Ay chicas con lo del sueño... Resulta que el padre de la criatura y yo salimos a caminar. Hacía un sol de justicia, pero cuando ya estábamos muy, muy lejos, comenzó a... ¡¡¡diluviar!!! Yo con sandalias y bajando cuesta abajo... Entramos en una cafetería a ver si paraba y nada, al rato emprendimos el camino de regreso, la lluvia fue remitiendo pero las calles mojadísimas. Resbalé un par de veces y me dio tanto miedo que con las hormonas a flor de piel casi me pongo a llorar en plena calle. Llegué a casa tan nerviosa que al poco de echarme en la cama a revisar internet, me entró sueño y me he despertado ahora.
Es que lloro por todo, es increíble. Entre eso, el miedo a que algo vaya mal y que me cuesta asimilarlo (supongo que hasta la eco), estoy hecha un cuadro
Y mañana la matrona. A ver qué me dice.