Querido
diario,
Veía a Shamu alejarse y no podía creer lo que había pasado. ¿Lo había soñado? Durante unos instantes permanecí en el mismo lugar, intentando comprender, intentando hallar una explicación a lo acontecido minutos antes. Estaba perpleja, no entendía que podía haberle llevado a Shamu a reaccionar como si yo fuera una apestada. Yo no había buscado ese beso, pero sin saber cómo, había sucedido. Si bien unos minutos antes me sentí la mujer más feliz de la tierra, ahora me sentía como la más desgraciada del mundo con sus palabras martilleándome en la cabeza:
“…no puedo hacerlo”. No daba crédito a su actitud. ¿Qué significaba eso? ¿Qué era lo que no podía hacer? ¿Besarme? ¿Qué él no lo había querido? ¿¿Pero que demonios significaba
“no puedo hacerlo"?? Yo no lo busqué y creo que en su caso tampoco, surgió de la nada en un momento en el que ambos nos dejamos llevar por la belleza del paisaje, pero su actitud me ofendió enormemente. Hubiera pasado lo que hubiera pasado no era para que me dejara ahí plantada. Su espalda caminando a lo lejos era testigo de la humillación que sentía en ese momento.
Llevé mi mano a mis labios, apenas habían sido unos pocos segundos pero me ardían, al igual que mis ojos y las incipientes lágrimas que decidí reprimir.
“Thais, ni se te ocurra llorar…”
Cuando conseguí andar y reaccionar, en la distancia pude ver como Shamu llegaba a la casa y entraba en ella. Bien sabe Dios que su repudio me dolió como si me clavaran una daga en el corazón pero no pensaba mostrárselo. Me había hecho daño y lo sentía en lo más hondo de mi corazón, pero no estaba dispuesta a que me rematara.
Andaba lentamente, desconocía cuál sería nuestra reacción al vernos de nuevo. Tenía ciertos recelos ante la idea de volver a tenerle delante de mí. Aún sin buscarlo, eso había sido un beso en toda regla. Rápido, corto, fugaz…. pero cargado de sentimientos y de sensaciones. Ambos nos habíamos electrificado y estremecido al contacto, y eso, no lo había soñado, lo había notado. Tal vez había sido sólo impresión mía, pero me costaba mucho creer que en él no se habían despertado viejos sentimientos.
“Conocí a otra chica y me está molando mazo”
“Comprendí que lo mejor era tenerla como amiga”
“No era amor, fue una ilusión”
Las palabras de Huno sacudían mi mente. ¿No podía hacerlo… porque había otra? ¿Era eso? ¿Por otra chica? ¿Estaría así …porqué le debía fidelidad a la jodida Cometa? Sentí las espinas de los celos en mi interior. Era como caerse en una piscina de alfileres y sin posibilidad de salir de ella. No sé qué coño tiene esa estúpida que no tenga yo…
Entre dudas, cólera y pensamientos de congoja me encontré delante de la casa rural. La puerta estaba entreabierta y me detuve titubeando antes de entrar por el temor de no saber como me encontraría a Shamu ahí.
Se encontraba sentado en la mesa del saloncito, meditabundo y pensativo. Su semblante era grave, serio. Estaba absorto en sus pensamientos y yo hubiera dado cualquier cosa por poder conocerlos de antemano.
Intenté hacer un poco de ruido al entrar para que advirtiera mi presencia. En cuanto me oyó se incorporó y con visible nerviosísimo, tragó saliva…
-
Yo… bueno… Thais… ya has llegado…
- Sí, ya estoy aquí - respondí secamente.
-
Yo…
Su angustia era evidente. Estaba tan incomodo como yo con la situación y conmigo a solas en esa habitación. Durante el trayecto hasta la casa, la amargura había dado paso al resentimiento hacía él y a la acritud ante el ser que tenía delante. Si se pensaba que me iba a dar un berrinche con su desconsiderada actitud lo llevaba claro, tenía mi orgullo! Menudo cobarde… y encima ahora, actuando como un papanata vacilante.
“Pues si tu no quieres nada conmigo… yo tampoco, gilipoyas! Tíos como tú, a cientos, no te necesito Shamurai de Barcelona!”
-
Thais… a ver… yo….como te digo esto…
¿Cómo me dices el qué? ¿"No eres tú, soy yo"? ¿Me gusta otra? ¿Ya no te quiero? No hace falta, estúpido. Valgo más que todo eso! No pienso dejar que vuelvas a pisotearme.
