Querido
diario:
"¿¿Pero qué estaba haciendo?? ¿¿Cómo se me ocurre besarle?? Acababa de salir de una relación y me estaba metiendo otra vez en la boca del lobo! ¿Estaba loca o qué? ¿Acaso tenía claro lo que él sentía? Se había pasado la semana flirteando con Cometa! ¿Y yo? ¿Tenía claro que quería iniciar una relación con él? ¿Una relación basada en un chat, un teléfono y en vernos 3 veces al año? ¿Y qué pasaba los fines de semana? ¿yo encerrada en casa y él con sus amigos?"
“Thais, pero qué haces, niña, pero se puede saber qué estás haciendo??”, pensaba.
Seguíamos abrazados.
Mi cabeza reposaba en su pecho mientras él me acariciaba la espalda. Cerré los ojos. “
Thais… qué has hecho…”. Estaba atormentada mientras seguía entre sus brazos pero no me movía. Empezó a mecerme sospechando que, por mi silencio, algo iba mal y me dio un suave beso en la frente intentando tranquilizarme.
Reaccioné.
Me separé de él y me aparté bruscamente.
A lo lejos vi un banco.
Necesitaba aire. Me ahogaba. Sentí que me sofocaba y me faltaba el oxigeno.
Empecé a andar hacia al banco con idea de sentarme al llegar él, pero cuando llegué, pasé de largo. Quería seguir andando. Caminé más rápido, y más y más rápido. Quería huir de ahí, quería correr! Necesitaba escapar y aligeré más el paso.
-
Thais….!!! Espera….!!! Esperaaaa….!!! Thais…!!!
Andaba, andaba y andaba más. No veía nada. Sólo caminaba a toda velocidad hasta que noté que Shamu me cogió del brazo y me detuvo.
-
Thais…!! ¿¿Pero qué te pasa??
- Suéltame!!!!!! – le grité mientras le miraba amenazante a la cara.
En mis ojos había fuego y no precisamente el mismo de instantes atrás. Él se sorprendió con mi grito y mi actitud. Nunca antes me había visto así. Puede que en el chat supiera de mis arrebatos, sabía perfectamente el genio que gasto y el fuerte carácter que tengo, pero nunca antes lo había visto en vivo y en directo.
-
Thais….eh…. ¿Qué pasa? - preguntó en tono más suave, intentando que me calmara.
-
Nada! Déjame! - respondí toscamente.
Necesitaba pensar y no podía. En mi cabeza se aglomeraban las preguntas, las emociones y los sentimientos. "
¿Estaba bien? ¿Estaba mal? ¿Qué me pasaba?¿Por qué me sentía así? ¿por qué has tenido que besarle? ¿pero por qué, Thais, por qué? Lo has estropeado todo! ¿No podías estarte quieta? ¿Cuanto tiempo llevas callándote tu amor? ¿porqué lo has hecho? ¿no puedes pensar las cosas antes de hacerlas? ¿qué va a pasar ahora?"
A lo lejos vi otro banco solitario y me encaminé hacia a él. Me senté.
Él estaba verdaderamente desconcertado con mi reacción, no sabía que sucedía. Se había quedado parado en el sitio donde le había gritado. No sabía si acercarse a mi o quedarse en el sitio.
“¿Qué le vas a pedir? ¿Qué venga a Madrid contigo? ¿Crees que va a dejar su vida por ti? ¿Te has olvidado de lo que son los chats? Sabes de sobras que la gente va y viene, que todo es fantástico hasta que desaparecen. ¿y dónde te deja eso a ti? ¿Acaso crees que te quiere? Le harás gracia, sí, pero…quererte? ¿crees que es amor? ¿en un chat? ¿eres tonta? En un chat no existe el amor! Se idealiza todo! Y aunque lo fuera… no va a dejar su vida por ti y tú tampoco lo vas a hacer por él. Que esto es la vida, no el chat!! Tú mejor que nadie sabes lo que es dejar a la familia atrás y eso jamás se lo vas a pedir ni lo va a hacer. Sabes muy bien que esto no tiene futuro…Y encima, por besarle, por un calentón, vas a perder su amistad! La has cagado pero bien!”
Me reprendía a mi misma por lo sucedido. No podía volver a suceder. Tenía que terminar. Tenía que hablar con él y hacerle ver que la relación no podía prosperar.
"¿pero cómo va a terminar? ¿qué le digo? ¿lárgate? No se va hasta mañana! ¿le dejo en la calle? ¿sabes como le va a sentar? Uff…. Que lio…. Que lio! Pero en qué lio te acabas de meter tú sola… por un puto, mísero, asqueroso y cochino beso!!"
"No."
"Por un delicioso, dulce, delicado y celestial beso."
Noté como asomaban mis lágrimas a mis ojos. Quería llorar pero no era el sitio y las reprimí. No me gusta que me vean llorar.
Shamu se acercó despacio al banco y se agacho delante de mí, en cuclillas, mirándome preocupado:
-
Eh….Thais….. – dijo con dulzura…-
¿estás bien, pequeña?
Miraba al suelo. No respondí.
-
Eh… tesoro…cielo...
Si seguía hablándome con tanta dulzura terminaría llorando ahí mismo.
Cogió mi mano y se sentó a mi lado. No tuve ni fuerzas para retirarla.
-
Thais… quieres hablar? – preguntó.
Moví mi cabeza de lado a lado, negando.
-
Seguro? – insistió.
-
No es importante – murmuré.
-
Ajam. Bien. Pues…. Si no es importante… no te importara decírmelo, verdad?
-
Uhm…No. Prefiero no hablar.
-
Pero estás bien?
- Regular – respondí.
-
Por el beso? – preguntó.
Callé.
Soltó mi mano.
-
Por el beso. – dijo él autorespondiendose -
ufff.....- suspiró.
Ambos nos quedamos en silencio, cada uno en sus pensamientos. Estuvimos un buen rato sin decir nada. No tenía ni idea de lo que él estaría pensando, pero por su silencio, no auguraba nada bueno. Sabía que se había ofendido. “
Bien, Thais. Mejorando la tarde. Ahora encima le has herido…Eres la mejor...” me reprendí sarcásticamente.
Suspiré.
Me miró.
Le miré.
- Shamu... no podemos seguir con esto.
"El miedo es la excusa para no intentarlo."