Para Alba...Nueve meses contigo, nueve meses sin ti
Hoy hace nueve meses en que tu corazón dejó de latir y el día 10 se cumplirán nueve meses en que tu cuerpo se separó del mío, nueve meses del momento en el que pude coger en brazos tu cuerpecito sin vida y pude abrazarte. Nueve meses de dolor, de amor desperdiciado, de llanto, de sin sentido, nueve meses de corazón roto...
A pesar de eso, me quedo con lo bueno, los nueve meses que viviste dentro de mí, fueron meses de nuevas experiencias, de felicidad, de ilusiones...
nueve meses de amor. Aun me acuerdo cuando vi el positivo en aquel test, de la alegría que me desbordó. Del primer día que te vi en una eco, de cuando escuché tu latido por primera vez, de cuando te pude ver la carita en 3d... fueron momentos inolvidables e irrepetibles que, aunque ahora vivamos con tu hermano, fueron únicos porque eras tú.
Te recuerdo siempre y lloro a veces, no de dolor, sino de recordar que un día fuimos felices y inocentes y ahora, toda esa inocencia, se perdió. Ahora tengo miedo a que algo pueda salir mal aunque sé que no es lo normal, que lo nuestro fue un accidente que nadie podía prever y que Lucca nacerá bien... pero es inevitable. Sueño contigo, sueño con el día en que te dí a luz, que nada había salido mal y que por fin éramos tres. Luego me despierto y me encuentro con mi cruel realidad, que tu ya no estás y que nunca me llegaste a conocer.
Sabes lo que más me duele? Que no estoy al 100%, que no estoy disfrutando del embarazo de tu hermanito por miedo a que sientas que me olvido de ti. Hablándolo con otras mamás me han dicho que es normal, que intente pensar más en él y que disfrute... pero no sabes cuan fácil es hablar y cuan difícil es hacerlo.
Sé que no volverás, eso lo tengo asumido y que Lucca es el que ahora debe ocupar mis atenciones, por eso debo dejarte ir aunque no quiero hacerlo. No sé que pasará el día en que hubieras hecho tu primer añito, ni sé que pasara cuando nazca tu hermano... sólo sé que siempre te llevaré en el corazón, porque tu fuiste la primera, mi primera hija, aunque seas mi bebé de luz. El lunes, como cada día diez, te esperaré en la ventana, para hablarte y que mis palabras lleguen al cielo, porque aunque no estemos cerca físicamente, mamá te siente muy cerca.
Te quiero mi estrella.