La importancia de la actividad física
La actividad física durante el embarazo es muy necesaria. La gestación es una etapa donde los cuidados y la buena alimentación son fundamentales pero no por eso debes permanecer inmóvil en cama esperando el gran momento. Más que nunca debes encontrar una actividad que te guste y realizarla, ya que el ejercicio ayuda a prevenir muchos malestares propio del embarazo y harán que respondas mejor en el parto.
Beneficios de la actividad física
La práctica frecuente de ejercicio físico ayudará a mejorar la circulación, principalmente, en las piernas, previniendo la aparición de várices y estrías. También es útil para mejorar el funcionamiento del aparato digestivo y el intestino, previniendo la constipación, la flatulencia y la acidez, muy comunes durante el embarazo. Reducirás los dolores en la zona lumbar y te adaptarás mejor a los cambios que, por el peso de la panza, tu cuerpo deberá sobrellevar. Asimismo, evitarás aumentar de peso excesivamente ya que, mediante el ejercicio, podrás quemar esas calorías extras. Si lo acompañas con una buena alimentación, no te costará nada volver a tu peso normal luego del parto.
Uno de los puntos más favorables por los cuales debes realizar una actividad es que ayuda a que te sientas mejor. El embarazo es un período donde los cambios hormonales producen importantes alteraciones del estado de ánimo y puedes sentirte deprimida sin razón, lo que no es bueno para ti ni para tu bebé. Cuando practicas ejercicio físico, liberas sustancias que te devolverán el ánimo, te quitarán el estrés y las preocupaciones, así evitarás que las tensiones se acumulen en tu espalda y cuello y evitarás los molestos dolores de espalda y cabeza.
Beneficios en el momento del parto
Al momento del parto, para que tu bebé nazca saludablemente deberás tener fuerza, resistencia y una capacidad respiratoria. Si estás en forma, tu flexibilidad y tonicidad muscular serán mayores y podrás atravesar mejor este momento. Además, te recuperarás más fácilmente en el postparto.
Actividades recomendadas
Las actividades recomendadas en esta etapa son las aeróbicas y las de baja intensidad, como caminar, nadar, yoga, bicicleta, tenis y golf. Con sólo caminar 30 minutos al día, ya aportarás a tu organismo una gran cantidad de beneficios.
Siempre debes comentar a tu médico antes de emprender cualquier rutina. Si ya eras deportista, seguramente no tendrás muchos problemas, pero si recién empiezas, hazlo lentamente. Una práctica demasiado intensa, ejercicios que afecten tu zona abdominal o con altas posibilidades de golpes y traumatismos pueden traer más problemas que beneficios.