Mira que a mí el alcohol no me gusta, de hecho antes de saber que estaba embarazada jamás bebía, siempre con mi coca cola zero a todos lados, pero como es verdad, que basta que te prohiban algo para que sea toda una tentación. Lo mismo me ocurre con el jamón, antes "ni fu ni fa" y ahora no veas como se me van los ojitos detrás. Así que le he dicho a mis amistades y familiares que para el hospital nada de flores ni bombones (ni mariconadas de esas), que me traigan bocatas de jamón del bueno, jejeje y me temo que éstos lo cumplen, veremos a ver si no me veo con mi niño en los brazos y 27 bocadillos de jamón sobre la mesilla de noche de la habitación del hospital