Canción de cuna a las estrellas

Dololo

Sobre cómo me siento:

Hoy he cogido valor, para volver a leer las palabras que te escribí la noche que supe de tu partida, empiezo a aceptar que ya no vendrás, pero que me acompañarás siempre.

Hay libros que dicen que físicamente, una parte de ti se ha quedado en mi interior, y aunque la ciencia se equivocara y tus pequeñas células ya no permanezcan en mi, tu paso por este mundo me ha marcado para siempre. Te ha bastado muy poco tiempo, para regalarme una lección de vida que sospecho que me llevará mucho aprender.

Ahora siento rabia, impotencia e incomprensión. Los más valientes dicen que este sentimiento es parte del duelo. Yo sin embargo, escucho voces llenas de buenas intenciones, pero que no consiguen apaciguarme.

No me importa que esto le pase a una de cada X mujeres, esto nos ha pasado a nosotros. No quiero escuchar que a fulanita le ha pasado tantas veces, eso me asusta. No tengo la certeza de que vinieras mal, y de que la naturaleza sea tan sabía, nunca sabremos lo que te pasó, ni siquiera te vi partir esa noche. En los protocolos está escrito que nunca iban a analizarte. Mi único deber era protegerte.

No, no soy tan joven y no sé si me volveré a quedar enseguida... había tardado casi dos años en traerte, y no sé por qué la próxima vez va a ser diferente. No sé si has sido un milagro, uno entre un millón y no sé si habrá una próxima vez, o si es que yo misma quiero que la haya. Ahora no quiero pensar en ello.

Te echo de menos, echo de menos nuestros planes de futuro, todo lo que nos habías cambiado la vida en solo tres semanas. Echo de menos hablar con tu padre de lo que siento. Me duele el alma, me duele hasta el aire y físicamente me encuentro muy bien. Me siento culpable por ello.

Mi bebé de luz, tu madre aún no consigue saber cuál es la lección que tiene que aprender. Dame tiempo, por favor.