Es de valientes reir cuando el corazón llora

Thais

Diario,

Casi me da un síncope cuando oí su voz, pero cuando escuché que iba a coger un avión para venir a Madrid….ufffffffffffffffff Me puse frenética!!!! No sabía ni como hablar!!

- Cómo?…que vienes ahora? … a mi casa? ...pero hoy? Que vienes hoy? Pero a ver … tú dónde estás? En el aeropuerto? Pero en cual? En el de Madrid o en el de Barcelona? – debí de parecer estúpida…

- Thais... deja de preguntar. Sí. Vengo hoy, en 2 horas estoy ahí, en Madrid. Aún estoy en el Aeropuerto de Barcelona y no tardaremos en embarcar – me pareció que estaba un poco seco. No sabía que pensar.

- Pero… vas a venir a mi casa? Hoy? Esta noche? Ya? Ahora? – yo seguía haciendo preguntas…

- Sí, claro. Llegaré sobre las 11. Tienes algún problema? Algún plan para hoy?

- No…no….no… pero es que vienes a mi casa a dormir? O te quedas en algún sitio? Has quedado con alguien? Tienes que hacer algo en Madrid? – aún no daba crédito.

- Sí, me quedo a dormir contigo. Me quedo el fin de semana. – Ufff…. A dormir?? Pero es que ha dicho a dormir??? Conmigo??? Pero…. a dormir conmigo?????????????????????? Madre mía, madre mía, madre mía, madre mía!!!!!! Me estaba volviendo histérica por momentos.

- Pero… entonces te quedas aquí?? En mi casa?? – yo, como una tonta, seguía preguntando…

- Thais, tengo que colgar. Están llamando para subir al avión.

- Pero te tengo que recoger? Voy a buscarte? Preparo cena? Compro algo? No tengo nada en la nevera…

- No. No te preocupes. Iré yo a tu casa cuando llegue. Ya miré el Metro y no quiero que salgas tan tarde. No prepares nada, llevo un sándwich para cuando aterrice. Te tengo que dejar – dijo él.

- Vale, vale, vale. Venga… vale….adiós….

De repente, cuando pensé que iba a colgar, pronunció mi nombre…

- Thais….
- Dime – respondí.

Calló.

- Sí? – volvi a responder.
- …un beso.

Colgó.

En ese momento me quedé inmóvil, sentada en el coche. Me sentía como si estuviera flotando en una nube, alucinada por la noticia. Creía que todo eso había sido un sueño, una ilusión creada en mi imaginación. En mi cara no había reacción alguna. ¿esa llamada había sido de verdad? Aún estaba procesando la noticia y la conversación. ¿Ha dicho un beso? ¿Me ha mandado un beso? Dios mío… un beso!!! Aissssssssssss ¿ya no estaba enfadado? Pero… uff… no entendía nada. ¿y Cometa? ¿qué pasaba con ella? ¿pero cuando había sacado el billete? No me había dicho nada!

De repente, un sms… “Ya estoy sentado en el avión. Apago el teléfono ya. Te veo en un rato”.

Dios!! No había sido un sueño!! Era verdad!!! Shamu iba a venir a verme en 2 horas!!! Uff….en 2 horas!!!!! Joder!!!! Sólo tengo 2 horas!!!! Con el desorden que había en casa!! 2 horas para recoger la casa, ducharme y depilarme!!!! ¿¿Pero porqué los tios siempre aparecen cuando no estás depilada?? Encendí el contacto del coche, puse el modo rally y a toda velocidad me dirigí para casa.

Tal cual llegué me puse a fregar los platos, limpiar el baño, recoger todos los trastos que tenía por en medio en el salón, papeles del despacho…. Estaba agotada, llevaba llorando casi dos semanas y apenas había dormido en ese tiempo. Además, llevaba todo el día trabajando, pero Diario, te aseguro que en ese momento no sentí mi cansancio. Recogía la casa a toda pastilla.

De repente me paré en seco.

¿Dónde iba a dormir él?

Uff…

Uffff….

Uffffffffff…….

Nunca antes habíamos estado solos. Nunca antes nos habíamos encontrado en una habitación juntos. Nunca antes habíamos coincidido sin gente. Madre mía… Ay, Dios mío….ay, Dios mío…que hago??

Decidí preparar la habitación de invitados y cambiar las sábanas de mi cama. No tenía nada claro lo que iba a suceder, pero por si acaso y hasta que lo pensara, lo mejor era tener las dos opciones cubiertas.

Otro sms: “Ya estoy en Madrid. Voy para tu casa en Metro”

Mierda!! Aún estoy por depilarme y por ducharme!! Que nervios!!!!!!!!!!!!! Cooorrrre Thaisssss!!!!

Terminé de arreglar la casa como pude y me metí en la ducha. Decidí que no había tiempo ni para cera, ni para Epilady. Cuchilla y arreando. Y eso que, Diario, ODIO la maquinilla de afeitar, pero era un caso extremo de celeridad y no había tiempo para exquisiteces.

¿Me pinto? Como no meta un poco de cemento en esas ojeras me va a llamar Lily Monster en vez de Thais…

Al salir de la ducha…. Otro dilema. ¿Pijama? ¿Camisón? ¿me visto normal? Pensé en un picardías negro tan sexy que tengo y que está tan en desuso en el fondo del cajón. Me sonreí para mis adentros al imaginar la cara de Shamu abriéndole la puerta con eso puesto. Lo descarté riéndome sola. Tampoco me parecía muy adecuado recibir a alguien con camisón o pijama y al final opté por vestirme con ropa normal, de calle, pero cómoda.

Ya estaba todo listo, incluso yo. Al menos físicamente. Calculaba que estaría a punto de llegar. Unos minutitos quizás…

Me senté en el sofá del salón y por primera vez en horas, me puse a pensar. Mi cabeza era un hervidero de preguntas. ¿A qué habrá venido? ¿Pero para qué? ¿Qué haríamos? ¿De qué hablaríamos? ¿Dónde le iba a llevar? ¿Qué podríamos hacer? ¿Estaría enfadado? ¿A cuento de que venía la visita? ¿Me besaría? ¿Debía dejarle? ¿Entonces, en qué lugar quedaba Cometa? ¿Tal vez venía con idea de sexo? ¿Querría acostarse conmigo? Uff…Yo no sé si estaba preparada para eso… Hacía muuuucho de mi última vez con alguien. Con Miko. Hacía tanto tiempo que casi ni lo recordaba. ¿Pero…quería yo? ¿Me iba a acostar con él, así, sin más? ¿En mi casa? ¿En mi cama? ¿Diría algo con la habitación de invitados? ¿Y el enfado? ¿Qué le diría? ¿Le pido perdón? ¿Le beso yo? ¿Le digo “Te quiero”? ¿No le digo nada? Cuando abra la puerta, ¿que le digo? Que hago, Dios, que hago!!!

Ding, dong…!



"No estoy nervioso, son los nervios"