cuerpo precisaba pues el bebé podría venir mal. Tardaron 6 meses en ajustarme la dosis correcta.
Cuando ya tuve la tiroides relativamente regulada, me dieron luz verde para el embarazo, pero para entonces casi había recuperado todo el peso que había perdido! Y diario, te puedo asegurar que no es un tema malos hábitos o de excesos. Era deprimente!
El caso es que cuando el endocrino nos permitió embarazarnos, inicié una dieta de 1200 kcal recomendada por él, pero como seguía sin perder peso… la modifiqué a la baja. Pero ni por esas.
Cuando tras el primer aborto la ginecóloga me dijo que debía perder peso antes de buscar un nuevo embarazo… casi le parto toa la cara, pero el caso es que sabía que tenía razón. Me dijo que hiciera una dieta hiperproteica tipo Pronokal o la Dukan.
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Thais, aparte de joderte la tiroides… te vas a joder el hígado? - pensé
Volví a modificar la dieta del endocrino… y la reduje aún más. Engañé a Shamu para volver a meternos al gimnasio y bueno, conseguí perder algo, pero muy poco, apenas 4 kgs en meses y ahí me quedé.
Un día, hablando con una de las chicas del huerto me quejé de que como no perdía peso ni en broma, pues ya casi tenía asumido que debía ser una gordita feliz.
Sonrió.
- Pues yo estoy haciendo la dieta de los puntos Propoints, de hecho, soy ayudante de la monitora.
Ni siquiera había oído hablar de esa dieta, pero no quería preguntarle demasiado pues estoy hasta el gorro de hacer régimen y no tenía muchas ganas de más experimentos. El caso es que comenzó a hablarme de esta dieta.. y bueno, no me convencía mucho. No hay ningún alimento prohibido, es más, debes comer de todo. Tienes un capital de puntos al día y a medida que vas ingiriendo alimentos, tienes que descontarte puntos, hasta consumirlos todos. Evidentemente, una palmera de chocolate va a descontarte más puntos que una manzana. En el fondo, es una forma de contar calorías, pero en puntos. Cada semana se realizan unas reuniones en las que te pesan, te dan consejos o trucos, premios, recetas…Además, te proporcionan una aplicación para el móvil y para el ordenador para que no tengas que complicarte demasiado calculando puntos. Eso sí, todo tiene que ir pesado. Aunque eso no me preocupaba mucho pues yo ya hace mucho que peso los alimentos que ingiero.
Me dejé convencer y la semana pasada fui a la primera reunión.
Entretanto no me quede embarazada, no me va a venir mal perder algo de peso, aparte, estoy segura de que favorecerá la concepción, que la obesidad es muy mala. Salí de allí bastante excéptica. Según me dijo la monitora, parece ser que mi problema puede venir porque como mucho menos de lo que debo!! Cuando me dijo todo lo que tenía que comer al día yo la miraba incrédula.
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Si yo como todo esto en un día, te aseguro que te vengo con 3 kgs de más la semana que viene.
- Thais, hazme caso, prueba como yo te digo. Debes gastar 32 puntos al día, no menos. Si no llegas, agrega una cucharada más de aceite, o toma una onza de chocolate, pero deben ser exactamente esos puntos. Tu cuerpo retiene absolutamente todo porque cree que no le vas a dar más comida.
Recelosa, he seguido su consejo, me he puesto hasta el culo de comer y he incrementado cantidades y ágapes. Habrá que darle una oportunidad...
Mis compañeras de la oficina llevan toda la semana de cachondeo con mis comentarios:
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Me voy a tomar 2 puntos de café con leche, pero con sacarina. Que si no me quitan 3 puntos y hoy me hacen falta.
- Shamu, nene, me tienes que preparar una cena de 3 puntos, que casi me he comido todos los del día!!
- Uhmm… si subo 5 veces las escaleras….gano un punto!!
Hoy tocaba reunión y balanza. Yo iba un poco incrédula pues no he tenido siquiera sensación de dieta, no ha habido ni ansiedad! Pues...diario: he perdido 1,8 Kg en mi primera semana.
“Los desafíos son los que hacen la vida más interesante; superarlos es lo que hace que tenga sentido”.