Hoy te escribo a vos, mi vida, mi bebé...
Que estés acá, en este mundo, es todo un milagro.
Algún día entenderás que desde el preciso instante de la concepción estuviste signada por la magia. Y a partir de ahí, cada instante de tu existencia es y será magia. Cada cosa que hagas, casa cosa que toques, cada corazón en el que te adentres...
Porque hubo una cadena de acontecimientos para que fuera posible tu existencia tanto dentro del útero como fuera de él.
Resumidamente:
- El error, mágico error, de la ex-obstetra de mamá al ponerle el DIU y no controlárselo después de la cuarentena.
- El instante mágico en que papá y mamá estuvieron juntos JUSTO cuando al cuerpo de mamá se le ocurrió largar un ovulito tan poco después de un parto y aún amamantando... y también que JUSTO te formaras vos.
- La CAUsalidad de que mamá conoció en la guardia de una clínica al único obstetra que le prometió que ibas a nacer, que iba a hacer todo pero todo para poder seguir adelante con el embarazo, pese a los riesgos. Todos te daban por perdida mi amor, pero él se la jugó e hizo que mamá se aferrara al único que le dio un rayito mágico de esperanza, al único...!
- El mismo obstetra del que te acabo de hablar, que se le ocurrió madurarte los pulmones "por las dudas que..." y cuando aún faltaba mucho para que nacieras. Aunque nadie sabía que, en realidad, no faltaba casi nada.
- La increíble manera de crecer que tuviste dentro del útero de mamá que te permitió nacer con un buen peso a pesar de la gran prematuridad.
- La excelentísima atención del servicio de emergencias que tranquilizaron a papá e hicieron que pusiera el teléfono en altavoz y lo fueron guiando para que nacieras, en sus manos.
- La rapidez con que llegaron las ambulancias.
- La CAUsalidad de que si la abuela no trabajara en ese servicio de emergencias jamás lo hubiera contratado porque no es una empresa muy conocida. Pero ahora sé que es la mejor. No como las otras que te dejan esperando media hora, una hora incluso, para después enviar una ambulancia mal equipada.
- El gran equipo de médicos y enfermeras que tuviste desde el primer momento. Papá y mamá estaban *a ciegas* con esa clínica, pero el tiempo demostró que fue lo mejor que te pudo haber pasado *caer* ahí.
Qué mal va a sonar decir que fuiste la menos
buscada de los cuatro. Pero te voy a decir algo, fuiste y aún seguís siendo la más
esperada.
Giulia Ricciardi Genovese,
naciste en
Buenos Aires un 11 de septiembre del año 2017 a las 03:11 de la madrugada, en la semana 27 + 2 días de gestación. Pesaste 1.452 gramos y mediste 38 cm.
Te cuento mi amore que sos la tercer generación de italo-argentinos en la familia de mamá, junto con tus herman@s Isabella, Battista y Matteo; y junto a tus primos Dante y Anna Chiara. Por parte de la familia de papá también son italo-argentinos. Algún día vas a saber lo importante que para esta familia es no perder la cultura, lo que es tener el corazón a ambos lados del Atlántico y repartido entre los dos hemisferios. Hasta quizá tengas el acento que en nuestra familia nunca se perdió y te contaré mil historias de tus bisabuel@s que estoy segura de que te cuidan desde el cielo. Para contarte algo gracioso, sé que algún día me vas a hacer la pregunta del millón, esa pregunta que en esta familia hicimos tod@s cuando éramos chiquitos: ¿qué pasa cuando juega Argentina contra Italia?

El fútbol es toda una religión. Y pensar que en el mundial pasado mamá y papá todavía no se conocían y tampoco tenían hijos. Ayer nos enteramos de que el año que viene nos vamos a Rusia, al mundial. Es increíble que en sólo cuatro años, para este siguiente mundial, nos transformamos en una familia de seis, esa familia que vos viniste a completar aún cuando no sabíamos que nos faltaba alguien. Pero ahora se nota, ahora que viniste estamos completos. Completos pero con el corazón en la clínica donde vos estás, y hasta que no vengas a casa, no vamos a poder tener el corazón en nuestro hogar. El cuore, como decimos nosotros, amor mío.
Dejame prometerme a mí misma que no te voy a asfixiar a pesar de lo que pasaste. Que no voy a cometer el error de lastimarte por querer sobre-protegerte por haber sido tan prematura. Dejame prometerme y también prometerte, que siempre voy a recordar y nunca olvidar que sos un milagro, que sos fuerte, que no sos mía sino de la vida. Que alguien más allá de nosotr@s quiso que vinieras al mundo, sana y fuerte, para que seas libre, para que seas vos misma. Que no te voy a poner ninguna mochila salvo la que vos elijas cargar. Que sólo seré tu guía para acompañarte en el camino que desees recorrer, pero que jamás te impondré el camino. Que sólo sé que sos magia milagrosa, pero que vos vas a ser quien me enseñe a terminar de definirte, quien me muestre quien sos, y que no sea yo quien te defina. Mi pequeña gran maestra de la vida, estoy esperando a que me enseñes aún más, a que NOS enseñes. Y que todo eso que viniste a enseñar, a mí y a papá, también tengamos la sabiduría de aplicarlo para con tus herman@s.
Parece mentira, YA UN MES DE VIDA.
Cada vez los miedos se alejan un poquito más.
Y cada vez falta menos para que estés en casa.
Hasta ayer, un día antes de tu primer cumple-mes, estabas pesando 1.848 gramos. Toda una linda gorda lechona
Te amamos infinito.
Todos los días, todos sin excepción, le pedimos a Dios que tengas salud y que salgas adelante. Hoy no vamos a pedir nada, hoy sólo vamos a agradecer.
Feliz primer mes. Papá, mamá, tus herman@s, prim@s, abuel@s, tí@s, padrin@s y amig@s de la familia te esperamos con mucho amor
