Alcé la vista. Probablemente me había alcanzado un rayo bajo ese árbol y estaba muerta. Estaba viendo a Shamu ante mis ojos y eso debía ser una visión o un sueño. Tenía la cara desencajada de preocupación y al igual que yo, estaba empapado.
Seguro que era un sueño. Tenía tanto frío que no sentía mis piernas, me dolía todo el cuerpo de los temblores pero bajo el árbol no me mojaba tanto. Sabía que no debía estar ahí, pero ya no me importaba.
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THAISS!!!! DESPIERTA!!! VAMONOS!!!! – oí a alguien que me estaba gritando y alcé la mirada. Un hombre se estaba acercando nerviosamente a mí...
Sí, debía estar muerta. Ese no podía ser Shamu. Estaba enfadado conmigo. Al recordarle de nuevo arranqué a llorar, quería olvidarle…no quería sentir ese tormento en mi estómago…quería dejar de sufrir…
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Thais!! Por dios, reacciona!! – dijo la voz zarandeándome.
Los fantasmas no tocan…ese era Shamu…
No, por favor… Dios, él no…
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Suéltame… - dije en un hilillo de voz presa aún de la congoja que sentía…
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Thais, por favor, debemos irnos a la casa. Tenemos la tormenta encima y es muy peligroso permanecer aquí.
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No quiero…
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Cielo, ahora no es momento de peleas. Vamos a la casa y si quieres ahí hablamos lo que quieras. Pero vámonos ya! – dijo Shamu sujetándome del brazo y obligándome a andar. Su tono era de preocupación, incluso dulce.
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No…Suéltame…- sollozaba yo – no quiero ir a la casa…
suéltame…
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Thais, en serio, basta ya! No es momento para rebeldías!
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Quiero que me dejes en paz… - seguía llorando y gimoteando mientras intentaba desprenderme de su brazo. -
no me toques….
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Uhms… - Shamu suspiró haciendo ruido.
De pronto, sentí que me elevaba del suelo. Unos brazos fuertes me abrazaban y un cuerpo cálido me envolvía. Pensé que me estaba desmayando, todo giraba a mi alrededor. Shamu me había levantado del suelo y me tenía en sus brazos…
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Thais, estás helada y temblando de frio…Madre mía, nena, vas a coger una pulmonía... Hay que ir a la casa enseguida.
Shamu comenzó a correr colina abajo conmigo a cuestas en dirección a la casa mientras yo me agitaba intentando escapar de sus brazos.
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Bájame al suelo…! – imploraba entre lágrimas sacudiéndome.
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Thais, nos vamos a caer los dos, estate quieta.
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Suéltame!!!
Seguía lloviendo a cántaros y Shamu hizo caso omiso de mis lamentos y mis palabras. Continuó con su descenso por la montaña conmigo en brazos.
En vistas de que no me hacía caso me sujeté a su cuello, rendida por la tensión, los temblores por el frío y la lasitud en mi cuerpo por mis lágrimas.
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Déjame…. - sollozaba en su cuello – por favor… Shamu… deja que me vaya…
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Shhh….ya llegamos…ains…- respondió entre resoplos por el esfuerzo.
Mientras sentía la lluvia en mi cuerpo y me impregnaba del olor de Shamu me sentí muy pequeña, una fracasada. Había perdido totalmente el control de la situación y todo eso me estaba superando. Pensé en qué pasaría cuando llegara a la casa rural… no quería enfrentarme a Shamu… no quería volver a mirarle a la cara…
Empecé a ponerme nerviosa con el pensamiento de que en breve estaríamos dentro de la casa, los dos solos, él sabía lo que yo sentía….y amaba a otra…uffffff……sentí un dolor arrollador en el estómago…
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No… no… no quiero… - gemía entre sus brazos -
suéltame...
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Ya te suelto, ya estamos… - respondió Shamu sin dejar de caminar con ligereza bajo la lluvia. Sus brazos eran fuertes, cálidos, sentía que me iba a desmayar con el olor de su cuello…no podía soportarlo…
No sé de donde saqué las fuerzas, pero al ver la casa a pocos metros de nuestra posición tomé consciencia de la situación y comencé a revolverme entre sus brazos para escaparme. Sólo sabía que no quería meterme a solas en esa casa con él y tenerle delante. Me sentía tan hundida que sabía que no tenía fuerzas para enfrentarme a él. No podía…
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SUELTA….!!!!!! No quiero!!!!!!! – exclamé un grito mientras me deshacía de él. Salté al suelo comencé a correr en dirección opuesta a la casa.
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Thais….!!! Ven!!!!!
Aunque Shamu era ágil y fuerte le pillé desprevenido. No esperaba que de nuevo me escapara. Reaccionó con rapidez y me cogió por la cintura levantándome de nuevo con sus brazos durante unos metros hasta el porche de la casa, al resguardo de la lluvia.
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Demonios… Thais…!!! - dijo mientras me tenía acorralada con su cuerpo y la pared de la casa -
es que no puedes estarte quieta???????
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No quiero volver a verte!!!!! – dije echando chispas por mis ojos inundados en lágrimas.
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Me parece estupendo!!! Pero si no te importa, espera a que cese de llover para volver a salir corriendo!!! – dijo fijando su penetrante mirada en mis ojos.
Shamu me tenía presa con su cuerpo, aunque me retorcí para escapar no podía moverme. Me tenía agarrada por la espalda hasta mi cintura y me impedía huir con su otro brazo. Yo me arrimaba contra la pared. Sentía el calor que desprendía a través de su camisa mojada en mi cuerpo por la corta distancia que había entre ambos. Estábamos demasiado juntos y podía percibir perfectamente su olor. Ambos jadeábamos por el esfuerzo del forcejeo. Sentía los soplidos de su aliento en mis labios y ambos nos mirábamos a los ojos desafiantes, intentado sentirnos vencedores de ese duelo en el que habíamos convertido sostener nuestras miradas contra el otro. Resoplé cerrando los ojos cuando un escalofrío recorrió mi espalda al notar que Shamu me atraía contra él.
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Sigues temblando… vamos dentro...cogerás una pulmonía...– susurró Shamu esta vez con voz suave.
Apenas podía contestar…Shamu estaba demasiado cerca para poder hablar sin salir ilesa. Abrí de nuevo mis ojos y miré su cara. Tenía su mirada fija en mis labios.
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Hace…frio… - balbuceé sin voz y tragando saliva.
Shamu me atrajo de nuevo hacia él y un nuevo estremecimiento sacudió mi cuerpo. Advertía el deseo de besarle…de abrazarle…quería sentirle…
Tenía los ojos cerrados, pero percibí como se acercaba a mi cara por la proximidad de los exhalos de su respiración entrecortada sobre mis labios…La distancia debía ser mínima y no quería mirar…
No…no… no podía dejar que eso sucediera… no podía dejar que me besara…no podía darme por vencida y dejar que Shamu me dominara…
Thais… no puedes dejar que te someta… no te rindas…no…no…no!!!
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NO!!! – grité dándole un empujón –
NO VAS A APROVECHARTE DE MI!!!!!
Volví a pillar a Shamu distraido. Si no hubiera reaccionado a tiempo estaríamos besándonos pero no quería eso, estaba escarmentada de vivir una mentira. Shamu amaba a Cometa, esa era la única verdad.