Nenas, os pego unas cosas sobre la ley de Murphy en embarazadas, me he reído un buen rato
- Los futuros padres siempre quedarán sorprendidos por el resultado del test de embarazo, como si no hubieran sabido lo que estaban haciendo.
- Aunque antes del embarazo la mujer haya sido Medalla de Platino en lucha libre, a partir de la tercera semana de gestación ya no podrá hacer ni el más mínimo esfuerzo. Mucho menos, lavar los platos.
- Toda embarazada descubrirá que tiene síntomas, síndromes y malestares que no figuran en ningún libro (y de los que su médico no escuchó hablar jamás). Esto se cumplirá con toda su fuerza cuando se trate de primerizas.
- Toda embarazada se propondrá firmemente que sus hijos no sean malcriados como los hijos de los otros.
- La mejor amiga de una embarazada siempre será otra embarazada, aunque nunca se hayan visto.
- La capacidad de atención del futuro padre respecto de la embarazada es inversamente proporcional al real malestar que ésta sufra. Así, si la embarazada se queja por tonterías, obtendrá del futuro padre atención de primer nivel e, incluso, recibirá un regalo “para que se mejore”. No obstante, si la embarazada se lamenta por dolencias o malestares realmente serios, como hemorroides, acidez, hinchazón, dolor de espalda, incontinencia o línea negra del ombligo, no recibirá atención alguna y será acusada de quejarse por tonterías.
- La manera de saber si el futuro padre realmente quiere al bebé, es pedirle que salga a comprar sandwiches a las tres de la mañana.
- Por cada “n” objetos, prendas o juguetes que la embarazada adquiera durante sus excursiones de shopping para el bebé, comprará al menos “n+5” objetos o prendas para su uso propio.
- Por más esfuerzos que haga el futuro padre por demostrar su amor y deseo, toda embarazada pensará en algún momento que su pareja ya no la quiere porque está gorda y que por eso anda con otra.
- Cuanto mayor sea el interés de los padres en saber el sexo del bebé antes del parto, más sutileza desarrollará en niño en ocultarlo. Pero, cuando los padres demuestran el menor interés, el niño deberá aparecer desnudo en sueños, mostrarse obscenamente en las ecografías o enviar mensajes en código morse para informales.
- Todo movimiento sencillo dentro de la panza, como chuparse el dedo o rascarse el cordón, se usará como prueba irrefutable de que años más tarde, el niño será el nuevo número 10 de Boca Juniors, Independiente, Alianza Lima o Atlético de Madrid.