Es de valientes reir cuando el corazón llora

Crisel

Hola Thais!

La verdad es que me indigna sobremanera leer lo que cuentas, que hayan profesionales con tan poca vergüenza Dioosss.. La verdad es que yo no tendría muchas ganas de verle de nuevo la cara mañana. Pero mira, si te vas a quedar a gusto tienes una segunda oportunidad para decirle un par de cosillas al tonto ese.

Que bien se queda una después de llorar a mares, verdad? permítetelo siempre que te haga falta guapa..

Ánimo y un fortísimo abrazo.

noassnow

Te entiendo tanto Thais.... esa desdicha, ese dolor del alma.... esa pena y esa impotencia de xq no se me concedia la bendicion de ser madre...pero todo llegara mi niña, el proximo se quedara contigo y todo el.universo girara para que lo consigas. Un abrazo enorme!

psikea

vaya thais q locura en el medico.... q se habra creido. hay gente asi de mala de verdad q pco respeto y educacion. tu no llores q bastante tiene con lo q tienes. deberias haberle dicho !vayase usted a la mierda" animo!!! y no dejes de lado esas hemorragias tiene razon srta x q puede ser peligroso eso.

elenavadillo

Thais la cita para la hematologa no tardara nada en dartela ya veras, a mi me tardaron 1 semana nada mas. Y acuerate de comentarle el cansancio que llevas arrastando, que te lo miren bien ehh

esperante

¿qué tal el médico? ¿se ha disculpado por lo menos?

Thais

Querido diario,

Está claro que tanto el resfriado o gripe o lo que sea esto para lo que me han tratado con antibióticos y el aborto están haciendo mella en mí! Hoy amanecí con dolor de cabeza, además de los acostumbrados pinchazos, cansancio y dolores en mi tripa, garganta, mocos y oídos. Afortunadamente, todo va menguado y la Amoxicilina y Paracetamol de 1gr contribuyen a que así sea.

Hoy tenía cita con mi doctora de cabecera y….Bien!! No estaba el médico cabrón! Cuando llegué a la consulta había un letrero en la puerta:

“Los pacientes de la consulta 114 pasen por la consulta 103”

Me esperaba otra doctora, la misma que me atendió la semana pasada y me citó con el ginecólogo para confirmar o revisar el aborto. Es un poco seca pero no me ha parecido mala profesional. Entiendo que no voy allí a hacerme su amiga. Le he dicho que me sentía cansada, que ya hacía más de 15 días que estaba sangrando y que no me sentía con ánimos de ir a trabajar.

- Padeces astenia: Normal y comprensible en tu caso. Probablemente la pérdida de sangre antibióticos también te haya debilitado y por eso te sientes así. Te voy a dar la baja.

Bien… bien… bien!! Por fin!! Me ha preguntado para cuándo tengo la visita con el ginecólogo de la seguridad social que me pidió la semana pasada y le he respondido que este viernes, en 3 días. Hemos quedado en que me pasaría el jueves para renovar la baja o pedir alta si yo lo estimaba oportuno. En cualquier caso, quería verme tras la visita de la ginecóloga para saber que había dicho la especialista. He salido de allí con una agenda de lo más apretada:

• Jueves:

  • 9:20h - Cita con médico de cabecera: renovar baja o tramitar alta.

• Viernes:

  • 8:00h - Análisis sanguíneo. Beta para confirmar el no embarazo.
  • 11:50h – Revisión ginecológica post aborto.
  • 13:00h – Cita con médico de cabecera: informar sobre conclusiones de la ginecóloga y tramite de baja/alta.

• Lunes:

  • 11:25h - Cita médico de cabecera : por si acaso no llego a tiempo el viernes, ya que la ginecóloga es en otro centro, he duplicado la cita.

Ahhh!! Y lo mejor…! Le pedí un volante para Hematología diciéndole que había visitado una inmunóloga del Gregorio Marañón recientemente y que me había recomendado concertar una visita con una hematóloga con experiencia en abortos de repetición. Una verdad a medias o una mentirijilla piadosa, lo sé. Pero dado que la vez anterior me denegó el volante alegando que mejor que fuera mi médico el que me lo solicitara he creído oportuno aplicar cierta picardía en mi petición. Conclusión: tengo el volante!! Ahora sólo falta que me llamen por parte de la Comunidad de Madrid y me asignen la cita con la hematóloga!

