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24-09-2012, 21:31
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Forera desde: 09-06-2012
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Estado: Buscando
Será: No se sabe
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
Buenas noches!! Descubrí este post hace muy poquitos días y estoy super enganchada!! Al punto de que llevo el post abierto en el iPad y me lo llevo a todos lados, que son 150 páginas!!! Aunque ya voy por la 50, maaaaaadre si me queda... Y encima habéis aumentado a 158.
Eso sí, menuda panzada me estoy pegando, pero al menos sin intrigas, jejeje!
Thais, de verdad que nos enganchas. Bueno, sigo a la faena, y perdonad que no comente nada actual pero es que aun voy por el mes de agosto, el día 1 todavía!!
Pero he hecho un alto para saludar porque no era plan de entrar cada día a escondidas sin saludar!
Besos a todas!
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24-09-2012, 21:41
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Estado: Ya he parido
Fecha de Parto: 14 de noviembre de 2013
Será: Niña
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
Cita:
Iniciado por Thais
5º Post terminado!! Iniciando el 6º!!! jijijiijijijij Voy a cenar!!!
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¿tú no estabas a dieta? ¡pues nada de cena!
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24-09-2012, 21:49
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Forera desde: 07-06-2012
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
trasgo, es verdad, nada de cena, que tengo que publicar....uys, no!!! jjajajaja que sólo tengo que almacenar las entregas para haceros sufrir un pelín más! jijijijijijijijiji
Afrodita1306, pos no se. Cuando llegue! La Gracigoleta es partidaria de los viernes, habla con ella!!
Dible, bienvenida, guapa!
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24-09-2012, 22:48
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Forera desde: 07-06-2012
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
Querido diario,
Estaba nerviosísima, pero tenía que bajar de nuevo a la planta baja. Se suponía que debía cambiar mis ropas mojadas y bajar, me apeteciera o no. De nuevo ese olor …dios mio… como podían siquiera sus ropas oler así… Sentía como si un abrazo suyo recorriera toda mi piel, como si sus cálidas y suaves manos acariciaran mis hombros, recorrieran mis brazos, palparan mi estómago…ufff…no quería ni pensarlo.
- Thais, quizás no es buena idea usar su pijama…
La camisola me estaba grande, pero no era lo suficientemente larga como para cubrirme bien los muslos y darme seguridad. Mientras me miraba al espejo, intentaba estirarla y colocármela del modo menos indecente posible. Si la estiraba hacia delante, el escotazo era más que evidente y además sentía que se me vería el culo ya que sólo llevaba un tanguita. Si la estiraba hacía atrás…el escote resultaba más recatado, me tapaba algo más el culo pero siquiera cubría mis piernas.
Pensé en Shamu y en lo sucedido en la cocina. Recordé la presión de “eso” sobre mi cuerpo y enrojecí de vergüenza, como si hubiera sido culpa mía. Uff…que fuerte! No lo habré imaginado, no?. Estaba casi segura de haberlo notado pero me parecía tan insólito y hacía tanto que no me sucedía algo así que no me lo creía . ¿se habría excitado por mí? ¿por los pezones? ¿Sólo con eso? No podía ser…¿no? Aunque… bueno, los tíos son una especie distinta… Recordé un artículo que había leído recientemente: "Los hombres piensan un promedio de 19 veces al día en sexo…"
Pues yo llevo casi un día con él!! ¿Sería Shamu de los tíos del promedio? Bueno, era tío, con lo cual… el estudio le incluía…Pero claro, ¿Qué significa pensar en sexo para un tío? ¿Pensar en el coito, tener pensamientos eróticos, masturbarse o sólo pensar en una tía que les gustara? ¿Cuál era el alcance de la afirmación de ese estudio? ¿Quería decir que Shamu había pensado 19 veces en hacer el amor? ¿en tetas y culos? ¿Míos? ¿o de otras? ¿pensaba cuando veía algo que le recordara al sexo? ¿o simplemente lo tenía en su cabeza? Es que “pensar en sexo” es muy amplio! Y más para un hombre! Ains…!! Thais, deja de pensar en tonterías… ¿Cómo se va a excitar por un pezón? Te lo habrás imaginado, boba…!
JA! Yo no me he imaginado “eso” …! Con decisión cogí mi pijama mojado y salí al pequeño balcón de la habitación. La noche era oscura y apenas se veían luces cercanas, pero reconozco que el aire fresco disipó mis acalorados pensamientos sobre Shamu y el sexo. Extendí la ropa en la misma barandilla para que se secara y poder usarlo la noche siguiente. No recordaba haber visto tendedero en la casa por lo que pensé que ahí estaría bien. A las malas, si hacía aire y se caía abajo, lo podría rescatar a la mañana siguiente.
¿Qué hago? ¿Bajo o me acuesto ya? Era tarde y no sabía qué hacer. Finalmente, decidí bajar a tantear a Shamu, a ver qué pensaba hacer. Imaginarle en la cama conmigo esa noche…. Uff… me iba a dar algo. La pasada noche me había quedado esperando en la cama a que saliera de la ducha, y al final siquiera recuerdo haber dormido con él o el tacto de su piel. Pero… ¿y esta noche? ¿Qué sucedería entre los dos? ¿Qué pasaría? Me había levantado muy valiente, con pensamientos de reconquistar a Shamu, de enamorarle, pero tras ese día, ahora me encontraba abatida y no pensaba lo mismo. La jornada había sido demasiado intensa para lo que mis malogrados nervios podían soportar: el paseo a Totero jugando con su sombrero…el baile agarrados…beso al atardecer… Dios... el beso...
Uff…Un aguijonazo se me hundió en el estómago al recordar ese beso, el breve roce de sus labios me había trastornado enormemente, pero su rechazo… De nuevo sentí ganas de llorar al evocar en mi mente sus anchas espaldas caminando hacia la casa rural y su condescendiente silencio ante mis palabras restando importancia a lo sucedido. Quien calla, otorga. Si hubiera querido decir algo al respecto, lo hubiera hecho, y sin embargo…nada apuntó cuando le dije que tampoco había significado nada para mí.
Dolía.
Tragué saliva y cerré los ojos, esperando que todo hubiera sido un sueño y al abrirlos no estuviera en esa casa rural pasando ese trago. Pero, al abrirlos, de nuevo estaba esa chica de mirada triste mirándome en el espejo de esa bonita habitación.
