Generalidades
La relación de la pareja después del nacimiento del bebé cambia enormemente. Durante el embarazo, muchas parejas se acercan mucho más, y el amor y la intimidad crecen pero con la llegada del pequeño nada vuelve a ser lo de antes. En muchos casos, el sexo se vuelve algo extraño y lejano. En otros, la presencia de un pequeño ser en la habitación puede cohibir el deseo. Los pormenores de la llegada del bebé afectan a la pareja que aún no se adecúa a la nueva situación.
Los loquios
Cuando las pérdidas abundantes o loquios han cesado, seguramente tu médico te de el alta para que puedas retomar tu vida sexual pero volver a iniciar las relaciones maritales no es una obligación. El cuerpo cambia, las obligaciones aumentan y las ganas se esfuman. En un comienzo, puede que no tengas interés sexual y es normal. Lo importante es charlarlo con tu pareja y que ambos estén seguros en el momento de hacerlo.
Complicaciones físicas
A nivel físico, puedes atravesar distintas complicaciones que imposibilitarán o interferirán en las relaciones sexuales como por ejemplo durante las primeras veces que mantengas relaciones puedes sentir dolores, molestias o ardores, especialmente si has tenido episiotomía. La falta de lubricación también es común, en ese caso, sólo basta con utilizar una crema lubricante que no tenga alcohol ni otros componentes que puedan irritar la zona. Si sientes fuertes ardores o comezón, debes consultar con tu médico ya que existe el riesgo de infección. Dependiendo de tus costumbres o hábitos sexuales de pareja las hemorroides con la consecuente inflamación del tejido anal puede provocar que te inhibas de mantener buenas relaciones sexuales porque carecerás de placer, por otro lado puede aparecer incontinencia urinaria de acuerdo a la dificultad que hayas tenido en el parto lo que también hará que durante las relaciones sexuales te mantengas incómoda por miedo a orinarte, algo muy común sobre todo si ya has tenido varios niños.
Complicaciones emocionales
Las complicaciones emocionales también influyen en la crisis de pareja tras el embarazo y el parto es muy común que se presentes sentimientos contrariados de alegría por el bebé y al mismo tiempo tristeza con la consecuente ansiedad y llanto por no saber como actuar frente al nuevo ser que ha llegado al hogar aunque también todos estos sentimientos se relacionan a los cambios hormonales y al reacomodamiento orgánico, pero lo cierto es que estos sentimientos actúan en contra de poder disfrutar del sexo pleno en algunas mujeres.
Buscar una solución
El sexo, para todas las parejas ocupa un lugar importante en la vida del matrimonio por lo cual no son pocas las que llegan a la separación en esta etapa, ya que no pueden amoldarse a los cambios. El malestar físico, el sueño, la llegada de un intruso, hacen que las ganas de estar en pareja disminuyan notablemente y, a largo plazo, puede perjudicar la relación de pareja. Si esto sucede, deben hablarlo y buscar una solución los dos juntos, ya que, aunque parezca el fin de la relación amorosa, es una etapa que, como padres, deberán atravesar. También es una buena alternativa consultar con tu médico y, si lo crees necesario, con un terapeuta. Ser padres es una gran aventura pero, como todo, tiene sus obstáculos. Aprender a superarlos es parte de nuestro desafío diario.
Hay que dejar en claro que a pesar de que las complicaciones físicas son comunes a todas las mujeres que atravesaron un parto, no todas transcurrieron las mismas complicaciones emocionales, ya que las emociones y los sentimientos varían de acuerdo a cada individuo y al sostén que encuentren en su pareja como a la importancia que ellas le otorguen a las relaciones sexuales.
La relación de pareja después del nacimiento del bebé
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