Es de valientes reir cuando el corazón llora

Thais

Querido diario:

Pues ya estamos en Madrid. Hemos salido esta mañana a las 11:30 y el viaje, afortunadamente ha ido bastante bien, no había demasiado tráfico.

A las 2 horas hemos parado a estirar las piernas en un área de servicio y… bueno, al ir al baño una ocupante más se nos ha agregado al viaje:

- Hola! Soy tu menstruación…

Me giré y allí estaba una guapa mujer, sonriéndome, bien peinada, algo tímida y con un traje de un rojo intenso.

- ¡Joder! Menudo susto me has dado! ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo has llegado? – dije yo.
- He venido a quedarme unos días contigo.
- Pues hacía días que te esperaba ¿dónde te habías metido? Vienes tardísimo! 45 días! Y bueno…¿qué planes tienes? Te recuerdo que la última vez, en teoría venías por unos días y estuviste 2 semanas conmigo!
- Precisamente por eso mi jefe ha decidido enviarme más tarde. Decidió que te diera un poco más de tiempo antes de venir a realizarte la visita de rigor de este mes.
- Qué detalle….! Para una vez que deseo que vengas a verme antes… - murmuré yo por lo bajo.
- ¿Decías algo? – me preguntó.
- No, no, nada. Bueno…¿y qué planes tienes?
- Pues yo ninguno. Normalmente cumplo órdenes. - contestó
- Ajá. O sea, que los de siempre, no? Fastidiarme una semana, volverme loca, causarme dolor, desquiciarme, hincharme las tetas, reventarme los riñones, engordarme, deprimirme… y encima, estar todo el santo día pendiente de ti!
- Bueno… yo sólo soy una mandada, pero puedo transmitir tu disgusto al responsable de todo esto.
- Ya! ¿Pues podrías trasladarle unas palabrejas?
- Si tú quieres…
- A ver, lo primero: SE PUNTUAL. Te llaman periodo porque apareces siempre en ciclos RE-GU-LA-RES. Pues cumple, leches, que siempre vienes sin avisar y cuando te espero, no llegas. Segundo: Se que me aprecias mucho y que no quieres perderte ningún detalle de mi vida, viajes, exámenes, vacaciones, fiestas, pero…de verdad, no es necesario que estés SIEMPRE en todos los momentos cruciales de mi vida! Puedo enviarte fotos!
Tercero: Mi reloj biológico está haciendo TIC-TAC. ¿Lo oyes? Que ya tengo unos añitos y ni rastro de bebés. Te ruego que hables con mis óvulos para que dejen de holgazanear. No entiendo porqué se hacen los remolones cuando yo ya tengo la capacidad logística, emocional y sentimental para presentarles a unos cuantos espermatozoides y dejar que intimen. Espero que esta vez no sean tan delicados y pusilánimes!
Cuarto: Creo que después de tantos años de trabajo en activo, tu jefe debería ser un poco más benevolente contigo y enviarte unos meses de vacaciones. ¿Tal vez...nueve meses? La próxima vez que yo les traiga amiguitos a mis ovulitos te sugiero que negocies con tu jefe, dado que estoy dispuesta a colaborar. Dile que puedo intercambiar los 9 meses de vacaciones tuyas por una adopción temporal de 40 días, ya sabes, juntas e inseparables vaya donde vaya!



"A que huelen las cosas que no huelen?"