Es de valientes reir cuando el corazón llora

Thais

Querido diario,

Pues… mañana será el gran día del “Como estás”. Me incorporo al trabajo pues pedí el alta hoy a la doctora de cabecera y mucho me temo cuál será la frase estrella del día.

No entiendo lo de mi trabajo: sólo le dije a una persona lo del aborto. No creí oportuno pedirle discreción abiertamente pues la presumía evidente, pero veo que no, que debí decirle que mantuviera la boca cerrada. La misma tarde comencé a recibir de parte de media empresa mensajes de “pésame” e incluso alguno cuestionando que no hubiera anunciado mi embarazo a bombo y platillo.

Sé que cogió a casi todo el mundo por sorpresa pero es que no considero que tuviera que dar ninguna explicación al respecto. No se trata de un tema de desconfianza o de no compartir las cosas buenas que me suceden, sino de prudencia. Sabía que el embarazo no iba bien y no me apetecía contárselo a nadie. Quien lo quiera entender, bien, y quien no, también. No me preocupa lo más mínimo.

La otra vez más o menos mantuve el contacto por email con un par o tres de personas de la oficina, conocían los detalles aproximados. Esta vez apenas conocen nada por lo que estoy segura de que mañana vendrán la frasecita de marras y el cuestionario.

No me apetece lo más mínimo pasar por eso de nuevo. A pesar de haberse producido hace escasas dos semanas pienso en este tercer aborto como algo muy lejano y que me sucedió hace mucho tiempo. Ya hace días que todos esos pensamientos y sentimientos los envié al rincón del subconsciente, que es lo que hago con todo aquello que me causa dolor. Me fastidia que las personas no sean conscientes de que es un episodio desagradable y que las preguntas me obligan a revivirlo una y otra vez.

Más de una persona ociosa mañana me pedirá detalles, es lo que tiene el aburrimiento! Se acercan, se presentan como grandes amigas y compañeras de trabajo y pretenden que les cuentes como te sientes, como estás, como ha sido, que te han dicho y todo tipo de pormenores de tu desgracia. Me fastidia porque luego están los que te miran con pena, los que sienten lástima por ti y eres perfectamente consciente de que te están tratando como a una desdichada de la vida.

Es jodido pues en el fondo es una simple pregunta, sólo 2 palabras “Como estás” y no siempre existe el morbo tras la expresión sino un interés sincero y verdadero. Pero te molesta lo mismo, sea de verdad o mentira. Te jode recordar, revivir y por eso jode que te pregunten.

Sé que es lo que hay, conozco perfectamente las fases y las reacciones que conlleva un aborto, tanto las mías como las de los demás. Se que hay que pasarlas… sólo espero encontrar el equilibrio entre la permisividad y la bordería!