Además, esta tarde también visité a un endocrino. Hace casi 2 años comenzó a tratarme para el Hipotiroidismo. Me gustó mucho. Ya no porque fuera más o menos humano, sino porque derrochaba conocimiento por todos los poros de su piel. Me pareció muy profesional y sabedor del la rama de la endocrinología. Recuerdo que fui a verle indicándole que quería quedarme embarazada y me habían diagnosticado Tiroiditis Autoinmune. Me dijo que no había problema, que debíamos regular mi TSH sobre 2 y una vez conseguido, podía comenzar la búsqueda. Me quedé embarazada 3 meses después de que este endocrino me situara la TSH en 1,5 y, curiosamente, no sangré más que unas gotitas un día al limpiarme y que se correspondían con el sangrado de implantación. Nada más! Perdí ese bebé a las 6 semanas y media, aproximadamente. Fue un huevo huero y dos años después, me decanto por que fue debido a un episodio más que traumático: el fallecimiento de mi padre.

Dado que me gustó el endocrino en su día he decidido volver a él. Y no me arrepiento. Es un doctor mayor, parco en palabras pero se me antoja con buen ojo clínico. Me parece educado y amable. Le he contado que he tenido 3 abortos y había visitado a varios especialistas. Quería hacerme el máximo de pruebas para poder encontrar una explicación y tratar las posibles deficiencias de mi organismo a tratar para el 4º embarazo. Me ha estado contando que a nivel hormonal habían muy pocas cosas que justificaran o causaran los abortos de repetición, que normalmente de debían a causas hematológicas o inmunológicas. Habían factores que dificultaban la concepción pero por lo que veía no creía que fuera mi caso pues yo había concebido de forma natural. No obstante, además de verificar en qué nivel tenía la TSH mediante un análisis de sangre para preparar mi cuerpo, me iba a pedir más pruebas que dado mi caso prefería comprobar: nivel de. Anticuerpos anticélulas parietales…. acidos antitransglutaminasas, ácido fólico… B12…

Ha cogido un papel de Mapfre, de mi sociedad médica, para ir anotando las analíticas que debía hacerme. Cuando ha nombrado la B12 y le he explicado que en tras el segundo aborto me hice pruebas de hematología y me detectaron una mutación en un gen. Debido a ello, la inmunóloga había decidido tratarme con varios medicamentos y entre ellos, iba a reforzar la ingesta de B12. Se lo indicaba por si debía tenerlo en cuenta.

Le he extendido el informe del hematólogo y el tratamiento de la inmunóloga. Ha leído con atención ambas cosas y tras una secuencia de uhms, ehems y ahams… ha cogido su portátil. Le he visto realizar una búsqueda en una especie de base de datos médica y ha estado leyendo información.

- Aja… aquí está. Tienes una predisposición genética a la trombofilia, por eso los anticoagulantes. ¿Has comenzado el tratamiento ya?
- No, todavía no. Estoy terminando con los últimos coletazos del aborto para iniciar el tratamiento pregestacional.
- Vale, vamos a hacer una cosa. Espérate unas semanas a comenzarlo pues vamos a ver como andas de estas vitaminas antes de tomar el suplemento.
- De acuerdo, sin problema.

Le he enseñado la petición de pruebas de la inmunóloga, celiaquía, diabetes, vitamina D, acidos... y le he preguntado si me podía completar el análisis con alguna de las pruebas que me había solicitado ella. Ha tomado la hoja y la ha observado de nuevo con atención…

- Uhm…no tengo ninguna objeción en pedirte las pruebas que te solicita la inmunóloga, es más…. Mira… vitamina B12…ácidos…te pide muchas pruebas que coinciden con las mías…me da que ambos vamos por el mismo camino y tras la misma pista! Veamos pues que pasa!

Muy amablemente, tras solicitar sus pruebas en el volante ha completado varios análisis más que la inmunóloga había solicitado. No todos, pero sí muchos.

- Me está pidiendo también la prolactina?
- Sí, también te la pido. Pero debes tener en cuenta que por el hecho de ser hipotiroidea tratándote con Eutirox ya te saldrá alta. Es más, si el aborto aún es reciente, espérate a realizarte el análisis de sangre. Debido al embarazo saldrá alterada tanto la prolactina como la B12 y no nos serviría como referencia. En un par de semanas ya podrías pincharte y podríamos considerar los valores como estables y normales.
- Ah, bien, entonces… me hago todas esas pruebas en un par de semanas.
- Sí, y en cuanto tengas los resultados, vienes y vemos qué tratamos y cómo.

