Hola a todas...
Me gusta volver a ver movimiento en este hilo, aunque la lucha warrior no se la desee a nadie.
Las más nuevas no se acordarán de mí (dejé de escribir en el foro y en este hilo en noviembre del 2016, si no recuerdo mal), pero las más veteranas sí.
Resumiré diciendo que en 2015 (con 42 años) perdí mi embarazo natural estando de 6+5 semanas. Tras meses de pruebas y peregrinaciones médicas todo indicaba que debía decantarme por la ovodonación. Superar el duelo genético me llevó casi un año en el que no dejamos de intentarlo, hasta que decidimos seguir un tratamiento de Reproducción Asistida... tratamiento que ha funcionado a la primera y os escribo embarazada de tres meses (bueno, me faltan 3 días para cumplirlos)
Estamos felices y disfrutando de un momento que pensé que jamás llegaría. Un hematoma en el útero nos dio un buen susto durante las semanas 6 y 7, pero ahora todo parece estar bajo control y bien. Llegados a este punto os aseguro que ni pienso en la celulita donada, aunque le estaré eternamente agradecida a mi hada. Es mi hij@, eso lo tengo clarísimo. Soy yo (nosotros), la que ha sufrido ante el miedo a perderl@, soy yo quien se emociona cada vez que escucho su corazoncito, y es en mi cuerpo y por mi cuerpo que está creciendo y desarrollándose. Es nuestro pequeñín, y sin mi marido y sin mí esa célula no habría tenido sentido.
Escribo esto animando a todas las warrios en la lucha. A veces se cierran puertas, pero afortunadamente la medicina puede abrirnos otras.
Nosotros llevamos 4 años intentándolo, y por fin lo tenemos aquí. Ahora lo único que deseamos es que bichito siga creciendo sanito, que nazca sanito y estemos bien los dos.
Os mando un beso enorme warriors... un beso cargado de la energía más positiva que puedo enviaros.