Hola chicas,
Me alegra haberos animado un poquito con mi historia, era el objetivo
Me pide Nórdica que amplíe, por lo que así lo haré.
Nosotros empezamos con tratamientos por mi pareja, que tenía pocos espermatozoides. Se suponía que yo estaba bien, pero cuando empecé con el primer ICSI me dijeron que tenía baja respuesta ovárica, aún así acabé el tratamiento más o menos bien, con 12 folículos y 5 óvulos maduros, pero 3 se perdieron y el resultado de los dos que me pusieron fue negativo.
En el segundo tratamiento llegó el desastre, mi cuerpo no respondió apenas a la medicación, me sacaron sólo 3 óvulos maduros, 2 se perdieron, así que me pusieron sólo uno. Desde la primera eco me estuvieron planteando cancelar, pero mi marido sacó las fuerzas que a mí no me quedaron y me animó a seguir adelante, pero fue negativo de nuevo. Ahí fue cuando el médico me dijo que no me recomendaba intentarlo más, porque mi reserva se estaba agotando (os anoto que tengo 37 años), salvo por ovodonación.
Tenía otro tratamiento programado en la S.S., así que como era gratuito nos decidimos a hacerlo, pero sobre todo al principio fatal, lloraba un montón, tenía un miedo espantoso, para mí el segundo tratamiento había sido tremendamente traumático. Me cambiaron el protocolo, esta vez por uno largo (en lugar de pincharme durante 15 días aproximadamente, me estuve pinchando unos 40), y salió mucho mejor que los otros dos, no había una barbaridad, pero estaban mejor de calidad.
Lo que me dijeron en el quirófano sobre que el tema se complicaría para próximos tratamientos en caso de ser negativo no era por mis óvulos, sino por los espermatozoides de mi marido, que también habían ido a peor.
Aún me acongojo de recordarlo. Me hormoné 3 veces en apenas 10 meses, y os juro que al final no podía más. Nos hubiera quedado otro intento más por la S.S., pero yo le suplicaba a mi marido que no lo intentaramos más, que ya no podía aguantarlo.
Cuando llegó el positivo no nos lo podíamos creer. La primera semana fue algo delicada, porque saqué una beta baja y estuve 6 días manchando, después se supo que era la implantación. Ahora estoy de 10 semanas y de momento todo va bien (cruzo los dedos).
Si os digo la verdad lo del embarazo empiezo a vivirlo plenamente ahora, porque los miedos me han durado mucho, la incredulidad también. En esta última semana estoy más consciente de todo, más alegre, más ilusionada. Me costaba demasiado creérmelo.
Os animo a que tengáis fuerza, a que sepáis mantener vuestro equilibrio y, sobre todo, a que a vosotras también se os cumplan vuestros sueños.