Ay nena, cómo te entiendo. Una no está preparada para todo, absolutamente todo, por mucho que las intenciones sean buenísimas. Una jueza me ofreció adoptar a un niño con hidrocefalia severa, hasta ahí nos lo pensamos, pero cuando me explicaron bien que además tenía una enfermedad que causa tumores en piel, huesos, órganos vitales, y que su expectativa de vida no era larga, sinceramente desistimos. En primer lugar porque tenemos que pensar en los hijos que ya tenemos y nos pareció innecesario hacerles pasar por algo así, cuando ya sabemos de antemano el final inevitable. Distinto es que un problema grave surja en el camino, claramente que nadie tiene la salud ni la vida comprada. Y en segundo lugar, ¿qué tiempo podríamos dedicarle a un niño con necesidades muuuy especiales teniendo 6 hijos? Así que entiendo todas tus inquietudes. Y me parece mal que no digan exactamente a qué te enfrentás hasta que el niño esté en tu casa, porque de no poder, también se perjudica la criatura que va pasando de hogar en hogar. Pero bueno, eso es tema aparte. Nunca voy a entender por qué el tema adopciones se maneja tan mal en todos los países de los que al menos tengo conocimiento.
La otra posibilidad es que te la juegues, porque quizá llegá un niñ@ a tu vida con el que sí podés y los hace felices a todos en tu familia, pero siendo consciente de que si no es así, vas a llamar a servicios sociales y hacer lo que debas hacer, aunque sea duro.
Y si tenés que tomarte un tiempo para pensarlo y eso te alivia, todo es válido. Nadie te apura ni te corre. Al contrario, lo estás tomando con responsabilidad y eso es no actuar impulsivamente.
Te mando un abrazote y ánimo!!