Las buscadoras de tesoros
somos casi licenciadas en Harvard en lo que a pre-embarazos se refiere, tanto es así, que damos consejos sobre posturas sexuales, recetamos medicamentos naturales y aconsejamos marcas de test de ovulación. Además, sabemos nombres impronunciables como Histerosalpingografia (exploración radiográfica de las trompas).
Pero volvamos a lo básico, el ciclo menstrual.
El ciclo menstrual estándar dura 28 días, empieza el día que te viene la regla y acaba el día antes de la siguiente regla. Consta de cuatro fases:
- Menstruación
- Fase preovulatoria
- Fase ovulatoria
- Fase lútea.
Saber en qué día de tu ciclo menstrual estás es
fácil y a la vez crucial, el día que te viene la regla es el día 1 y así, sucesivamente.
Las mujeres que buscamos un embarazo tenemos un calendario aparte, no nos regimos por el Sol, ni por la Luna, ni por el calendario Maya,
nuestro calendario es nuestro ciclo menstrual, os pongo un ejemplo:
-Amor mío, estoy en el día 12, así que vamos a echar un polvo que van a retumbar las paredes de la casa.
Tu amor te mira más que extrañado, él juraría que es 20 de Octubre, pero oye, un polvo es un polvo y si la loca de su mujer piensa que hoy es día 12, que retumben las paredes de la casa y luego ya aclararemos si hoy estamos a día 12 o a día 20.
Fase 1: Menstruación.
Si es tu primer mes de búsqueda, la menstruación es buena, te viene la regla y por lo tanto estás en el primer día de tu ciclo.
Es el pistoletazo de salida.
La menstruación o regla dura de tres a siete días y en los foros se la conoce como
la warry. Esos días, mejor que tu marido ni te mire, no te puedes quedar embarazada, así que no le necesitas.
Fase 2 – Fase Preovulatoria.
El óvulo se prepara para salir del ovario. Durante estos días las buscadoras de tesoros vamos planeando maléficos planes: que si hago
margarita para que mi marido descargue y vaya renovando espermatozoides, que si mejor unos
días de abstinencia para que los espermatozoides no sean demasiado jóvenes…
Tu marido está algo desconcertado ya que un día quieres y al otro no, pero te da absolutamente igual,
los tres días más importantes de tu ciclo están a punto de llegar.
Fase 3 – Ovulación.
Es tu sexy week o semana fantástica y te conviertes en una
loba que vive por y para el sexo, tienes un óvulo listo para ser fecundado y no quieres dejar nada al azar.
Tu pobre marido deja de ser tu amigo, tu amante y tu compañero de vida y se convierte en un simple
dispensador de espermatozoides. Te da absolutamente igual si le duele algo, si está incubando un constipado o si ha tenido un día horrible, solo quieres sexo, sexo y más sexo.
Tu hombre al principio está más que encantado, no tenía ni idea de que su mujer fuera tan ardiente – veo que las horas que me paso en el gimnasio están dando su resultado - piensa el pobre iluso.
Al cuarto día de sexo consecutivo, el pobre hombre está que se arrastra por las paredes y te pide un día de descanso, -¿PERDONA? ¿UN DÍA DE DESCANSO?
HOY VAS A EYACULAR DENTRO DE MI AUNQUE SEA LO ÚLTIMO QUE HAGAS EN ESTA VIDA.-
Y tu pobre marido, más de mala gana que otra cosa, eyacula dentro de ti, se da la vuelta y se queda profundamente dormido, ni abrazarte quiere. Menos mal que empieza la fase lútea, si no, tus ganas de sexo desenfrenado pueden suponer el fin de tu matrimonio, ¡quién lo iba a decir!
Fase 4 – Fase Lútea.
Has jugado todas tus papeletas: te tomaste la temperatura, te hiciste test de ovulación, te convertiste en actriz porno, pusiste las piernas para arriba después del coito… La suerte está echada, no te queda más que esperar a ver si este mes ha habido suerte.
La fase lútea está llena de malas jugadas y de ilusiones, tu cerebro se cree más listo que el hambre y te hace ver cosas donde nos las hay. Te mareas, tienes nauseas y te dan pinchacitos en los ovarios.
Te pasas la vida en internet buscando síntomas de embarazo, no bebes demasiado, fumas menos, no levantas peso ni tomas demasiado café, evitas agacharte, bebes litros de Acuarius que dicen que favorece la implantación y no tomas medicamentos aunque una migraña te esté matando de dolor, en definitiva intentas pasar esos
14 días de espera como buenamente puedes.
De vez en cuando echas un polvo con tu marido, pero más bien por cumplir, y le exiges que no se mueva demasiado, no sea que se te desprenda el embrión.
Pero el ciclo se repite y llega el día de tu
FNW (Fecha de No Warry, vamos el día en que no te tendría que haber venido la regla).
Fase 1 – Menstruación.
-¡Mierda! ¡Otra vez tengo la regla! ¿Qué he hecho mal?-
Lloras, te frustras, pataleas, piensas que eres imbécil por hacerte ilusiones antes de tiempo y miles de pensamientos negativos se agolpan en tu cabeza mientras te pones un tampax: -¿Seré estéril? ¿Mi marido tendrá pocos espermatozoides? ¿Habré calculado mal los días de la ovulación? ¿Este mes no habré ovulado?
¿Por qué todo el mundo se queda a la primera menos yo?-
Cuando te recuperas del batacazo emocional, decides que esa será la última vez que veas a tu maldita menstruación en por lo menos nueve meses.
Este mes no se te escapa, vas a acorralar a tu óvulo y
vas a dejar a tu hombre más seco que el mes pasado aunque ello te suponga un divorcio.
De momento y hasta el fin de tu menstruación será mejor que tu marido ni te mire, no lo necesitas.
HAGAN JUEGO, SEÑORAS.