...Por donde iba ayer...a sí!
Mi familia me apoyó en lo de ser mamá soltera. Ya no se ven esas mujeres como antiguamente que eran madres solteras y solas, con hijos....eran las mujeres de mala vida que nadie quería conocer. Hoy es una elección, libre, consciente y un acto de amor. Yo deseo poder volcar todo el amor que mis padres me dieron en otro ser al que puedo dar los valores suficientes para ser libre y feliz. O , al menos, esa es la idea...luego veremos como me sale el/la mocos@

En definitiva que puse manos a la obra, me informé de clínicas, tratamientos, precios...pero había en mí una duda. Algo que nadie me respondía. Hasta pregunté a una psicóloga!
Esa duda era algo tan sencillo como : ¿Qué le digo yo a mi hijo el día que me pregunte quién es mi papá?
Esa pregunta en mi cabeza y las mil respuestas me daban vueltas.
Entiendo que hay mujeres que lo han hecho, lo hacen y lo harán...y no dudo que su elección haya sido la correcta. Pero por algún motivo, en mi vida, no me gustaba esa respuesta. Aún no sé el porqué.
De manera que me planteé otras opciones, algunas más éticas que otras...finalmente opté por decir la verdad.
Un día conocí a un chico, nos gustamos a primera vista y nos fuimos viendo. Nos acostamos (usé protección), y un día, hablando de lo que cada uno esperaba de la vida...le dije que deseaba ser madre, que tenía 33 años y ya mi reloj biológico marcaba un ritmo imparable. Cual fue mi respuesta que él respondió : "Me gustaría que fueras madre de mis hijos, eres inteligente, independiente, fuerte, responsable... no dudo que serás una gran madre."
Imaginaos mi sonrisa interna!!!Había conseguido un donante!!!Pero no. La ilusión duró sólo un par de frases más.Él joven no quería desaparecer de la vida del bebé. Quería implicarse de alguna manera. Ahí aparcamos el tema. Pero...empezamos una relación.
Al mes de plantearle mi ilusión de ser madre me dijo: No nos cuidemos, si tiene que ser, será! Y vaya si fue! Al primer mes me quedé en estado. Aunque mi felicidad duró 11+3. Una mañana del seis de enero, al levantarme a orinar...manché unas gotas de sangre. En el hospital me hicieron una eco y dijeron que era una amenaza de aborto, que hiciese reposo a ver qué tal evolucionaba...pero con la advertencia de que si iba a más el sangrado sería muy mala señal. Me pasé el día de la cama al sofá y del sofá a la cama.
Mi pareja no hacía más que llamarme preocupado. Ya lo habíamos dicho a toda la familia, la suya, la mía...el día siete de enero manché un coágulo de sangre y supe que todo iba mal.
En el hospital confirmaron que su corazón ya no latía. Era un sábado, creo, y me propusieron irme a casa y volver el lunes para practicarme un legrado... "hay posibilidad que su corazón vuelva a latir?" La respuesta, obvia, fue NO. Así que les pedí que me sacasen eso de dentro y con lágrimas en los ojos y sollozos en el corazón, les dije que no quería enterarme de nada...una enfermera, me sonrió y me dijo "vas a tener el sueño más placentero que puedas imaginarte"
Desperté aun en el quirófano y pedía que le dijeran a mi madre que todo había salido bien, que yo estaba bien.
Me instalaron en una habitación de la planta de maternidad, sola, alejada...y oí como las enfermeras del mostrador decían "esa es la del legrado" ...madre mía!!Qué sensación...ver esas caras de felicidad en la mamás con sus bebés y ese rostro ceniciento que yo llevaba.
Estuve un rato sola mientras mandé a mi madre a comer algo...como buena madre no se separó de mi lado ni un segundo. Llamé a mi pareja...no lo vi,pero lloró.
Pensé.
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Pensé
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Y seguí pensando durante muchos días...lloré muy poco. En todo momento sabes que el aborto puede ocurrir, sobretodo en una primeriza...el cuerpo es sabio...pero tan tarde...ya no lo esperaba...