Me obligué a sonreír y más me pareció una mueca que otra cosa, pero debía fingir con Shamu que todo estaba bien, que éramos amigos. Nada había pasado en la cocina. Debía convencerme de eso. Hubiera sucedido lo que hubiera sucedido, Shamu jamás sería mío, y eso se me tenía que meter en la cabeza como fuera.
Tomé aire con el objeto de inhalar fuerza a mi corazón. Necesitaba impulso y resistencia para bajar de nuevo al salón y forcejear con sus ojos oscuros.
- Ya lo has recogido todo? - dije al llegar abajo.
- Sí. Sólo era agua, se secará enseguida.
Shamu estaba sentado cómodamente en el sofá y me recorrió con su mirada sin ningún tipo de pudor mientras yo me sentía como si estuviera pasando por un escáner. Alargué mis manos con intención de coger la parte baja de la camisola y cubrir mis muslos pero recordé que si hacía eso, sería en detrimento de la cobertura de mis senos.
- Te queda algo grande, no?
- Er… bueno…un poco…pero para dormir... ya está bien… - contesté con corte. ¿Cómo puedo ser tan atrevida en unas ocasiones y tan apocada en otras? Joder, que no tengo 15 años!
- Estás muy...bien... - dijo Shamu sin parar de mirarme mientras yo enrojecía. No sabía como interpretar sus palabras.
Me senté en el sillón de al lado del sofá, pero no sin antes colocarme el escote y coger un cojín de su sofá para cubrirme las piernas. Notaba sus ojos en mis piernas, en mis pechos, en mi cuerpo y eso me estaba poniendo nerviosa. Tal vez no era tan buena idea lo de su pijama...
- Y ahora yo que hago? – dijo Shamu mirando como yo intentaba taparme con un simple cojín.
- Que haces de qué? – pregunté sin entender la pregunta.
- Voy a tener que dormir desnudo contigo porque tienes mi pijama…
(…)
(…)
(…)
Que cara no debí poner para que Shamu empezara a carcajearse a lo bruto...
- Jajajjajajajajajajja!! Jajajajajajjaj!!! Pero mira que eres inocente, Thais!! Jajajajajjajaja Ays…. Que cara has puesto…!!! Jajajajjajajajj
- Oye… que no tiene gracia…
- Jajajajjajajajajajajaj!!! Joder, que caaaaraaaaa….!!! Jajajjajajajajja
- Pues no entiendo de qué te ríes, si no he dicho nada.
- Ya! Pero has puesto una cara que no ha hecho falta que lo dijeras! Jajajaja. Ais…me meo… mira que me gusta tomarte el pelo!
Me cabreó que se riera de mí de esa manera, no le veía la gracia por ningún sitio. ¿Tenerle desnudo a mi lado durmiendo? ¿Completamente desnudo? Lo siento, pero no me daba ningún tipo de risa y me fastidiaba que se mofara de ese modo de mí.
- Te vas a quedar viendo la tele? – corté yo levantándome del sillón.
Sólo percibí mi hombro y parte del brazo al descubierto en esa gran camisa cuando ví que Shamu dirigía su mirada hacía él, ignorando mis ojos. Rápidamente, como si sus pupilas me hubieran dado la señal para ello, me coloqué con brío la camisola, cubriendo mi piel y como no, ruborizándome por ello. Mierda de pijama.
- Er…si… no? – dijo él a los pocos segundos claramente pillado en falta - Tú no? Acaba de empezar una peli y parece que está bien.
- Creo que me voy a ir a la cama a leer.
- Mmmmm….desnuda? – dijo burlonamente resaltando la palabra “ desnuda”.
- Vete a la mierda! - exclamé dándole la espalda y dirigiéndome a la pequeña estantería de libros del salón mientras le oía reir.
Intentaba concentrarme en escoger un libro de la estantería pero miré de reojo a Shamu. La película podría estar muy bien, pero me miraba a mí y no a la televisión. Dado que estaba dándole la espalda y no debía preocuparme de cubrir mis muslos por delante, decidí tirar atrás, para asegurarme de que dejaba bien resguardado mi trasero pero…siquiera noté el roce de la camisa en mis piernas indicándome que me cubría algo más. Que raro… pensé palpándome… Joder, mierda de pijama!! Se me había quedado pegado en el culo y lo único que estaba haciendo tirándolo hacia atrás es que me quedara una bolsa en la cintura!! Como si mi vida dependiera de ello o me quemara la piel separé enérgicamente la camisola de mi culo. Amf…. si bien volví a odiar la facilidad con la que se me cubrían de rubor las mejillas, agradecí la penumbra de la habitación.
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24-09-2012, 22:48
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
(CONTINUACIÓN)
Miré con cierto disimulo a Shamu. Intenté adivinar si había visto el espectáculo que debía de ofrecer la fina camisa blanca pegada a mi culo cubierto únicamente por un tanguita. Intuí un cierto grado de decepción en su mirada por lo que, muy a mi pesar, confirmé que le había dado asiento de primera con un primer plano y que había disfrutado de las vistas. El muy capullo me estaba mirando el culo sin decirme sin ningún tipo de disimulo!!! Joder con el tío!! Puede que no me hubiera enterado de sus otros 18 pensamientos sexuales, pero de ese, sí!!! Pero será guarro?? Pero qué clase de tío dice por ahí que le gusta una tía y luego va mirándole el culo a las otras???? Comencé a sentirme irritada con Shamu y refrenando mis deseos de tirarle los libros de la estantería en la cabeza, cogí el primero que tuve delante y me dí la vuelta.
- Me voy a la cama. Buenas noches – dije huraña alejándome y dirigiéndome a las escaleras.
- Te subes ya? – dijo siguiéndome con la mirada.
- Sí - respondí secamente. Esperabas que también te enseñara una teta o qué! Refunfuñé internamente mientras subía para la habitación.
- Bueno, pues que descanses.... - dijo Shamu sin parar de observarme.
Una vez arriba, al pasar por el espejo del pasillo que llevaba a las habitaciones, comprendí el motivo por el que Shamu me miraba tanto: Ese fino pijama en penumbra.... transparentaba mis formas marcando perfectamente mi silueta!!!