La consulta ha sido rápida pero a mi modo de ver bastante fructífera. Se que no he conseguido todos los análisis de la Dra. Silvia, la inmunóloga, pero los que me falten acudiré a algún médico de atención primaria de Mapfre para que me los solicite.

He llamado enseguida a Shamu para explicarle como había transcurrido la consulta del doctor y le ha sorprendido gratamente.

- Nena, por lo que cuentas me da que este tío sabe lo que hace y de lo que habla! Yo creo que esta vez vamos bien. No entiendo como hemos sido tan tontos de no volver a las revisiones con este médico…Ahora veo claro que hemos estado dando palos de ciego!

Y para redondear mi día de citas y médicos…hace un ratito mientras escribía este post me han llamado de la Comunidad de Madrid: Cita para la hematóloga el lunes que viene a las 12:50!! En 6 días!!! Madre mía que llenita tengo la agenda…



"Caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!."

Thais

Querido diario,

Hoy hace 2 años que falleció mi padre, así que por él y para él aquí va mi pequeño homenaje.
__________________________________________________ _________

Entré en esa gruta y me detuve. Reinaba la oscuridad y mis ojos apenas se habían acostumbrado a esa negrura intensa. Una niebla penetrante me rodeaba. Mis ojos se habituaron a las tinieblas y advertí, durante un instante, entre las brumas, la sombra de un ser encorvado: allí había alguien! Seguí adentrándome en esa húmeda, fría y lóbrega caverna. Entre las grietas de esa cueva se colaba un frágil resplandor procedente del exterior. No iluminaba la estancia pero atenuaba las tinieblas de ese apagado lugar.

Ya no oía las olas del mar a lo lejos que tanto amenizaron mi paseo instantes antes. Sentía el frío en mis pies descalzos pero algo me obligaba a avanzar. Desde el momento en el que me adentré en esa cueva un silencio sepulcral se había adueñado del ambiente. Un débil y tímido rayo de luz me reveló durante unos segundos la imagen de esa atrayente sombra. No percibí expresión en su demacrado semblante, blanco, espectral. Sus ropajes oscuros estaban raídos y en su mano derecha sostenía una guadaña. Tenía miedo, pero en mi interior sabía que debía dirigirme hacia ese ser.

Mientras me acercaba el breve resplandor que se colaba por las diminutas hendiduras de las rocas destapó su rostro. No tenía cara!! Huesos faciales de un perfecto nácar brillante ocupaban el lugar que un día perteneció a unos carnosos labios, nariz y ojos.

Un escalofrío recorrió mi espalda ante la visión de esa tétrica e inexpresiva calavera. Observé sus manos: carpos y metacarpos inmaculadamente blancos, desnudos y de aspecto aterrador.

Se me hizo un nudo en el estómago ante la sospecha de la identidad de ese esquelético individuo. ¿Sería mi hora?

- Tú… - farfullé vacilante rompiendo el silencio de la caverna.
- Yo. - contestó una profunda y penetrante voz.
- Eres…? - detuve mi pregunta. No me atrevía a expresar en voz alta la identidad de ese sujeto: La Muerte.
- Soy. – respondió con rotundidad.
- Ah…



Se hizo el silencio en la gruta. En mi cabeza flotaba una incógnita que me tenía turbada. ¿Es que sería ya mi hora? No me atrevía a preguntar por temor a su afirmación. ¿Qué había sucedido? Nunca imaginé que el gran momento sería así…

- Callas? – pregunto la Parca.
- Yo… bueno…. – repuse titubeando. Dudaba en hacer la pregunta
- Creí que tendrías preguntas – dijo
- Si…er…- saqué valor y me lancé a la pregunta – yo…que hago aquí? Er…ehem…es mi hora? Estoy muerta?

La Muerte pareció esbozar una mueca en su rostro causandome un gran estremecimiento por el cuerpo. ¿Era eso una risa?

- Temes el momento en que te ofrezca mi abrazo?
- Er…yo…temo… a lo desconocido… - sentía como me invadía la frialdad de ese ser. A la vez que me resultaba tremendamente aterrador…me atraía su presencia, me sentía magnetizada!
- Solo a lo desconocido? - inquirió
- No, también tus consecuencias – respondí resolutiva.

