Hola chicas !!!!! os dejo este artículo por si a alguna le apetece leerlo. Lo he visto interesante!
Noe-Noe espero que te saque de dudas !!!!!!
[SIZE=3]El invisible peligro de la beneficiosa natación para bebés[/SIZE]
El ejercicio en el agua fortalece la musculatura y el sistema cardiorrespiratorio de los lactantes. Sin embargo, estos beneficios pasarán al olvido si la piscina tiene una alta cloración.
La natación para bebés es una nueva forma de estimulación para los niños en sus primeros años. Esta actividad entrega beneficios para el recién nacido a nivel motriz y de sociabilidad. No obstante, se debe tener precaución con la cantidad de cloro que tenga el agua de las piscinas, ya que si su concentración llega a ser alta puede ser dañino para el organismo del lactante.
Uno de los aportes más significativos de la actividad acuática para el proceso de crecimiento del bebé es el desarrollo sicomotor. El niño que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse con la misma libertad que tuvo en el período embrionario.
Todo cuerpo en el agua se vuelve más liviano y los movimientos son más lentos o menos invasivos. Los músculos del bebé empiezan a desarrollar la resistencia y elasticidad, ya que en la natación se trabajan todos los grandes grupos de ligamentos.
Según algunos especialistas los niños que practicaron el deporte acuático en los dos primeros años de vida aumentaron su coeficiente intelectual. Aunque esto no está probado científicamente, los expertos coinciden en que los menores desarrollan una mejor percepción del mundo que los rodea, porque aprenden a ser más creativos y observadores.
La terapeuta corporal y profesora del Centro Acuático Rayuela, Jennifer Dazin, afirmó que los menores "tienen un aprendizaje más rápido que otros niños, pero eso no quiere decir que sean más inteligentes que otros".
Otro punto a favor de la natación en niños es la seguridad que adquieren en el medio acuático. Los profesora Dazin señaló que es fundamental que los bebés sean acompañados por sus padres ya que, además de fortalecer los lazos familiares, el hecho de que sean precisamente sus progenitores los que les presenten el medio, les produce un buen desarrollo de la confianza en sí mismos.
La terapeuta especificó que los pequeños de entre tres meses y dos años no son capaces de aprender a nadar como forma de supervivencia, porque no tienen las condiciones motrices necesarias para ello. Sin embargo, la experiencia temprana les será útil cuando más grandes tomen clases de natación.
"En ese sentido es importante que empiecen más chiquititos, en términos de la seguridad que desarrolla el propio niño y eso gracias al contacto que tuvo con sus padres en el agua", agregó.
El médico pediatra Alberto Kohan coincide en los beneficios de que los menores estén habituados al agua para prevenir fatales consecuencias si caen por accidente a una piscina.
"El gran problema de los niños es que quedan paralizados y no se mueven y a veces se pueden ahogar en una poza de agua muy chica. Entonces lo importante es que ellos aprendan a defenderse del agua", afirmó el facultativo.
Otra de las ventajas de la actividad acuática en los primeros años de vida del niño es el fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio gracias al trabajo del corazón y los pulmones, que aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.
No obstante, todas estas bondades pueden transformarse en sinsabores si no se toma en cuenta las condiciones en las que nade el lactante.
[SIZE=4]La peligrosidad del cloro para los bebés[/SIZE]
A pesar de las variadas atribuciones que tiene el trabajo en el agua para los más pequeños, existe cierto riesgo de daño pulmonar a causa de las altas concentraciones de cloro en las piscinas, cuya concentración debe situarse entre 0,5 y 0,6 por ciento.
El mes enero un estudio belga comprobó que los niños que se exponen a la molécula clorhídrica por un tiempo prolongado, cuando crecen pueden desarrollar enfermedades broncorrespiratorias como fibrosis pulmonar o asma bronquial.
El descubrimiento de la Fundación Nacional para la Investigación Científica de Bélgica, dedujo que los niños que empiezan a nadar con menos de dos años de edad en piscinas cloradas pueden desarrollar lesiones irreversibles en el sistema respiratorio 10 años después.
El daño del agua con exceso de cloro puede ser similar al que pueden originar varios años de adicción al tabaco en los adultos.
El trabajo, llevado a cabo entre 2002 y 2006, se practicó en 341 niños de Bruselas de entre ocho y 12 años de edad, de los que 41 fueron iniciados en la natación antes de cumplir los dos años.
Según el estudio, 10 años después de comenzar con la natación, esos 41 niños presentaron problemas de permeabilidad pulmonar, como lesiones celulares o pérdidas del 20 por ciento de sus células bronquiales, también conocidas como "de Clara", que neutralizan la entrada en los pulmones de sustancias dañinas.
Las células de Clara son parte del bronquiolo terminal, lugar donde finalizan las vías conductoras del sistema respiratorio. Al ser expuestas al cloro estas células se sensibilizan y no cumplen la labor de detener la estimulación de ácaros o polen, contaminación, humo y algunos fármacos.
La secretaria técnica de la Red Toxicológica y Alerta, Rita Chile, Laura Bergel, afirmó que estos daños pueden derivar en un asma bronquial alérgico cuando el individuo ya tenga el sistema respiratorio desarrollado.
La concentración extrema de cloro "produce un fenómeno irritativo y eso después se transforma en un fenómeno crónico que puede llegar a la fibrosis pulmonar o asma bronquial".
Una persona mayor no corre el mismo riesgo que los pequeños ya que "la vía área del niño es una vía área corta, versus la del adulto que es una vía área mucho más larga, entre el espacio que hay entre la parte alta y la parte baja es mucho más pequeñita entonces rápidamente llega (las partículas de cloro) a la zona bronquial".
Los resultados del estudio muestran además que el 11 por ciento del total de los niños analizados tenían asma de esfuerzo, porcentaje que aumenta al 23 por ciento entre los que fueron bebés nadadores.
[SIZE=4]Qué requiere el bebé para sus clases de natación[/SIZE]
[SIZE=2]Los especialistas recomiendan esperar hasta los tres o cuatro meses de vida para llevar al lactante a las piscinas.[/SIZE]
[SIZE=2]El horario debe elegirse según el bebé. La hora en que se realice la clase no tendrá que coincidir el momento de dormir ni de comer, y así no perturbar el ritmo habitual de su vida.[/SIZE]
Las primeras sesiones deben ser cortas y podrán ir aumentando progresivamente hasta 20 minutos como máximo.
Sin embargo, se cree que es el propio bebé el que decide o marque la pauta. Si se percibe tembloroso o llora es una señal clara que no debe estar en el agua por lo es recomendable sacarlo inmediatamente.
[SIZE=3]Recomendaciones para la elección de piscinas[/SIZE]
Para que no exista daño bronquial en el menor que asista a clases de natación se debe escoger una piscina donde la concentración de cloro sea baja, es decir, 0,5 ó 0,6 por ciento.
La temperatura del agua no debe ser menor a los 32 grados, aunque puede variar de un grado a otro dependiendo de la época estacional.
Es recomendable que las piscinas sean cubiertas, climatizadas y que certifiquen que cumplen con los requisitos higiénicos sanitarios establecidos por la autoridad de Salud.
El camarín debe estar cercano a la piscina, ya que un trayecto muy largo puede enfriar el organismo del pequeño.
La piscina sólo debe estar ocupada por bebés que no deben sobrepasar el número adecuado para la capacidad de la pileta.
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Un beso para todas !!!!!!!!!!!!!!!