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24-09-2012, 22:49
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
Última edición por Thais; 24-09-2012 a las 23:10
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24-09-2012, 22:56
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
Querido diario:
Subí a la habitación algo molesta por la actitud de Shamu. No sé de que va: primero me besa, luego me deja plantada y ahora me mira abiertamente el culo y las tetas sin ningún tipo de decoro. Apagué todas las luces excepto la de mi mesita de noche y me metí en la cama. Abrí el libro, pero por más que lo intenté siquiera pasaba de la primera página. Mi cabeza era un torrente de pensamientos y en todos aparecía Shamu, ese chico moreno, con esos ojazos de rizadas pestañas que me tenía profundamente enamorada.
Pensaba en la tormentosa relación que habíamos tenido y en el punto tan extraño en el que nos encontrábamos. Hacía muchísimos años que nos conocíamos, mucho tiempo compartiendo confidencias en el chat, participando de sus problemas, riendo con sus bromas y leyendo sus líneas en el ordenador. Siempre le había querido en secreto, pero apenas me lo admitía abiertamente. Me gustaba, pero… ¿amor?. Siempre lo había visto como algo imposible, como un delirio ilusorio y ficticio que me servía como vía de escape y como inspiración para mis sueños y fantasías. Al separarme de Miko, lo que menos pensé es que Shamu diera el paso. Siempre había sospechado que él sentía algo similar a lo mío, pues siempre estaba ahí para mí y se me hacía raro que muchas veces me antepusiera a otras cosas en su vida cuando siquiera éramos más que unos simples amigos virtuales. Pero de tener la sospecha…. a confirmar su amor bajo el sauce iba un trecho. Se había declarado en un momento de mi vida muy confuso, de hecho, meses después y seguía igual de confundida con mi vida. El divorcio me había dejado muy descolocada y necesitaba encontrar mi lugar en la vida. Había estado viviendo demasiado tiempo bajo la sombra de Miko y debía averiguar cuáles eran mis verdaderos deseos, mis sueños. Debía volver a encontrarme.
Shamu formaba parte de mi etapa anterior con Miko. Era la parte intangible e imaginaria de esa relación, era mis sueños, mi fantasía irreal que hacía más llevadera mi atropellada realidad con Miko. Durante muchos años había sido mi fuente de evasión, era lo que daba sentido a mi existencia, pero indiscutiblemente, formaba parte de esa etapa de mi vida que tanto me empeñaba en olvidar.
Mi divorcio, dado que suponía un fracaso, era un punto de inflexión en mi vida. Una firma que marcaba un antes y un después. Definía el periodo de tiempo exacto que debía olvidar. Y Shamu se encontraba dentro de ese intervalo de olvido. Me costaba mucho extraerle sin recordar lo que había vivido, lo que le había contado respecto a Miko. Pero bajo el sauce me señaló que sus intenciones no eran las de quedarse dentro del espacio temporal que yo había definido para borrarlo de mi mente.
Al principio, le dejé quererme. Pero me asusté. No estaba preparada para iniciar una relación cuando aún tenía el bolígrafo de la firma de mi divorcio en el bolso. Bolígrafo que me recordaba que debía pensar mejor las cosas antes de lanzarme, antes de volver a actuar bajo mis impulsos. Y Shamu parecía dispuesto a ir a por todas conmigo. Iba demasiado rápido para mí.
(…)
Uhm… parpadeé varias veces. Me sentía un poco desorientada en esa cama, en esa habitación. Con ciertas dificultades fui abriendo los ojos pero todo estaba oscuro y reinaba una sepulcral calma. Por la ventana se filtraban unos tenues rayos de luz… ¿Dónde estoy?. Recordé enseguida. Sí …Santander…la casa rural… Me debí quedar dormida en medio de mi atolladero de pensamientos. Instintivamente giré la vista buscando un bulto en mi cama…Uff…
Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad pude confirmar que la cama estaba vacía, Shamu no estaba ahí. Es más, al incorporarme pude verificar que su lado de la cama siquiera estaba deshecho. Encima de la mesita de noche estaba mi libro. ¿Quién lo habría dejado ahí? ¿Shamu? Yo no recordaba siquiera haber apagado la luz de la lámpara. ¿Pero qué hora sería? Me sentía adormilada y no pensaba con demasiada claridad. Palpé la mesita de noche con mi mano en busca del teléfono móvil. Joder…¿las tres y media?¿Y Shamu aún no se había acostado?.
Durante unos minutos me quedé incorporada en la cama, a oscuras, procesando esa lúgubre calma e interrogándome sobre la ausencia de Shamu en mi cama.
Suponía que estaría en la planta baja viendo la televisión. Agudicé el oído pero no parecía oírse nada.. ¿estará leyendo?. Tenía la boca seca, me moría de sed y la curiosidad sobre el paradero de Shamu me podía, por lo que me levanté de la cama con intención de ir en su búsqueda.
No quería hacer ruido por lo que no encendí la luz y bajé descalza con la poca claridad que se colaba por las ventanas tanteando las escaleras. ¿Ni ruido ni luz? Que raro… pensaba mientras descendía.
El salón estaba a oscuras sólo iluminado por la sutil luminiscencia que se infiltraba tímidamente por la ventana. Era noche de luna, pero el cielo nublado la encubría, enmascarándola y ocultando su resplandor.
Busque en las sombras y le encontré. Yacía dormido en el sofá que había convertido en cama. Las nubes se disiparon y un rayo de luna iluminó la estancia. Ahí estaba el ser más hermoso que había visto jamás. Shamu tenía el torso desnudo y una sábana le cubría de cintura para abajo. ¿Llevaría pijama? Su cuerpo era atlético, musculoso y bien formado, consecuencia de los años de kárate, gimnasio y ejercicio que lo habían torneado. Sus brazos eran fuertes, fornidos, de espaldas anchas, cuello robusto. Su barba era incipiente y sus varoniles facciones, firmes. Se veía realmente bello a la luz de la luna, esculpido en esa cama cual estatua en mármol. Su respiración era serena, acompasada, su sueño, plácido. Se le veía realmente tranquilo en su descanso.
Procurando no hacer ruido me senté en una silla, observándole. Su cuerpo era digno de admiración, tan viril, sus facciones… su cara… qué guapo era…
Le miraba y soñaba. Me metía en su cama, se despertaba y me abrazaba mientras me susurraba que me quería y me besaba. Pero… nada de eso iba a suceder. Sueño era. Las lágrimas asomaron a mis ojos al reconocer que Shamu…se había acostado en la planta baja porque no quería dormir conmigo. Yo no le atraía.
