Concepto general
Las náuseas y los vómitos son síntomas normales durante las primeras semanas de embarazo y suelen irse al finalizar el primer trimestre, aunque a veces los malestares perduran durante todo el embarazo. Si bien las náuseas y vómitos son normales, es necesario consultar al médico en caso de que no puedas retener nada en tu estómago o vomitas la mayoría de los alimentos.
Cuando se presentan las náuseas y vómitos
Lo más común es que se presenten durante la mañana, principalmente al levarse de la cama y vayan disminuyendo durante el día, pero cada organismo reacciona de distinta manera y algunas mujeres sienten mayores molestias por la noche, tras dormir una siesta o después de determinadas comidas.
Porqué se presentan las náuseas y vómitos
Durante el embarazo, el sistema digestivo sufre grandes modificaciones a causa de las hormonas. La digestión se vuelve más lenta, lo que trae aparejado mayores molestias, pesadez e incluso acidez y flatulencia. A causa de todos estos trastornos es normal sentir náuseas tras una comida aparentemente normal, además, el cuerpo se vuelve sensible ante olores o sabores que antes nos parecían agradables. Las pastillas de hierro que habitualmente se dan como complemento durante el embarazo también pueden acentuar las náuseas y vómitos ya que estos medicamentos son muy potentes y pueden afectar severamente el aparato digestivo.
El estrés, el miedo al parto, a la llegada del bebé o a la salud del feto también pueden ser causa de vómitos y náuseas frecuentes. El componente psicológico a menudo se pasa por alto, pero lo cierto es que en el embarazo toma una relevancia aún mayor.
Cómo disminuir las náuseas y vómitos
Para disminuir las náuseas y vómitos, el médico puede recetarte un medicamento especial que no afecta al bebé pero también existen algunas recomendaciones para que puedas sobrellevar mejor la situación.
Come varias veces al día pero en pequeñas porciones. Si estás segura que no podrás comer una ensalada, un plato principal y una fruta de postre, divide el almuerzo en tres: come cada una hora uno de los platos. Las náuseas suelen ser peores cuando tienes el estómago vacío (por eso se acentúan cuando te levantas).
Al despertar, come galletitas de agua y espera un rato antes de levantarte. De esta manera no te levantarás con el estómago vacío.
Evita las comidas pesadas, fritas, picantes, las grasas saturadas y los alimentos que producen acidez y te ayudarás a mejorar la situación.
Toma bebidas digestivas y come con calma.