Respuesta: Quedarse Embarazada en Febrero...renovando ilusiones!!!
Chicas, me ha dado por escribir una parodia de la busqueda por como (quizá) la viven nuestras parejas. ¡Ahi va! Espero que nadie se enfade, y sirva para sacar una sonrisa.
Imaginaros por un momento que vosotras sois él.
Llegas a casa después de un día durillo de trabajo. Tu mujer sin apenas haberte dado tiempo a quitarte el abrigo, te dice:
-Cariño, estamos en mis días buenos, así que date prisa...-
Date prisa se refiere no a tan sólo que te tengas que quitar los zapatos, el pantalón, el jersey a la velocidad de la luz... sino a que tienes que estar “listo”. Con le mástil bien preparado. No sólo para embestir, sino para “dejar preñada” a tu mujer. Y esta vez no puedes fallar, porque el último mes ella se pasó llorando dos días...
¿Menudo día el que decidiste ser padre no? Ambos lo hablasteis y decidisteis que era hora. Cuestión de que ella dejara los anticonceptivos y ¡BINGO! Pues no señor, te has dado cuenta de que esto no es así. Lleváis varios meses intentándolo y sea lo que sea lo que tenga que salir en el test de embarazo, aún no sale.
Y el sexo ya no es lo que era. Ahora se programa el día y la hora. Los días previos no te deja ni hacerte “una pajilla” de desahogo... Después se queda media noche con las piernas en alto, y te destapa... Y ella está cada vez mas irascible con el tema del embarazo. Y hablando de eso, ¡¿cómo le vas a decir que tu hermana está esperando a su 2º hijo?! La undes... Otro tema más que hay que evitar, junto al de las salidas con amigos los fines de semana (¡Porque, ni se te ocurra beber alcohol!).
Has pensado en decirle que lo dejéis por unos meses, ya que te está empezando a afectar a ti mismo. Quizá el niño no llega porque tus espermatozoides están dormidos. ¡Joder! ¡¡¡Y sino llega nunca!!! Eso es lo que te dijo ella la última vez que le vino la regla, y tú le contestaste que no fuera paranoica. Pero ahora el paranoico eres tú...
Te has desvestido por el pasillo. Llegas al dormitorio, tu mujer te espera... con una almohada bajo los riñones y un líquido que favorece el desplazamiento de tus bichitos goteandole por la entrepierna.
-¡Esta vez voy a acertar por cojones!- Piensas antes de ponerte encima...
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