Fui atando cabos… su reacción distante…sus esquivos durante el día…su desplante tras el beso… y ahora… eso. El hecho de que se hubiera molestado en preparase esa cama, en convertir el sofá en su lecho… sólo podía tener un significado y me costaba aceptarlo. Asumir que no me quería era una realidad tumbada en ese sofá, ese pensamiento me causaba tal dolor, tanta amargura, que no pude reprimir las lágrimas mientras contemplaba sus perfectas formas y su respiración. Mi corazón era preso de una gran tristeza, lleno de pesadumbre y de dolor.
Shamu se movió y cambió de posición en el sofá-cama. Me sobresalté y contuve la respiración. No podía encontrarme ahí…!! Con muchísimo sigilo me levanté y me dirigí escaleras arriba, hacia la habitación. Me senté en la cama y de nuevo las lágrimas. Me dolía lo que había visto. ¿Porqué no habría querido acostarse en la cama conmigo? No se había quedado dormido en el sofá sin querer, se había acostado ahí a propósito! Le había dado tiempo a hacerse la cama y eso había sido premeditado. Shamu no quería nada conmigo, si no había querido verlo antes, ahora debía hacerlo.
Me acosté intentando dormir pero no paraba de dar vueltas al último desmán de Shamu. Me era imposible conciliar el sueño ratificando mis sospechas, las palabras de Huno, de él. Me levanté al baño y bebí agua directamente del grifo, amorrada. Las horas pasaban y no conseguía dormir. Le amaba demasiado como para perderle, pero…la realidad era esa: Shamu estaba fuera de mi alcance. Me senté en el alféizar de la ventana. Por la luz, amanecería en breve y me quedé ensimismada viendo la salida del sol.
Me picaban los ojos de no dormir y llorar. Oí un ruido en la planta baja y me pareció adivinar que Shamu se había despertado. Angustiada, de un salto corrí a la cama. No sabía si subiría a la habitación, pero por si acaso…cerré los ojos simulando dormir. Y con tanto empeño simulé… que me dormí.
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24-09-2012, 23:02
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
(CONTINUACIÓN)
Eran las diez de la mañana cuando desperté. En cuanto abrí los ojos y vi que mi cama seguía vacía, volví a sentir en mi estómago el aguijón del desconsuelo y la angustia en mi estómago. Me sentía una perdedora y a pesar de todo, me sentía cansada. Había dormido muy mal y me picaban los ojos. Estaba muy desanimada y con pesimismo, auguraba una mierda de día junto a Shamu. Con nuevos sufrimientos, desquites y desengaños por su actitud conmigo. La vida era una moñiga de vaca, vivir era un asco y existir me parecía repulsivo.
- Dormilona!! ¿Qué haces mirando el techo? ¿No piensas levantarte hoy, marmotilla?
Giré la cabeza hacia la dirección de la voz y ahí estaba Shamu, apoyado en el marco de la puerta, bello, con una gran sonrisa en su rostro. Uff…que guapo…
- … er… hola…que haces ahí…- respondí no muy festiva.
- Miro como duermes. Qué pasa, hoy toca hacer el perrillo? – dijo Shamu con su bonita sonrisa acercándose a la cama.
No me apetecía mucho hablar con él, me sentía deprimida incluso para eso. Así que me giré en la cama y le dí la espalda.
- Estoy de vacaciones – dije yo, cerrando los ojos de nuevo, acostada con postura fetal.
- Pues tenía previsto ir a Esles, un pueblo que hay aquí cerca y visitar un hayedo que hay. En las fotos parece chulo.
Vete tú solo.
- La semana que viene, vamos - respondí huraña.
- Jajaja…! La semana que viene no estaremos aquí.
Ha dicho que miraba como dormía? ¿Me espía cuando ronco o qué?
- Pues la otra. – protesté.
- He preparado café y el desayuno, pero si tardas… lo mismo viene un duende verde a comérselo! – dijo Shamu
Pues que reviente el marcianito. Yo de aquí no me muevo.
- Ehhhhhh… remolooonaaaaa!! Te estoy hablaaandoo!! – gritó Shamu zarandeándome
- Estoy dormida, déjame. – dije seca y antipática dirigiéndome a él.
- Uff… menudo despertar tienes, eh? Pero yo tengo la solución a eso - repuso resolutivo.
- Dejarme dormir? – dije volviendo a cerrar los ojos dándole la espalda de nuevo.
O morirte y dejarme en paz.
- No!! Tengo un método infalible que te va a quitar el sueño de golpe y va a hacer que te levantes riendo.
- Mmm…Cerrar los porticones de las ventanas estaría bien.
- Pues no!! Mi superataque de cosquillas!!!!
Shamu se abalanzó hacia mí y comenzó a pellizcarme y a hacerme cosquillas por el cuerpo. Dios!! No puedo con eso!! Estoy llena de cosquillas!!
- Noooooooooooooooo!!!!!!!!!!! Fueraaaaaaaaaa!!!! Déjameeeeeeeee!!!! Jajjajajaja
- Ven aquí!!! No te escaparás!!!!!!!! – gritaba él mientras me sujetaba
- Sueltame!!!!! Jajajjajajajajaj Para!!! PARAAAAAAA!!!! PARAAAAAAA!!! Jjajajajjajajajaja
Intentaba esquivar sus manos, sus brazos y a la vez, intentaba taparme el cuerpo con su camisola. Shamu no desistía y me sujetaba en la cama con sus manos continuando con su tortura de cosquillas.
- PARA!!! Vale YA!!! Jajjajajaja Quieeeettooo!!!! Suéeeeeltame!!!
- Ni lo sueñes!!! No huyas, cobarde!!! jajjajaja
- Jajajajaja! Para! Para!!!! Suéltame!!! jajajajajaja
- Pues muy bien – dijo Shamu sujetándome en la cama, abrazándome – paro… a cambio de que te vengas conmigo a Esles!
- Joooooooooo – protesté – estoy de vacaciones….!! – dije cerrando los ojos. Podría quedarme eternamente dejando que me abrazara. Que sensación más agradable…Me sentía tan protegida…
- Mira que empiezo otra vez, eh!!!! – me amenazó con una gran sonrisa.
- No, no, no, no, no,no!!!!!!!!!! Voy, voy, voy, voy!!! - dije riéndo.
