Diario… y de nuevo la lujuria llamó a mis puertas: de nuevo el fuego impuro se despertó en nuestros pecaminosos cuerpos…
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Eh… que aún no podemos…Estamos castigados.
- Jo, pero todavía no?
- Pues no. Dijeron 3 semanas. Llevamos 12 días.
- Uff… aún queda... Pues yo estoy palote!
- Hermano, hay que luchar para pedirle a la madre divina que destruya cuanto pensamiento diabólico cruce en nuestras mentes cada vez que se manifiesten. Debemos debilitarlos! Erradiquemos los malos hábitos y los sucios pensamientos sobre la fornicación. No intentemos entenderla pues fracasaremos: reflexionar sobre la lujuria para comprenderla es fortalecerla con pensamientos obscenos. Oremos y entreguémonos a la madre divina, roguémosle que nos cubra con su manto protector de espiritualidad, recemos que comprenda nuestra debilidad y defecto y nos ayude a eliminarlo. Pidámosle su bendita comprensión, desintegremos la lujuria.
Debemos ser puros de pensamiento, palabra y obra. Controlemos con el intelecto nuestros impulsos animales más profundos. Pensemos en el amor como regla de los actos humanos.
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Si yo pienso, hermana...como que tengo los webitos cargados de amor!
"De todas las aberraciones sexuales, la más singular tal vez sea la castidad."