(CONTINUACIÓN)
De pronto me puso una mano en la frente. Me pilló totalmente desprevenida y parpadeé varias veces por la sorpresa.
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Mmm… yo diría que no tienes fiebre… mmm…a ver espera.
Se inclinó y me tomó la cabeza entre sus manos. Acercó sus labios en mi frente y los posó durante unos segundos.
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Mmm.. parece que no – dijo separándose de mí –
no tienes fiebre.
Me había quedado loca! Para él había sido un simple beso-termómetro… pero dios mío… que bien me supo…casi se me saltan las lágrimas de la emoción. Era lo único que necesitaba en ese momento…aunque fuera sólo para medir mi temperatura…me había besado… que falta me hacía sentirle…dios.. que falta…me había besado… me había besado…me había besado!!!!
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No tienes ninguna píldora para el dolor de cabeza? – dijo con tono protector.
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Sí… creo que sí… en mi bolso debo tener algo – dije yo con voz entrecortada y bastante enternecida con él. Como le quería…
Shamu se levantó de la cama mientras me preguntaba por la ubicación de mi bolso.
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Dónde lo tienes? Es este de la silla, no? - dijo dirigiéndose a una silla que había en la habitación, trayéndome el bolso y dejándomelo encima de la cama
Rebusqué y al final dí con una de mis pastillas.
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Espera, que bajo a por agua
Se incorporó y le escuché dirigirse a la planta inferior dando zancadas por los escalones. Subió rápidamente con un vaso lleno de agua fresca para que me pudiera tomar la pastilla.
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A ver si se te pasa el dolor de cabeza prontito. Tienes hambre? Has comido muy poco. Te preparo algo y te lo subo?
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Uff… no… no, que va. No soporto comer en la cama.
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Pero estás bien?
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Bueno, me duele un poco la azotea, pero estoy bien. Puedo bajar perfectamente y con la pastilla supongo que se me irá en un rato el dolor.
Shamu siempre ha tenido muy desarrollado el instinto protector conmigo. Cuando estoy a su lado siento que nada malo puede sucederme pues constantemente está alertándome de los peligros. En el chat, cuando iniciábamos juegos de palabras con otras personas, y discutíamos en broma, se ponía de mi lado intentando defenderme. Siempre está tan pendiente de que no me falte nada…Me pareció tan dulce, tan tierno con su preocupación por un simple dolor de cabeza…
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Te apetece bajar o prefieres quedarte aquí? – preguntó –
Me puedo quedar contigo para que no te aburras, si quieres…
Sonreí ante esa propuesta. Me parecía tan mono…
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No. Prefiero bajar y me quedo yo contigo. Así me da un poco el aire - dije sonriendo.
Ya no quedaba nada de mi enfado anterior. Solo quedaba el amor.
"El enfado es un mecanismo de defensa. Si estás a la defensiva es porque tienes miedo."