Shamu se levantó de la cama.
- Venga, gandula! Levántate que voy calentar la leche para el café.
- Bueeeeeeenooo….pesaaaaooo….
- ¿¿¿¿Cómo que pesao??? – dijo de nuevo abalanzándose contra mí - te vas a enterar!!!!
- Nononononononono!!!!!!!! Lo retiro, lo retiro, lo retiro!!! Jajajajajjajajjaja
- Jejeje, ya sabía yo que esto no me podía fallar! Nena, que sepas que estás en mis manos!! Te espero abajo, so zángana! – dijo con una gran sonrisa que iluminaba toda la habitación.
Oía como bajaba las escaleras mientras yo me quedaba tumbada en la cama desperezándome con una gran sonrisa dibujada en mi rostro. Da igual como estén las cosas, da igual lo triste que esté, lo decaída que me sienta, lo deprimida que me levante: este chico siempre hace que me olvide de todo!
- Thais, no te emociones, que esto no cambia nada. No vuelvas a hacerte ilusiones que ya sabes cómo están las cosas – pensé intentando ser realista.
Me levanté de la cama y bajé a la planta baja. Qué bien olía a café…!
Desayunamos juntos mientras me contaba el plan que tenía para ese día.
- Hay un camino que nos lleva al pueblo de Esles, creo que se tarda una hora o así, pero podemos coger el autobús aquí abajo. Podríamos visitar el pueblo, que por el tamaño, creo que en 10 minutos lo tenemos visto. Creo que hay un hayedo que dicen que hay que visitar. He leído que hay varias rutas, podríamos hacer alguna, creo que son un par de horas.
- Ufff… me vas a hacer andar? Con lo vaga que estoy…
- Anda que hoy estás fina!
Tras el desayuno entre bromas y protestas, fui a darme una ducha rápida y a vestirme para irnos de excursión. Me había despertado desanimada, pero con la sesión de cosquillas me había animado un poco. Sabía que no debía olvidar que Shamu no estaba ahí por mí, sino por las peripecias del destino. Si Akira y su amigo no se hubieran echado para atrás, seguramente las cosas hubieran sido distintas en esa casa rural. No habríamos tenido tantas ocasiones para estar a solas y probablemente no me hubiera lanzado a nada. Siquiera hubiéramos tenido oportunidades para flitear o bromear, y amén de que el beso el atardecer no hubiera pasado. Probablemente no me sentiría tan decepcionada pues si bien nada hubiera ocurrido entre nosotros, no me hubiera hecho siquiera ilusiones. No debía olvidar como estaban las cosas entre los dos. Yo le gustaba como amiga. Me gustara o no, era lo que yo había decidido eso y él lo había acatado. Aunque ayer pretendiera volver atrás en el tiempo, las cosas no eran tan sencillas y no podía controlar sus sentimientos. Aunque me doliera, debía resignarme.
Mientras me arreglaba, no estaba segura de cuál debía ser mi estrategia de ese día. Estaba claro que la del día anterior, no sólo no me había funcionado, sino que había salido bien escaldada de ella. No sabía si podría soportar muchos desplantes más, por lo que creí que lo más inteligente sería comportarse como una simple amiga, sin pretender nada más ni agobiarle. Debía asumirlo. Ese pensamiento no me hacía sentir bien, me torturaba, pero la casa rural no era el sitio ni el lugar para llorar y desahogarme, por lo que no podía hacer otra cosa que lo que había hecho durante tantos años con Miko: fingir.
Salimos de la casita rural por el caminito de arena, en dirección a la carretera para coger el autobús.
- A qué hora pasa? Lo sabes? – pregunté
- Pues….joder!! Corre!!! En teoría en 2 minutos!! Vamos!!!
Comenzamos los dos a correr campo a través para no perder el autobús. El siguiente no pasaba hasta dos horas después y perderlo significaría replanificar todo el día. Cierto es que yo iba al gimnasio y tenía cierto aguante, pero Shamu pronto me dejó atrás. Era fuerte y solía salir a correr con frecuencia, aparte de sus sesiones prácticas de kárate que le proporcionaban agilidad.
- Thais..!!! Venga!! - Shamu paró a esperarme mientras yo corría hacia él.
Sin darme cuenta y pillándome totalmente desprevenida, Shamu me cogió de la mano y comenzó a correr tirando de mi! No me dio tiempo a pensar, cuando me quise dar cuenta estaba corriendo campo a través a su lado, cogida de su mano.
Llegamos a la parada justo cuando pasaba el microbús. Si no nos hubiéramos pegado esa carrera probablemente lo hubiéramos perdido. Subimos jadeando y riendo ante la mirada de los viajeros.
- Ainsss….. qué prisas!! Que yo ya estoy mayor para esto! – le protesté.
- Qué vas a estar mayor!! Estás estupenda! – dijo él.
Me senté en el asiento de la ventana un tanto descolocada. No entiendo nada. Lo de cogerme la mano campo a través me había encantado, pero debía recordar que Shamu y yo éramos amigos. Thais, nada de ilusiones que te conozco: sólo te ha cogido la mano para no dejarte atrás, nada más. Ya. Sí. Vale. Nada de ilusiones… pero ¿y lo de estás estupenda?.
Shamu estaba sentado a mi lado y podía percibir perfectamente el olor a su loción de afeitado. Me encantaba. De hecho, me resulta super atrayente el olor de un hombre recién afeitado. Los asientos no eran muy anchos y nos obligaba a estar con cierto contacto físico. Como me gustaba notarle tan cerca, sentirle…era excitante notar su muslo contra el mío… Thais, no! Olvídalo!! No debes pensar en él en esos términos….recuerdas? está por otra!
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24-09-2012, 23:09
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Forera desde: 07-06-2012
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
(CONTINUACIÓN)
Llegamos a Esles y como bien predijo Shamu, tardamos poco en visitarlo. Era un pueblo muy pequeñito rodeado de verdes praderas y valles, como todos los de la zona.