De nuevo se hizo un silencio incómodo entre ambos. Me miraba fijamente esperando mis palabras. Comprendí que mi comentario precisaba de aclaración y en un arrebato de audacia manifesté impulsivamente mis pensamientos.

- Temo tu tránsito. Me asusta irremediablemente el reguero de tristeza que dejas tras de tí. La sola mención de tu nombre encierra aflicción, dolor y sufrimiento, no es grata tu presencia ni tus abrazos. Robas de forma atroz y desalmada la vida de quienes ocupan nuestros corazones, nos despojas con crueldad de sus figuras, nos arrebatas brutalmente su amor, sin avisar, sin despedidas. No te temo a ti, temo lo que dejas.
- Lamento que tengas esa idea de mí. - contestó pausada.
- ¿Lo lamentas? Creo que no tienes ni idea. Pienso que eres el ser más despreciable y deplorable que existe. Vives rasgando ilusiones, segando alegría, arrancando vidas! No creo que lo lamentes ¿qué sentido tendrías, sino?
- Thais, lo creas o no, lo lamento. Por eso estoy aquí.
- Estás aquí para llevarme contigo, para ofrecerme el beso que terminará con mi vida. De nuevo infestarás de padecimiento y malestar mi mundo. Fragmentarás los sueños de mi costilla, empozoñarás de pesadumbre a mi madre, hermanos, amigos. Muerte, conozco perfectamente el calvario lo que dejas.
- Necesitas respuestas.

Me sentía alterada. Sabía cuál era el objeto de esa visita y estaba indignada. No quería que mi familia volviera a sufrir otra pérdida. Mi madre no lo merecía! Los ojos se me inundaron de lágrimas mientras espetaba mi rabia contra la Muerte.

- ¿Respuestas? ¿Qué respuestas me vas a dar tú? No eres más que un saco de huesos! ¿Acaso hay respuestas por el fallecimiento de un padre? Hoy hace 2 años que te lo llevaste sin piedad y era todo para mí! No tuviste ningún remordimiento en arrancarlo de nuestras vidas. ¿Me vas a dar respuestas al dolor de una esposa, mi madre? ¿Al de 3 hijos, mis hermanos? ¿Respuestas a no disfrutar o conocer a sus nietos? Parca!! No era su hora!! Empezaba a vivir!! Noble y generoso, con ganas de ser feliz, de disfrutar la vida, de compartir, de reir… y nos lo quitaste!! ¿y tú me vas a dar respuestas? ¿Me hablas de respuestas al dolor de una madre? Por dios…!! que también me arrebataste a mis hijos…!! No existen respuestas para esto... más que tu crueldad!

Mis ojos encharcados en lágrimas, centelleaban por la ira. Sentía la impotencia ante las intenciones de ese ser escuálido y andrajoso. Pensé en Shamu… dios… no…no puede ser…no quiero separarme de él…nos ha costado mucho estar juntos…no me pueden hacer esto… no puedo irme…no sin darle un hijo…

Tenía la mirada fija en el suelo, reviviendo los momentos de dolor en los que partió mi padre e intentando asimilar que había llegado mi hora, que me iba a separar de mi amado, de mi madre, mis hermanos, mis amigos…no podía ser…eso no podía estar sucediéndome a mí. No podía irme y dejar a mi único gran amor…No podía entenderlo…Entre lágrimas vislumbré la sombra en el suelo acercándose y alcé la vista. La Parca levantó su huesuda mano y la posó en mi frente. Esperaba un tacto frío y gélido, pero no, era cálida, suave y me abandoné cerrando los ojos.

- Thais…observa… - susurró en voz suave.

Por mi mente se sucedieron una secuencia de escenas familiares de mi infancia y mi pasado.

Vi dos niñas de 3 y 4 años revoloteando por una terraza, cantaban, saltaban contentas y emocionadas mariposeando alrededor de un limonero. Su padre les estaba montando un gran columpio, lo estaba afianzando con cemento en la terraza, tras haberlo reparado de pintura de diversos colores.

- Papá… cuándo podremos subir!!! – exclamaba la mayor – Papá…!! Yupi!!! ¿Ya podemos?

El hombre sonreía divertido de ver el entusiasmo de las pequeñas mientras trabajaba.

- Prooontooo!! Cuando esté seco el cemento podréis subir. Anda, traed un poquito de agua en un cubito, así termino antes de colocaros el columpio.