-
Thais, es que… a ver… lo que ha pasado ahí fuera… yo…
- Shamu: somos adultos. Ahí fuera no ha pasado nada. Ha sido un simple beso de amigos. Nada más. No te mortifiques más. Para mí tampoco ha significado nada, así que no te preocupes por ello. Se como están las cosas entre nosotros y como bien sabes y te dije, jamás habrá nada entre nosotros. No te tortures por una porquería de beso. No me siento siquiera molesta. Ha sido el momento y ya está. Sin más importancia. Cuando me preguntaste en el jardín botánico no quise herirte, eres increíble, pero no siento nada. Nada por tí! Así que no te atormentes por un beso que no ha representado nada para ninguno de los dos.
Me sentía enormemente irritada con él, fastidiada, cabreada, triste, decepcionada… pero esbocé una gran sonrisa y me acerqué a él y acariciándole, le dí un sonoro beso en la mejilla.
-
Lo ves? Jejeje. Te perdono!!
Shamu no formuló palabra alguna, quizás por la sorpresa, quizás porque tampoco le dejé hablar. No quería saber nada de él, no quería explicación alguna. Nada de palabras. No quería oir nada de lo que quisiera o pudiera decirme. Lo único que quería era alejarme cuanto antes de ese maldito salón, de esa abominable casa, de Santander, de él…
A pesar de todo el teatro, tenía un enorme nudo en mi garganta y una pesada losa en mi estómago. Mi mundo se estaba derrumbando, poco a poco lo estaba perdiendo todo, mi vida se estaba convirtiendo en un lugar aborreciblemente insoportable del que no podía huir…
-
Oye, voy a meterme en esa bañera tan grande que tenemos. Creo que he cogido algo de frio con ese insurrecto viento y me apetece un relajante baño de espuma tranquila. Te importa?
Sin esperar siquiera a su respuesta me dí la vuelta y comencé a subir rápidamente y con gran energía las escaleras hacia la parte superior de la casa. Entré en la habitación y recogí mi neceser y mi toalla con gran resolución. Para dar más credibilidad a mi farsa me asomé a las escaleras y desde arriba vociferé.
-
Lo mismo tardo un poco! Si te apetece, haz la cena y si no, cuando baje la preparo yo…
Abrí la puerta del baño y sin siquiera abrir la luz la cerré intentando hacer ruido. Debía hacer verosímil mi indiferencia hacia ese beso y hacia Shamu. Abrí el grifo de la bañera y recordé el pestillo de la puerta.
Click!
Estaba a salvo.
Nada de lo que sucediera en ese cuarto lo sabría Shamu, nada vería. Con la mano aún en el pestillo me flaquearon las fuerzas, de repente me sentí débil, frágil . Mi autocontrol, mi fuerza ya no tenía sentido y dejé que se apagara, las piernas no me respondían y se me doblaban las rodillas a la vez que me resbalaban los lagrimones por la mejilla. Me quedé sentada agarrándome las piernas, protegiéndome del dolor.
Maldito… maldito….dios… como te odio….mierda de Shamu…
Estaba anocheciendo y siquiera había encendido la luz. La oscuridad invadía poco a poco el cuarto de baño intensificando las sombras.
Oí un ruido en el exterior y me sobresalté. Presté atención y me pareció que el sonido provenía de la planta baja. Me incorporé con lagrimas en los ojos y encendí la luz. Shamu había puesto la música.
Amanece en la prisión de todos los deseos
un llanto que despierta a mi corazón,
Me susurra que hay amor en medio de la soledad,
cruzando a nado el mar.
A la sombra del dolor se oculta tu calor
huyendo hacia algún lugar.
El invierno llegará, tu piel me arropará
si dejas que camine junto a ti.
En mis sueños tus caricias se convierten
en deseos que recuerdan lo vivido
y que nunca olvidaré.
Sentimientos que se funden
cuando el Sol calienta el amanecer.
Mientras, yo te esperaré.
Hoy conozco el viento que me hizo naufragar
y, aislado, me acompaña sólo la amistad.
Tengo sed de comprensión, tú me puedes saciar
acariciándome.
Mil estrellas portaré, sólo una brillará
cegando a la locura del placer,
y en mi celda lucharé y en ríos te veré
con reflejo de atardecer.
La bañera estaba casi llena. Me desnudé y me metí, recordándome que no debía llorar más. Se me solían inflamar los ojos y me salían motitas moradas en los párpados. Hundí mi cabeza en el agua, pretendiendo borrar mi angustia y el dolor. Él no conocería jamás esas lágrimas…
"Es muy propio hablar más el que más teme."