Es de valientes reir cuando el corazón llora

Thais

(CONTINUACIÓN)

Shamu se acercó peligrosamente a mi cara y sonriendo, expresó…

- Eso es lo que tú…. te….. crees….!. Tú has sido la única víctima de tu engaño y la única que se ha creído que no me amas. O aún no sabes que yo siempre juego sobre seguro? No recuerdas el beso del sauce, en Barcelona? Mi abrazo intencionado en el Metro de Madrid? O mis provocaciones en el parque del Retiro? La del Jardín botánico? Olvidaste las horas de chat de confidencias? Tus llamadas perdidas para que me conectara y hablar conmigo, aún estando casada? La necesidad de tus emails?

Tesorete… puede que tú tengas amnesia o no sepas ver en tu interior, pero yo veo el brillo de tus ojos cuando estoy contigo, oigo e interpreto tus silencios, leo en tus gestos e intuyo tus emociones en los puntos suspensivos que me escribes en el chat…No, cariño, no me engañas ni lo has hecho jamás. Ni aunque te lo propongas lo harías!

Uufff….me iba a disolver de felicidad de un momento a otro…como quería yo a ese chico…tenía el estómago repleto de entusiastas mariposas revoloteando. Sus palabras eran la prueba indudable de lo bien que me conocía. Le dí un gran sorbo a la copa de vino ambicionando alivio para mi malogrado estomago intentando encontrar la expresión adecuada para replicar a su afirmación.



- Yo no he dicho que te ame – dije nerviosa sirviéndome una nueva copa de vino.
- No? Pero eso tiene fácil arreglo…no crees? – preguntó socarrón clavándome esa mirada que tanto me soliviantaba.
- Bobo…! No pienso decirte nada…! – respondí riéndome y retirando la vista. Me sentía incapaz de sostenerle la mirada.
- Ah, no?? No piensas volver a decirme que me amas y que estás locamente enamorada de mí? Ni que te pirras por mis huesos y mi cuerpo danone? Que me deseas locamente? Ohhhh….!! Voy a llorar… - respondió jocoso levantándose de la mesa y retirando los cuencos de sopa.
- Jajajjajaja pero que tonto eres….!! Creídooo….!! – reí – Pues…. no!! No pienso decírtelo! Voy a llevarme a la tumba lo que siento!
- Segundo plato del chef: sepia a la plancha con guarnición de menestra de verduritas. Y de postre…y si te portas bien… helado! – dijo colocando las fuentes de comida encima de la mesa.

Me levanté a ayudar a Shamu a traer platos para la cena, pero apresuradamente me volteó y me abrazó por detrás con sus fuertes y fornidos brazos, sujetándome con firmeza por la cintura.



- Y tú donde te crees que vas? – exclamó inclinando la cabeza mirándome en una gran sonrisa.
- Pues… venía a ayudarte… – contesté mientras un escalofrío recorría mi cuerpo al notar su cuerpo caliente en mi espalda.

Shamu me empujó suavemente hacia adelante. Sin dejar de abrazarme me dirigió de nuevo a mi silla, encaminando por detrás mis pasos con sus piernas. Una vez en la mesa, me obligó a sentarme empujando mis hombros hacia abajo. Pensaba que se apartaría y ahí quedaría todo, pero prosiguió ahí de pie, a mi espalda, inclinado sobre mí. Alargó sus manos y me sujetó las mías cruzándomelas en la cintura, inmovilizándome con una sola de sus manos.

- Tú aquí quietecita, esta noche eres mi invitada y quiero que te relajes – dijo suavemente al borde de mi oído - Además, creo que tienes algo pendiente que decirme, no? – dijo en mi cuello sin dejar de abrazarme.
- Mmm…. – caí en la cuenta de que pretendía que le dijera que le amaba – mmmmm….pues.. no recuerdo nada… - contesté sacudiéndome para liberarme de sus manos y simulando desconocer a lo que se refería.
- No? Mmmmm….seguro que no?...mmm…. tal vez ….mmmm…. – Shamu se acercó amenazante a mi boca –… quizás yo pueda hacerte recordar…- dijo en un susurro lleno de intimidación.



Cerré los ojos y alargué el cuello para recibir en mi boca el beso de Shamu, pero…no llegó.

Shamu me tomó la cara con su mano libre y comenzó a besar sensualmente mi cuello. Sus besos eran pequeños, llenos de sensualidad, me acariciaba con sus labios, electrizándome el vello. Sus labios entreabiertos rozaban con suavidad mi piel, transitándola con su lengua y mordisqueándome lentamente. Se aproximó al lóbulo de mi oreja y lo besó con el mismo erotismo embriagador e intrigante. Sentía escalofríos en la nuca y por todo mi cuerpo a la vez que reparaba en como mis pezones delataban la efervescencia que Shamu me estaba provocando. Mis latidos se aceleraron….bum..bum…..bum..bum…..bum..bum….