Las calles eran pequeñas y las casas de piedra, señoriales y elegantes a la vez que rurales. Observábamos las casas opinando sobre ellas y sobre el gusto de sus habitantes. Me gustó el pueblo. Tardamos algo más de 10 minutos en recorrerlo pues nos entreteníamos con cualquier detalle de las casas. Me resultó una grata sorpresa los conocimientos relativos a la arquitectura que tenía Shamu. A mí se me da fatal la historia. De hecho, siempre tuve profesores malísimos que jamás hicieron que me sintiera atraída por este campo. Soy bastante ignorante y me llamó mucho la atención lo que contaba Shamu sobre el tipo de casas y sus construcciones. Era agradable oírle, con qué fascinación hablaba y relataba las historias o establecía las diferencias entre uno u otro porticón, escudo en la pared o tipo de arco.
Encima, inteligente…
Un río atravesaba el pueblecito y me detuve en una barandilla a observar a unos patos que chapoteaban en él. El paisaje era maravilloso, el sonido relajante. En el fondo y a pesar de cómo estaban las cosas entre los dos, estaba siendo un paseo agradable entre dos simples amigos. Thais, nada tienes hoy que temer. Todo controlado, ves?. Lo de ayer no tuvo que suceder, no tuviste que intentar nada con él. Mira hoy. Siquiera una mirada que te altere. Y lo de la cama, plim! Olvidado, vale?
Mientras admiraba las vistas y disfrutaba del paisaje que tenía delante, noté un soplo de aire caliente en mi nuca y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Shamu se había puesto justo detrás de mi espalda, atrapándome con sus manos. Dios….!!! Cerré los ojos a sabiendas que no me veía… Shamu, no hagas eso… por favor…. sal de ahí detrás…. Me mareaba su olor, el calor de su cuerpo en mi espalda, se me erizaba el vello de los brazos, del cuerpo, de mi nuca…
- Qué chulo, verdad? - dijo él.
Yo no podía ni formular palabra. Cerraba los ojos esperando que algo sucediera, que se apartara de una vez, que se alejara… o que me girara y me besara…
- Thais… - susurró Shamu a mi oído.
Eso era una tortura… estaba tan cerca…mi corazón bombeaba a cien por hora y me costaba respirar …por favor, aléjate…vete ya… vete ya…no puedo soportarlo más…
- Que… - respondí con un hilo de voz mirando a los patos, sin atreverme a girarme o a desplazar un solo pelo de mi cabeza. Estaba peligrosamente cerca de mí, cuerpo a cuerpo. Notaba perfectamente su aliento cálido en mi cuello…Era insoportable!
- Esto me recuerda al Parque del Retiro, al Palacio de Cristal… - dijo en voz baja.
Diosssssssssssssssssssssssssssssssss!!!!!!!!!!!!!! !!!!! ¿¿¿¿¿¿Porqué tuvo que recordarme eso???????? Dios, dios, dios….no…. ¿Cómo voy a olvidarlo? ¿Cómo voy a olvidar el beso que le dí en el parque? ¿Esa sensación de desesperación? ¿cómo me estremeció?
Cerré los ojos de nuevo a sabiendas que no veía mi cara, aunque no estaba completamente segura de ello pues el aliento en mi cuello me hacía pensar que su boca estaba más cerca de lo que yo creía. Me pareció percibir el aire cálido que exhalaba y su nariz en mi cuello… pero es que no osaba girarme para comprobarlo. Me sentía paralizada por las emociones, por su presencia en mi espalda, por sus palabras sobre el Palacio de Cristal y por el miedo a un nuevo rechazo.
- Mmm... me gusta el olor de tu pelo… - dijo Shamu
Sí, está ahí. Dios… dios…. que hago…
No me podía pasar el día ahí mirando el río y los patos eternamente. Así que decidí poner fin a ese tormento. Shamu y yo éramos amigos, por mucho que yo quisiera ver algo más en sus palabras o en sus actos. Eso era de lo que debía convencerme. En sus palabras no había nada, en sus gestos, tampoco, debía cambiar mi perspectiva con él de una vez por todas. Me giré pensando que él se retiraría y proseguiríamos el paseo por el pueblo. Pero no. Shamu no se apartó. Se quedó enfrente de mí, con su mirada fija en mi rostro. De nuevo fui presa del magnetismo de sus ojos, de su inevitable poder de atracción. Ambos enmudecimos. Shamu, titubeante, vacilando, levantó su mano y la acercó a mi cara. Estábamos demasiado próximos. Mis ojos estaban fijos en sus Yo sus carnosos labios, anhelándolos, deseándolos, ambicionando su caricia, pero... me espantaba un nuevo rechazo. Creí notar que sus ojos se posaban en mis labios…¿sería impresión mía? ¿Tal vez…me besaría?
- Tienes… ahí… una pestaña… - dijo susurrándome en un suave y tierno tono de voz.
- Yo…er… - no me salían las palabras. Mi garganta estaba seca y apenas podía pensar. Lo único que quería era que me besara. Que me besara de una santa vez y cesara esa tortura, el martirio de sentir su aliento en mi rostro, el olor a su aftershave, a hombre... por favor, que acabe esto…. Se me erizaba el vello en la piel y un escalofrío recorría mi espalda. No podía creer lo que iba a suceder. Dios… esto no me está pasando a mí…
Shamu alzó su mano y la posó en mi cara, me acarició la mejilla con su pulgar, luego, como sin intención, acarició mis labios… Cerré los ojos de pura emoción, de miedo, de alegría, tristeza… amor…Mi corazón estaba desbocado, latía apresuradamente, sentía que en cualquier momento se saldría de mi pecho, la garganta seca, me flaqueaban las piernas. Ese beso era inminente y lo deseaba como a nada en el mundo. Por favor, Dios, por favor… que me bese…
- ...ya...Fuera la pestaña... – musitó en voz baja y algo agitado.
Abrí los ojos y observé la nuez en la garganta de Shamu retroceder, tragó saliva. No sé que pudo pasar en ese momento por su cabeza, realmente no lo sé, pero… si bien creí que quería besarme...se apartó. Shamu se retiró de mi lado. Se alejó… y no hubo beso.
- Deberíamos pensar en ir a ver el hayedo. Se nos hará tarde para ir a casa y comer. - dijo con temple dejándome a sus espaldas.
No…no….otra vez… no….Dios mío, porqué? Porque me haces esto?? Porque, porque, porqué…
Cerré los ojos. Esto es surrealista. ¿De verdad todo es cosa mía? ¿De verdad estoy tan enamorada de él que veo fantasmas a todas horas? Madre mía, estoy mentalmente enferma, esto roza el fanatismo excesivo, la obsesión…ufff…!