Vi como una mañana de primavera mi padre extendía los asientos del Seat 127 para prepararnos una cama. Colocaba mantas y cojines en el interior del coche. Nos íbamos de excursión!! Sonreía a mi madre mientras le indicaba que si lograban que sus tres hijos se durmieran en el coche podrían tener un poco de paz durante el trayecto.

Vi como con 4 años me enseñaba las letras de mis cuentos favoritos e identificaba las letras de mi nombre con las princesas de mis libros.

Vi como en aquel concierto de piano me acompañó hasta la entrada del escenario. Estaba temblorosa y muerta de miedo por la impresión de tocar en público…

- … lo harás muy bien…te lo sabes perfectamente! Y si te equivocas…recuerda: corriges y sigues… y aquí no pasa nada! Nadie lo notará! Adelante, pequeña, siempre adelante. Sal ahí fuera, sonríe y a por todas! Fuera miedos!

Ví como ya de adolescentes nos despertaba por las mañanas, con un zumo de naranja recién exprimido y una rosa de su jardín en nuestra mesita de noche.

- Niñas…!! Hora de levantarse! Llegaréis tarde a coger el autobús!

Vi como en plena fiebre hormonal de adolescente mi hermana me hizo llorar diciéndome que era más lista que yo. Cerré la puerta de mi habitación de un portazo pero mi padre entró y se sentó en la cama, acariciándome el pelo.

- Bella por fuera… tanto como inteligente por dentro….no dejes que nada de lo que te digan los demás te haga llorar, ni tan siquiera tu hermana..y más sabiendo que no es cierto! Levántate y defiéndete: el talento no se mide por las notas del colegio y vas a convencerla, sin peleas y sin gritos, hablando. Ella sacó sobresaliente en biología… tú en matemáticas! No es una competición, es un descubrimiento de habilidades!

Le ví rodeado de su familia, hermanos y sobrinos, sentados en una mesa disfrutando de la compañía de aquellos a los que quería. Sacaba sus mejores vinos y ofrecía todo lo que tenía.

Ví su cara en mi boda, orgulloso y satisfecho de llevarme al altar, radiante y dichoso de verse por primera vez en esa situación.

Ví sus ojos felices haciéndole pedorretas a en la barriguita de su primera nieta. Años después le vi sentado en el suelo, riendo y construyendo torretas con ella.

(…)

Thais

Una a una se sucedían todo tipo de imágenes agradables y entrañables de mi pasado. Algunos eran recuerdos lejanos…otros, menos. Pero todos evocaban momentos inolvidables con mi padre.

La Parca alejó su mano de mi frente y de nuevo se sucedió la oscuridad.

- Ahí están tus respuestas.

Había dejado de llorar y tenía una leve sonrisa de nostalgia dibujada en mi rostro. Una sensación de serenidad invadió mi corazón. Sin saber el motivo…me sentía en paz.

- Respuestas? No entiendo…
- Dices que empezaba a vivir, pero vivió desde el mismo instante en que nació, no desperdició ni un segundo. Se fue conociendo el aroma de las rosas, observó el sonido del viento en las madrugadas de verano, habló con las estrellas, escuchó el canto de los pájaros mientras se daba baños de amor junto a vosotros, bailó al ritmo de su corazón, no le detuvo el temor, ayudó, amó, perdonó, enseñó, y luchó por lo que quería. De verdad crees que no vivió? Tu padre sintió! Sintió la vida en cada instante!
- Yo…pero... le echo de menos…

Durante unos instantes el silencio se hizo en la gruta.

- Thais…mira!– dijo señalando con un gesto de su huesuda mano hacia la pared.

Giré mi cabeza y reparé en una grieta en la que comenzaba a brotar agua, cada vez más. Un reguero descendía por la pared hasta un pequeño surco que desembocaba hacia el exterior de la caverna, en dirección al mar. A medida que observaba la pared el caudal aumentaba hasta formarse una pequeña lámina de agua de un metro de ancho en la pared.

- Qué ves? - inquirió la Muerte
- No veo nada. Sólo es mi reflejo en el agua.
- No, no lo es. Observa bien.
- No hay nada ahí. Es mi imagen, nada más.
- No. – contestó la parca - Es la bondad y la generosidad con la que te instruyó tu padre, es el valor, la fuerza y la tenacidad con las que te aleccionó. Es el espíritu de lucha, el amor, la pasión, la ternura, el cariño, la cordialidad, el sentimiento….Thais..no puedes echar de menos a tu padre. No se echa de menos lo que ya tienes y está en tí!

