Hola!
El pasado lunes 30 di a luz a mi hija en una sala especialmente habilitada para partos respetados del hospital Can Ruti. La verdad es que fue una experiencia vital grande e intensa y todo fue perfecto. Así que me gustaría dejar constancia.
Mi constitución
Soy del montón fisicamente. Soy de las típicas que se apunta al gimnasio por buenos propósitos y si no voy con alguien, al final me da pereza y no vuelvo a ir. Bastante delgada y poca cosa. Vamos, que si pude yo, puede cualquiera (que esté motivada)
La preparación
- Masaje perineal desde semana 34 sin faltar un sólo día. Utilicé aceite de rosa mosqueta.
- Ejercicios de Kegel no diarios, pero si habituales.
- Asistí a cursos de preparación al parto que se impartian en una piscina y desde la semana 36 hice ejercicios de dilatación en casa con una pelota grande inflable, de esas de gimnasio.
- Tambien hice yoga desde la 36 dos días por semana (aunque ya había practicado con anterioridad).
El hospital
El que me tocaba era Can Ruti, en Badalona. Como yo tenía claro que quería un parto respetado, en los cursos de preparación al parto del CAP me dijeron que debía llamar e informar al hospital.
En el hospital te hacen un protocolo un tanto específico. Un día tienes una reunión en la que te explican, a ti y a unas cuantas madres más, cómo es la sala de parto natural y unas cuantas cosas más. Además, la programación de las visitas es con una matrona específica que coordina la sala de parto natural y te hace una pequeña entrevista para ver qué esperas, qué pueden ofrecer ellos, etc. A parte de las visita médica, claro.
Para poder tener un parto natural todo debe de ir bien, el embarazo y tu y el bebé. Pero de eso se aseguran mucho y la verdad es que me sentí muy a gusto y segura todo el tiempo.
El día
Tuve contracciones serias la noche de antes, pero se pararon por la mañana. Ese día, por la noche, volvieron a aparecer pero no se fueron cuando llegó el alba, sino que se hicieron constantes cada 15 minutos.
Así transcurrió el día hasta que a la una de la noche, de repente, sin avisar, se hicieron cada 3 minutos y yo tenía unas ganas enormes y terribles de ir al baño y de empujar.
El parto
Así llegamos a Can Ruti. Yo estaba dilatada de 4-5 cm y de parto. Después de comprobar datos y de monitorizar brevemente, abrieron la sala para mí y pedí la piscina de dilatación. La matrona de guardia que me tocó no se si era específica para esa sala, pero fue fundamental. Amable, dulce, cariñosa, profesional, consiguió que todo pareciera sencillo. Mi marido tambien iba mentalizado, puso música bonita y masajeaba los riñones a cada contracción. Mi bebé estaba monitorizado inalambricamente y yo veia como sus pulsaciones y todo iban bien. Al otro lado de unas cortinas estaban las salas de paritorio normales, donde en un instante un equipo médico me atendería si la cosa no fuera bien. Me sentía segura.
Dilaté un centímetro más en la pelota, utilizando unas las cuerdas que colgaban verticales para ayudarme a hacer fuerza. Rompí aguas. Este proceso duraría una hora desde que llegué al hospital hasta aquí.
Luego fui a la piscina de dilatación y allí, buf... la calma. No se cuanto tiempo estuve tranquila hasta que de repente noté que salía YA!!! Se lo dije a la comadrona y ella pensó que estaba exagerando. Me hizo un tacto y de inmediato se puso a tocar un timbre. Dilaté los 5 cm que quedaban y mi bebé se colocó en posición en el tiempo de relax!!! Yo no podía parar de empujar!!!
EN seguida aparecieron 2 comadronas más, que prepararon la cama, pero no una cama normal de obstetricia, con las patas al aire como pollos para ser abiertos en canal, no, una cama normal pero más alta. La zona del periné me ardía, yo pensaba que se rompía, pero la comadrona me dijo que nada más lejos. Había hecho un buen trabajo previo y aún daba de sí muchísimo. Empujé bajo s indicación fuerte fuerte FUERTE una vez... y sentí como salia de mi un ser humano entero, con sus hombros (jeje), piernas, cordón que aún lo ligaba a mi... Todo lo sentí, le sentí llorar y calmarse cuando le dejaron sobre mí... Mi marido estuvo a mi lado el rato, no podía parar de reir de puro contento, mientras yo lloraba, sobrepasada por el momento... nuestra hija...
Y una vez comprobaron todo, el papá cortó el cordón y le hicieron un par de test a la niña, sin llevarsela nunca fuera de mi vista, nos dejaron un buen rato a solas los tres para que nos fueramos conociendo...
No tenía ninguna expectativa en concreto. Yo sólo quería que mi niña naciera bien y que yo no sufriera mucho. Y la verdad es que tuve un parto de libro, el deseo cumplido de un montón de madres. Ojalá si vuelvo a parir se repita esta experiencia. Volveré, sin duda, a pedir un parto natural.
Espero que sirva mi testimonio.
Un
a todas.