Sentía ganas de llorar, pero no podía hacerlo delante de él sin darle una explicación coherente. Lo cierto es que estaba rabiosa conmigo misma por mi ceguera. Thais, cuando aprenderás, cuando aprenderás…¿es que aún no te has enterado?? NO TE QUIERE!! ESTÁ ENAMORADO DE COMETA!!!! Pareces IMBÉCIL!!
Shamu seguía avanzando mientras yo aún procesaba mi última fantasía desinflada. Nos dirigíamos hacia el hayedo. Después de lo sucedido en la barandilla del río, no tenía ni pizca de ganas de darle conversación. Seguía ensimismada en mis pensamientos y nada bueno había en mi cabeza. Estaba enfadada conmigo, por haber picado de nuevo, por haberme vuelto a hacer ilusiones con Shamu y haberme decepcionado. Soy demasiado terca y a veces no veo la verdad y la evidencia aunque me esté dando en los mismos morros. ¿A qué estaba esperando para aceptar que mi batalla con Shamu estaba perdida?
Un timbre llamó nuestra atención: un teléfono sonaba.
Shamu buscó entre sus bolsillos su teléfono móvil, el timbre provenía de ahí. Le miré mientras sacaba su móvil. Durante unos segundos observó la pantalla y me miró. Pulsó una tecla y canceló la llamada, sin contestar.
- Mmmm… luego llamo yo. - dijo hablando para sí mismo.
¿Quién sería? ¿Cometa? ¿Por eso no quería hablar delante de mí? ¿Era eso? ¿quería una llamada en privado y ahí no había donde esconderse?
- Propaganda? – insistí yo.
- No, pero prefiero atender más tarde esta llamada, con calma.
Vamos, cuando no esté yo delante…
- Es bonito esto, no? – dijo claramente cambiando de tema.
Está claro que no quiere hablar de esa llamada…Tiene que ser Cometa por cojones. O tal vez Akira?
- Sí, no está mal – respondí mohina. Estaba bastante molesta con él. O conmigo, aún no lo sabía. Pero me sentía enfadada y no tenía ganas de hablar.
Shamu tampoco parecía con demasiadas ganas de conversar, supongo que por la llamada de Cometa. Me imaginé que estaría pensando en ella y que ese paseo con ella sería muy distinto. Estaba segura de que si bien su cuerpo estaba ahí, conmigo, en ese hayedo de Esles, su cabeza estaba con ella. Tal vez él estaba serio conmigo por no poder estar ahí con ella.
Que se joda! Yo tampoco quiero estar aquí con él y me aguanto.
Mientras andaba, pensaba que aún nos quedaban dos días y medio para volver a casa. No sabía cómo iba a aguantar hasta el martes a su lado. Dado que no había nada que hacer con Shamu, me estaba planteando adelantar mi marcha, pero no sabía muy bien como plantearlo. Bueno, eso, y que era tan rematadamente estúpida como para que a pesar de todos las desilusiones que había sufrido con Shamu, aún no había perdido las esperanzas de tener algo juntos.
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24-09-2012, 23:18
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Respuesta: Es de valientes reir cuando el corazón llora
Shamu se había detenido en un cruce de caminos.
- Uff… tienes el mapa? – me preguntó.
- Sí, creo que sí. Espera - dije mientras lo sacaba de la mochila.
- Pues…. no se, diría que el camino que seguimos es por ahí – dijo señalando a la derecha.
- ¿estás seguro? – pregunté - ¿no será este otro? – dije señalando el de la izquierda – es más grande y parece que por ahí siguen las señales.
- A saber, en el mapa no queda muy claro ¿no?
- No mucho. ¿Cuál cogemos?
- Mmm…no se, decide tú - me dijo.
- Pues vamos por el que digo yo - dije dirigiéndome por ese camino y emprendiendo de nuevo la marcha.
- Como nos perdamos… que sepas que te voy a dar de comida a los lobos cuando nos ataquen!
- Lobos?? Que dices! Aquí no hay lobos.
- Como que no hay lobos!! Claro que hay lobos en estos bosques! Thais, estás en el límite del Cabárceno ¿Qué crees que hay ahí?
- Si hubiera lobos sueltos, no nos dejarían pasear por aquí tan tranquilamente.
- Bueno, tampoco hemos encontrado a nadie en todo el camino. No parece un sitio muy transitado y no hemos encontrado gente desde hace más de de una hora. Nos hemos adentrado bastante.
- No me acojones! Aquí no hay lobos!
- Jajajajajaja Que pasa, Thaisita, tienes miedo??
- No tengo miedo, pero no me hacen gracia los lobos y los bosques que no conozco.
El bosque cada vez era más denso y la espesura del follaje de los árboles obstruía el paso de la luz. Realmente no me estaba haciendo ninguna gracia pasear por ahí. No estaba segura de si era el camino correcto y era cierto que el camino no parecía muy transitado.
- No nos habremos perdido? Y si retrocedemos?
- Anda, tira para adelante que ya llegaremos a algún sitio - dijo Shamu adelantándome – Huele a lluvia y habría que ir saliendo de aquí.
El camino cada vez se estaba haciendo más estrecho y encima, Shamu estaba en lo cierto. Parecía que estaba oscureciendo aunque no sabía si por la frondosidad de esa zona del bosque o porque realmente amenazaba tormenta. Olía a humedad y había trozos en los que me parecía percibir una cierta niebla emergiendo del suelo. El territorio resultaba un tanto tétrico y ya no me parecía tan bonito. No me inspiraba ninguna seguridad y me sentía intranquila.
Me detuve a mirar el mapa pero no fui capaz de localizarnos con exactitud. Ya llevábamos unas horas andando, tenía hambre y si estaba donde yo creía, tardaríamos muchísimo más en deshacer el camino que en seguir adelante hasta la salida del bosque.
Levanté la vista y no ví a Shamu por ningún sitio. Recogí el mapa y lo guardé.
- …Shamu? - pregunté al bosque mientras avanzaba.
Mierda, esto no tiene gracia…Me cago viva aquí sola...
- …Shamu..? Hola? - volví a preguntar un poco más alto.
No obtuve respuesta y me estaba comenzando a impacientar. Me estaba angustiando.
