Es de valientes reir cuando el corazón llora

Thais

(CONTINUACIÓN)

- Hola guapos!! Ya estoy aquí.

Levanté la vista y ví a Akira. Siempre tan oportuno….

- Chicos! – dijo – oye, que lo de Santander va viento en popa. Tenéis que venir! Acabo de llamar a Xiku. Le he dicho que estoy tratando de convenceros, para que vengáis. Dice que tiene una amiga, que si va alguna chica más, se anima. Pero que ella sola con tíos, pasa! Anda…. veniros...que será divertido!

Casi le fulmino con la mirada…

- Uff… yo eso no lo tengo muy claro - respondí – ando mal de dinero. Y tampoco se si me podré organizar unos días de vacaciones con los dos trabajos...

Shamu me miró:

- Thais, puede estar bien. A mí me apetece ver toda esa zona. Si es por eso, yo te lo pago - dijo
- Si hombre…! ¿Cómo me lo vas a pagar tú?
- Bueno, pues te lo presto. Los "amigos" están para eso, no? – dijo con sátira.
- Pero no se…yo a esta chica no la conozco… a vuestro amigo tampoco… ¿seguro que esto es buena idea? Vosotros os conocéis todos. Creo que es mejor que yo no vaya.
- No digas tonterías - dijo Akira - Además, contribuirías a una buena obra. Creo que a mi amigo Xiku le gusta esa chica. Si tu no vas ella tampoco irá.
- Ufff… eso es chantaje!
- Sí!

Shamu y Akira se reían. Yo me sentía un poco rara. Frustrada por la mierda de conversación que había tenido con Shamu y me quedaba un suspiro para irme. Akira no parecía con intención de volver a irse y me estaban proponiendo un plan que no me terminaba de convencer.

- Thais - dijo Shamu – yo no es por echarte, pero… has visto la hora?
- Uff… debería ir tirando a la puerta de embarque…
- Anda, vámonos, que aún perderás el avión.

Akira se levantó para ir a pagar y nosotros nos quedamos unos instantes a solas.

- Se me ha pasado el tiempo volando… - dije yo
- Y a mi – dijo Shamu

Nuestros ojos se encontraron. Me quedé paralizada mirándole. Shamu también. Nos mirábamos en silencio. Quizás ese era el momento de hablar. Quizás ahí debía venir mi "Shamu, te quiero" pero...sentí que Shamu también quería decir algo…

- Dime… - susurré. Tal vez sea él quien me diga que aún me quiere... Tragué saliva

Shamu seguía mirándome intensamente. Tenía una mirada tan triste…Sus ojos brillaban. Estaba punto de derretirme con su mirada. No puedo soportar que me mire así… dios mío… que chico más guapo…qué ojos tiene…sólo quería besarle… me moría por besarle…

- Venga chicos! Que os encandiláis! Vámonos!

Akira…maldito seas…

Nos levantamos de la mesa y Shamu, caballeroso, cogió mi mochila. Ambos me acompañaron hasta la zona de seguridad del aeropuerto.

- Bueno, Thais, en serio, ha sido un placer conocerte – dijo Akira – Ojalá te animes a venirte a Santander y así nos conocemos mejor. Además, que estoy seguro de que te lo pasarás bien.
- Uff.. no sé, no sé. Me lo tengo que pensar. Ya os diré algo. Para mí también ha sido un placer conocerte – dije dándole dos besos.

A continuación, miré a Shamu. Me pareció que también estaba afligido, que eso le estaba resultando tan doloroso como a mi.

- Me tengo que ir ya… - dije yo
- Si…
- Erm…. mi mochila…. - le reclamé
- Uy…sí… perdona. – dijo devolviéndome la mochila

Me coloqué la mochila a la espalda, colgada de un solo lado.

- Anda, vete ya o perderás el avión – me dijo
- Sí… - tragué saliva. Me acerqué a él para darle un beso, pero en ese momento Shamu me abrazó fuertemente.
- Ainsss…- suspiró - Cuídate mucho, Thais, vale?

Cerré los ojos y le abracé fuerte yo también. Dios mío… qué difícil era eso…no quería separarme de él…de su cuerpo… su olor…por favor…Shamu…te quiero….no puedo vivir sin ti…

Shamu, sin oír mis pensamientos, se separó de mí y me tomó la mano.

- Piénsate lo de Santander, vale? En serio, sin cosas raras. Cómo “amigos”. Confía en mí, que lo nuestro ya lo tengo superado.

Esbocé media sonrisa. No sabía si debía sonreír a eso, pero la alternativa era llorar.

- Vale. Como amigos. Me lo pensaré. Me voy ya. Adiós.
- Adiós.
- Adiós.

Me giré y me dirigí a la zona del detector de metales sin mirar atrás. Las lágrimas estaban a punto de asomar a mis ojos y no quería que ninguno de los dos lo viera.

Qué rabia… qué desperdicio de viaje…pero qué mierda de fin de semana…

Llegué a Madrid y mandé un SMS a Shamu: “Ya estoy en casa”. No contestó. Supuse que estaría divirtiéndose con Akira. O tal vez durmiendo. A saber.



"La soledad aparece cuando necesitas a alguien en los peores momentos, y los peores momentos aparecen cuando estas solo..."