Otra cosa que me llamó la atención, ahora que me acuerdo, es lo de los percentiles. Carlos González les quita importancia. Si tu niño está feliz y se le ve animado, contento y saludable, da igual qué percentil tenga. Hoy le he sacado partido a esta lectura porque he tenido mi eco del tercer trimestre y Adhara está en el percentil 18. A lo mejor si no hubiera leído el libro estaría preocupada. Habiéndolo leído, estoy de lo más tranquila.