- Hola? Shamu? Oye… que no tiene gracia…
Me detuve para ver si oía su respuesta o algo que me indicara donde estaba Shamu. Presté atención a los ruidos del bosque…
Click…
Mierda…!! Me giré… el ruido parecía venir de detrás de mí pero era imposible pues sabía que Shamu estaba delante ….ufff…..me cago… madre… que yo me cago aquí sola….todo tan oscuro….uff… ufff… ufffffffff…..
Comencé a acelerar el ritmo de mis pasos…podía escuchar mi corazón. Me sentía tan angustiada que no podía pensar racionalmente. Era sólo un bosque ¿Qué me podía pasar ahí?
Un bosque con lobos!!!!
- Uhuhuuh….!!!
Me giré sobresaltada Mierda!!! Qué coño es ese ruido!!!! Dios, que me va a dar un algo, Shamu!! Dónde cojones estás!!!!!!!!!!! Juro que le mato!!! Comencé a correr, espantada de miedo buscando a Shamu. El corazón me iba a doscientos mil por hora imaginando que una manada de lobos me estaba persiguiendo. Estaba verdaderamente asustada.
Corría y corría, no miraba ni el camino, sólo corría.
De pronto llegué a un claro de bosque. Alcé la vista y vislumbré ante mis ojos una vieja cabaña de madera. Su aspecto era dejado y fantasmagórico.
De puta madre, Thais! Primero te persigue una manada de lobos y ahora te vas a enfrentar a los espiritus de los muertos a manos de un leñador asesino. Esta casa tiene que estar plagada de espectros!!! Bufffffffffffffff……Dios mio, que me va a dar algo… dónde mierda está este chico….
Tenía ganas de llorar de verme ahí sola, perdida, sin saber por dónde tirar para volver al pueblo, estaba a punto de llover, había neblina y ese horrible bosque no invitaba a quedarse.
- Thais!! – dijo Shamu saltando a mi paso.
- AHHHHHHHGGGGGGGGG!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! !!!!!!!! – grité.
Casi me muero del susto!!!! La adrenalina recorría mi cuerpo, alertándome del posible peligro y el corazón estaba a punto de salir de mi pecho.
- IDIOTA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! – volví a gritar dándole una torta en el brazo.
- Ehhhh!!! Pero qué te pasa? Jajajajajaj que susto se ha dado! - dijo Shamu
- Joder!!! Pero dónde coño estabas!!!! No me has oído???? Llevo una hora llamándote!!!!!!!!
- Cómo que dónde estaba? He ido a ver si veía el camino, te he dicho que te quedaras quieta, ¿no me has oído?
- No!!! - dije aún sobresaltada – y no paro de oír ruidos!
- Ruidos? Hombre, estás en un bosque, es normal oír ruidos.
- Vete a la mierda!!
Me sentía cabreada con él por haberme dejado sola sin ningún tipo de miramiento.
- Jejej, pero que te pasa, Thais? – dijo burlándose de mí.
- Nada!!
Shamu me miró y percibió mi nerviosismo.
- No tendrás miedo, no?
- No. No tengo miedo. Es un bosque nada más.
- Un bosque con lobos, no te olvides.
Cabrón! O te callas o te parto toda la cara…
- Anda, vámonos – dijo Shamu – no me gustan esas nubes y no quiero que nos pille tormenta en el bosque. Creo que ya se por donde es, he ido corriendo y no queda mucho para llegar al camino correcto. Nos hemos metido por el camino que no era y nos hemos adentrado demasiado en el bosque.
Comenzamos a caminar pero de nuevo oí un ruido.
Click…
- Has oído eso??? – dije alarmada parándome
- Oír que – dijo Shamu frenando también.
- Ese ruido, como de algo entre los árboles.
- Thais, que estamos en un bosque, no pasa nada… Vámos- dijo Shamu volviendo a retomar el camino.
Volvimos a emprender el ritmo. No me hacía ni pizca de gracia todo eso. Fuera lo que fuera lo único que quería era salir de ahí cuanto antes. No me estaba gustando nada ese bosque húmedo, oscuro y lleno de niebla. Pero nada de nada de nada!
Click…
- Uff…. – dije plantándome de nuevo.
- Ains....Thais, ven, anda… que no pasa nada…
- Shamu…ahí hay algo…. – dije asustada señalando hacia un árbol – creo que alguien nos sigue…
- Thais… – dijo Shamu mientras se dirigía hacia mí.
- Thais… - repitió – ven, dame la mano.
Shamu se acercó a mí y comenzó a tirar hacia adelante, obligándome a avanzar en el camino. Estaba tan espantada que siquiera reparé en su gesto y con toda confianza, como si fuera algo normal y frecuente entre ambos, me cogí a él.
Click!
- Lo ves??? Lo ves???? No me lo invento!!!! Ahí hay algo!!! Shamu!!! –grité asustada
- Thais…venga, vamos….camina, queda poco para llegar. - respondió
- Pero es que algo nos está siguiendo…!! – dije nerviosa
- Thais….umf… - se detuvo.
Shamu se puso delante de mí y me cogió la otra mano. Yo siquiera percibí su gesto, miraba hacia los árboles, hacia donde creía que nos acechaban.
- Thais… mírame - dijo Shamu
Estaba inquieta y no paraba de mirar a mi alrededor, intentando averiguar quién o qué nos estaba siguiendo. Tenía el corazón acelerado.
- Ehh…. Thais… - dijo Shamu dulcemente – shh….mírame…
Yo seguía nerviosa buscando un lobo, un monstruo o un asesino entre la maleza con mis ojos.
- Thais…ehh… - dijo soltándome una mano para cogerme de la barbilla y obligarme a mirarle.
De nuevo esos ojazos negros mirándome. No sabía que era peor… si enfrentarme a un lobo hambriento o a su mirada… Comencé a temblar… y ya no sabía si de miedo o de emoción…pero lo cierto es que en su mirada olvidé el origen de mi temor…Me concentré en esas pestañas y decidí perderme en ese inmenso iris de tonalidades oscuras.
- Thais….atiende… no va a pasarte nada. Yo estoy contigo, vale?
El corazón me dió un vuelco al oir sus palabras… era tan dulce…jo…qué guapo…
Shamu me cogió la mano con la cara y me estremecí.
- Vale? – repitió buscando mi asentimiento.
Durante unos instantes nos quedamos mirándonos el uno al otro. De nuevo pensé que me besaría…de nuevo, temblé… de nuevo ese escalofrío recorriéndome la espalda
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