Besó mi oreja, rodeándola entre besos y caricias de su lengua y sus labios. De nuevo buscó la redondez de mi lóbulo y jugueteó con el húmedo órgano de su boca, alternando con sus besos...Sus manos acariciaron mi estómago encaminándose al centro de mi pecho…solté un pequeño suspiro de placer notando el calor del deseo en mi cuerpo… quería que no se detuviera…pero su mano, si bien ascendía por la tripa, por más que provocaba a mis senos, no llegaba a ofrecerme esa ansiada caricia…estaba excitada…

Shamu se detuvo y con voz entrecortada, susurró…

- Qué… sientes…?

Lancé otro pequeño leve quejido de placer. Me sentía inerte, no quería moverme y apenas era capaz de hablar…Ahora mismo siento que quiero que me hagas el amor aquí y ahora…, pensé.

Shamu prosiguió con su tortura durante unos interminables minutos hasta que entre sensuales susurros volvió a preguntar…

- Cariño… vida mía…dime… qué… sientes…

Tanto deseo me mareaba, o tal vez era el vino. Sentía el roce de mi camiseta en mis duros pezones erectos, duros, quería que me tomara y me poseyera en esa misma silla. Anhelaba que me desnudara, que me tomara con fiereza y me hiciera el amor salvajemente encima de esa mesa.

No sin trabajo giré mi cuello en busca de sus labios. No podía mover mis manos pero necesitaba recibir su boca. Shamu se detuvo exhalando su aliento sobre mis labios…dios…quiero su beso….martirizándome, rozó con un leve mordisco de sus labios en la comisura de mi boca…y paró.

Abrí los ojos intentando comprender el motivo de su pausa y me encontré con una expresión divertida en su cara, mirándome. Enrojecí al advertir lo que había sucedido: Shamu había logrado en mi cuerpo justo el estímulo que buscaba, aquello que mis palabras le negaban y se sentía satisfecho por ello.

- No piensas contestarme? – inquirió canalla alejándose a buscar los platos, como si nada hubiera hecho.
- BUFFFFFF….. – resoplé sonoramente y sin pensar.
- Jajajajajjajajajjajajaja – rió Shamu – que te pasa, cielo? Entraste ya en calor? – preguntó dejando los platos en la mesa.

Madre mía, madre mía, madre mía…. pero…será cabrón?????? Lo ha hecho adrede!!!!! Me ha puesto como una moto deliberadamente….!!!! Buuuuuuuuuuuffffffffff……. Cogí la copa de vino y me la bebí de golpe. Cagontó… que mala me ha puesto el capullo este…..¿¿¿pos no me ha puesto burra???? pensé cruzando las piernas intentando aliviar el pálpito que sentía.

Shamu se sentó en la mesa y comenzamos a comer el segundo plato. El alcohol estaba haciendo su efecto, me sentía achispada y no paraba de reírme. El momento se prestaba a ello pues dejando de lado las consecuencias del vino, me sentía francamente feliz de estar a su lado.

- Tiene muy buena pinta - exclamé refiriéndome al plato.
- El qué? Yo? Mi cuerpo?– dijo burlonamente
- Jajajajaj….SI!!! – dije incitándole
- Lo sabía… te molo!! Admítelo abiertamente, Thais! No me importa que lo digas… si me molo yo mismo…..como te voy a molar a ti? Tranquila, puedes soltármelo, que no me ofendes. Estoy cuadrao…!!
- Jajajajjajajajajjajaja estás loco…!!! Jajajajajja mírale! Pero si se lo dice todo él…!
- Loco…loco….- Shamu se puso serio – que te quede claro que lo que estoy es loco por ti.

Tragué saliva al advertir matiz grave de la conversación. Sonreí levemente. Verdaderamente ese chico me hacía vibrar. Le miré haciéndole ojitos y pensé que estaría bien un beso. Hasta ahora Shamu siempre tomaba la iniciativa en eso. Me miraba con una sonrisa de oreja a oreja, viendo como retiraba el pelo tras mi oreja, coquetuela, pero no le veía decidirse. ¿Y porqué no?, pensé. Elevé un poco el culo de mi silla, me incliné sobre la mesa…y le besé.



Shamu respondió a mi beso con dulzura. Era tierno besando, delicado y excitante si así lo quería. Hacía que me sintiera única, especial, y eso... me encantaba. Finalicé el beso y me acerqué a su oído…

- Tú también me tienes loca…de hecho... me pones! - murmuré en un susurro.
- UFFFFFFFFF… - resopló.

Esta vez fui yo quien le dejó sin palabras. Mi mensaje le pilló totalmente desprevenido y la expresión de su cara y su voz le delató. Touché!