Estoy de 33 semanas y mi niña NO QUIERE colocarse boca abajo. En principio, parece ser que no hay ningún problema físico, asi que podríamos decir que es "porque no le da la gana".
La fisio de las clases de preparación al parto me ha dicho que hay formas externas de hacerles girar y que para mayor seguridad las realiza el tocólogo.
Los contras son, que una vez colocada "si le apetece" puede volver a darse la vuelta, y que puede haber dolor o molestias tanto para la mami, como para el bebé.
Esto último es lo que me tiene un poco indecisa. Aunque siendo sincera yo preferiría 100 veces un parto vaginal, sino hay más remedio me quedaré con cesárea.
¿A alguna se lo han practicado? ¿Que se nota? ¿El bebé sufre? ¿Es efectivo?
Gracias.