Me sentí turbada ante sus palabras.

- Yo…
- Observa!! – exigió la Muerte señalando de nuevo la imagen.

Seguía viendo mi reflejo, pero esta vez me devolvía una sonrisa. La Parca tenía razón. Mi padre había depositado muchas enseñanzas en mi persona y yo era verdaderamente afortunada. ¿Cuántas personas en este mundo no habrán podido tener mis vivencias y mi maestro? Tuve la suerte de vivir 36 años cerca de una persona maravillosa capaz de ver la belleza en las cosas pequeñas. Eso formaba parte de mí, yo era mi padre! Cuando veía a una mariposa alzar el vuelo sabía que era él quien estaba detrás de ese gesto, al igual que lo estaba en el vuelo de los gorriones, en el olor de las flores, en la brisa de la mañana, en las sonrisas de los niños, en el color de las piedras, en la humedad de la hierba y en tantas y tantas cosas ínfimas que hacían bello vivir.

La imagen cada vez se volvía más nítida. Pude percibir unas luces intensas y brillantes en la figura que se reflejaba en la gruta.

- Parca…pero….qué son esos destellos? - pregunté
- No lo sabes?
- No…
- Observa! - repitió.

Una luz brillante emanaba a la altura de mi corazón, otra en mi cabeza y otra en mi mano derecha. Bajé mi mirada hacia mis manos pero no vi nada. Alcé de nuevo la vista a la pared y me percaté del aumento del resplandor.

- No veo nada… - susurré
- Thais… el destello de tu corazón es por el Ángel del Amor Perdido. Es tu manantial de consuelo por haber extraviado a tu primer hijo. Te recordará eternamente que su amor, indeleble, te acompañara siempre para protegerte. Hará que comprendas que el universo es un lugar seguro, dulce y destinado a tu felicidad y gozo. Salvaguardará los recuerdos de los seres a los que quisiste, a los que amaste.
- El brillo de tu mente es por el Ángel de la Sabiduría, tu segundo hijo. Guiará tus pasos hacia el camino correcto mucho más allá de la inteligencia y la lógica. Será la complacencia de las buenas decisiones y acciones.
- Y el de tu mano es el Ángel de la Fortaleza. Te ayudará a vencer a la debilidad y a superar los malos momentos. Es tu tercer hijo. Reconducirá tus miedos y te enseñará que aquello que en ocasiones crees perder en realidad son virtudes que ganas y te acompañaran durante el resto de tu existencia.

Me había quedado muda e impresionada por sus palabras. Observé de nuevo la imagen reflejada en el agua pero poco a poco fue desapareciendo.

Levanté mi cabeza mirando a la Muerte. Un nudo apresaba mi garganta. Estaba emocionada.

- Tengo…una última pregunta - dije titubeante.

Ante mi sorpresa la muerte me dio la espalda y se alejó entre las sombras. Cuando quise darme cuenta se había desvanecido. Corrí entre las rocas en su búsqueda pero no la encontré. Me sentía perpleja ante esa extraño suceso.

Tras unos momentos iniciales de desconcierto decidí salir al exterior de la cueva. Necesitaba tomar el aire! Mientras avanzaba hacia la playa podía percibir el olor del mar. A lo lejos se veía el fulgor de la luz del sol y me encaminé en esa dirección. Poco antes de salir me detuve, aún conmocionada por la experiencia que acababa de vivir, pero... a lo lejos retumbó su voz…

- No…aún no es tu hora…Thais...no es tu momento...

Sonreí recordando a Shamu.

Avancé hacia la playa y alcé mi cara al viento disfrutando y sintiendo el calor del sol. Miré al horizonte y amplié mi sonrisa.

- Decididamente, Papá…esto eres tú: VIDA.

Te quiero.



"Que no se nos olvide agradecer los detalles y el cariño de los que cada día comparten nuestras vidas ya que no sabemos dónde estarán mañana. Que la rutina no los difumine."

elenavadillo

Thais pokito a pokito lo conseguiremos. Ves ke rapido te ve la hemato? Ya veras ke majisima es Ana. Un besazo

MACU33

Uff... tengo un nudo en la garganta...