Los efectos secundarios de ritodrina están relacionados con su actividad betamimética, observándose principalmente con la administración intravenosa. No obstante, se controlan generalmente ajustando la
dosis. Puede incrementarse la frecuencia cardíaca materna y fetal, por lo cual se recomienda realizar un estrecho control. La taquicardia desaparece poco después de la reducción o discontinuación de la infusión. Deberá evitarse una frecuencia cardíaca superior a 140 latidos/minuto en pacientes sanas. Se
deberá evitar la aparición de hipotensión, siguiendo el esquema de dosificación recomendado y manteniendo a la paciente en decúbito lateral izquierdo. Se ha descrito la producción de edema pulmonar
materno en pacientes tratadas con ritodrina, algunas veces después del parto. Esto se ha producido más a menudo cuando las pacientes recibieron corticoides concomitantemente. El estado de hidratación de la
paciente deberá ser cuidadosamente vigilado evitándose la pérdida de líquido. Si se produce edema pulmonar durante la administración, el fármaco deberá ser discontinuado y el edema se controlará por medios convencionales.
Puede producirse elevación transitoria de glucosa en sangre, por lo cual el uso de ritodrina en pacientes con diabetes latente o establecida pero controlada, requiere una monitorización cuidadosa de los niveles
sanguíneos de glucosa, equilibrio ácido-base (bicarbonato) y potasio. En algunos casos se ha observado rubor, sudoración, temblor, náuseas y vómitos.
Fuente: prospecto del medicamento proporcionado por el centro de información de medicamentos de la AEMPS.