Como ves, por esto ya hemos pasado unas cuantas. Esa sensación de vacío yo también la sentí hace un par de años y lo mismo: al hablarlo con él me decía que sí, que también tenía ganas, pero que había que esperar al momento adecuado. Primero no teníamos casa propia. Cuando nos la dieron, era el momento de disfrutar de la vida los 2 juntos. Después mi trabajo no era fijo y claro, con todos los gastos que teníamos, si uníamos los de un bebé ya eran demasiados. Total, que todo era esperar y esperar y ese sentimiento de vacío crecía cada día un poquitín más. Era una necesidad! Así que nada, un día me cansé de esperar y se lo dije. Después de 10 años juntos, 4 viviendo juntos, los coches pagados... era el momento. Vale que tenemos una hipoteca por pagar y yo sigo sin tener el contrato fijo, pero me da igual todo ya! Como ya habéis dicho por ahí, lo importante no es lo material que le puedas dar al enanito, sino todo el amor que guardáis para él. Yo también me crié humildemente y nunca me faltó de nada. De hecho, creo que me ha venido muy bien para ser más consciente y responsable en la vida. Así que nada, habla con tu marido seriamente y plantéale exactamente lo que nos has contado a nosotras aquí. Si es como el mío, se agobiará pensando en todo lo que le viene encima, pero al final se dará cuenta de que no es un capricho, sino algo muy importante que necesitáis para que vuestras vidas sean redondas. Un beso Fresi y muchos ánimos!