Hola bebé, hasta ahora no he podido recobrar fuerzas para recordar como fue tu llegada al mundo, bastante traumática pero, gracias a Dios, estamos juntos y estamos bien.
TU LLEGADA AL MUNDO
La madrugada del día 5 empecé a las 4:30 con contracciones, las iba controlando y eran cada 8-10 min, cada vez más intensas. Decidí no despertar a papá porq sabía que iba para largo y preferí que estuviera descansado. Ya por la mañana cada vez eran más seguidas, incluso cada 3 min, preparamos a tu hermanito para quedarse con la abuela y nos fuimos al hospital a eso de las 9:30h. Cuando llegué sólo estaba dilatada de 2 cm, así que me mandaron dar un paseo para ver si dilatada más con el movimiento. Hacía mucha calor en la calle y las contracciones cada 3 minutos eran muy fuertes y me obligaban a detenerme y doblarme. Así que fuimos a la cafetería del hospital tratando de aguantar un poco. Papá me trajo un batido de chocolate a ver si estimulaba el parto. Como ya me era difícil estar por la calle volvimos a paritorio. Me volvieron a explorar y estaba dilatada de 3 cm así que ya me ingresaron. Decidí esperar un poco antes de ponerme la epidural, porque con tu hermano se me pararon las contracciones y hubo al final que hacer cesárea. Nos pasaron a otra sala y me dieron la pelota de pilates. Ahí aguanté lo que pude, dolía muchísimo. Cuando ya estaba de 5 cm era algo insoportable. La matrona decía:” si al final te la va a poner póntela ya y no pasas dolores. Ya le dije que si porque me retorcía y lloraba del dolor. A partir de ahí todo fue un desastre. Igual que con tu hermano la epidural me cogió más de un lado, quedándose esa pierna como si fuera de hormigón. Las contracciones fueron a menos, con lo cual decidieron poner un poco de oxitocina en el gotero. Empezaron las contracciones más regulares pero, de repente me entró un dolor en el lateral izquierdo aún peor que las contracciones y continuo. Tan sólo quería perder la conciencia. Temblaba del dolor y vomité. No sabían que era. Me aumentaron la anestesia y me pusieron buscapina. La anestesista dijo que si no se me pasaba sacaría el catéter y lo volvería a colocar. El dolor pasó, no hizo falta. Seguí dilatando más relajada. Cuando estaba de 7 cm se rompió la bolsa, lo cual hizo también que sintiese menos presión. Al poco llegué a los 10 cm pero tu estabas muy arriba, no descendías por el canal del parto. Como ya eran cerca de las 11 la ginecóloga dijo que ya llevaba mucho tiempo, que me iba a pasar a la sala de partos, a ver si ahí con los agarres podía pujar mejor, y si no salías pues cesárea. Papá se fue a ponerse la bata preparado para entrar en el parto pero no pudo ser…la gine se tiró encima de mí clavándome los codos con todas sus fuerzas empujamdote, yo gritaba del dolor. La segunda vez que lo hizo provocó el desastre . De pronto tu monitor empezó a caer empicado y yo a sangrar, mi útero no aguantó y reventó. Empecé a ver todo borroso, gente gritando corre, corre mientras me trasladaban al quirófano. Una chica con cara desencajado intentando que le firmara un papel cuando yo ni veía ni podía moverme. Luego empecé a asfixiarme y perdí la conciencia. Cuando desperté, 3 horas más tarde, botaba de frío, tenía puesta transfusiones de sangre y oxígeno. Enseguida como pude pregunté por mi bebé, me dijeron que estabas bien pero que estabas en la UCI. Que estabas bien para mi significó que estabas vivo pero , ¿ que estabas en la UCI? Eso no era nada tranquilizador. Todo el resto de la noche fue una auténtica pesadilla, no sabía nada más de ti, ni sabía que le habían contado a papá, tenía mucho dolor, mucho miedo, mucha angustia. En ese momento tan sólo quería estar en los brazos de mi madre. Pude dormir algo por los calmantes que me ponían que me dejaban sedada. A la mañana siguiente, como iba respondiendo bien, decidieron subirme a planta para poder reencontrarme con papá. Este se derrumbó y empezó a llorar fue una noche muy angustiosa para el, sobre todo en el momento que se acercan a el para decirle que algo no ha ido bien y no te llevaban en los brazos. Papá te pudo ver durante la noche, quedándose muy preocupado cuando te vió por primera vez. Habías sufrido bradicardia e hipoxia, ambas cosas muy graves para un recién nacido. Por suerte tuvimos un Ángel, estaba de guardia uno de los mejores pediatras no sólo a nivel nacional sino europeo. Te estableció el protocolo correcto y reaccionaste enseguida. Él mismo vino en persona a tranquilizarme y decirme que quedarías bien y sin secuelas. Aún así te tuvieron en la UCI controlando tanto tu actividad cerebral como tu corazoncito y aplicándote terapia antibiótica para evitar encefalopatía. Naciste un jueves y no pude verte hasta el sábado, que ya pude levantarme y que me llevaran en silla a la UCI. Nuestro reencuentro fue muy emocionante para mi, sobre todo porque de no haber tenido los tratamientos adecuados podría no haberse producido.
En resumen cesárea de urgencias por rotura uterina provocada por la maniobra de kristeller que me aplico la ginecóloga (maniobra que según he leído está prohibida) que apuntó estubo de costarnos la vida a ti, a mi o a ambos. Recuerdo que durante el parto nos dieron a firmar un papel en el que aparecía la rotura uterina como una de las complicaciones más graves del parto, que ocurría en 1 de cada 1000 partos….Pues nos tocó.
Gracias a Dios hoy puedo contarlo y estar junto a ti viéndote crecer cada día. Pero el susto no se me quita del cuerpo, cada vez que duermo tengo pesadillas. Espero pronto poder recuperarme física y psicológicamente y estar al 100% para vosotros. Te quiero mucho mucho mucho mi bebé.