Querido
Diario,
Qué bonito es hacer feliz a las personas y a veces, con que poquito basta…! Acabo de hablar con mi madre. Estaba radiante. Ya no por lo que supone la ceremonia, que a ella eso... psé, no era una boda convencional, pero la carta le ha hecho muchísima ilusión. El hecho de celebrar un acto de este tipo con personas que incondicionalmente están a tu lado creo que le añade emotividad al día.
La ceremonia ha sido muy rápida: 10 minutitos de rollo y firma. Al salir, a pesar de que el “novio” no es de formalismos ni de este tipo de cosas, le ha comprado un anillo. Si me lo regalan a mí, quizás lo tiro al wáter pues no me gustan nada las joyas, pero a ella le encantan y le ha parecido un detallazo por su parte. El día apuntaba bien. Luego, la comida, pues… imagina,
diario, que estas rodeado de las personas que más te importan. Al menos, de la mayoría. ¿Cómo no vas a disfrutar de la comida? Risas, bromas… y con la llegada del ramo en los postres…. llantos!! Mi hermano me ha enviado una foto del momentazo y me he hartado de reír!
Estaba presente una amiga suya y compañera de trabajo, que cuando ha leído la carta… ha empezado a alabarla por los hijos que tenía y a decirle que se tenía que sentir muy orgullosa de nosotros. Que aunque lo viviera como algo normal pues es lo que ella conocía, lamentablemente no era lo habitual en muchas familias. Desde que la conoce ha visto que la hemos apoyado en todo lo que ha hecho, que hemos estado con ella. En los momentos malos, hemos permanecido unidos y le hemos dado el soporte necesario. Me imagino lo ancha que se ha debido sentir mi madre….!
Cuando me ha llamado ahora… estaba sorprendida del día tan grato que había pasado y que no esperaba, contenta y orgullosa de sus hijos. Y claro,
Diario…¿Cómo no va eso a hacerme feliz a mi?
"La felicidad que se vive deriva del amor que se da"