Es de valientes reir cuando el corazón llora

Thais

La mayoría de diarios que he ido leyendo narran una esperanza, una ilusión, relatan la expectación, miedos y las preocupaciones a las que nos sometemos todas las mujeres con aspiraciones de ser madre. Son diarios bonitos, con narraciones de ternura, cariño y mucho afecto para el fruto de nuestros vientres: nuestro bebé. Plasmamos sentimientos propios de alguien que sabe que algo grande va a suceder en su vida.

Mi diario nace de la decepción, de la rabia, y una vez más, de la desilusión. Son sentimientos de tristeza y desencanto ante un nuevo revés de la vida. Siento la ira, siento mi enfado con el mundo, siento la injusticia. Siento el fracaso y la derrota en mi espalda: es el peso de quien ha perdido....su bebé. Un bebé querido, un bebé buscado, un bebé amado... y un bebé llorado... por segunda vez.

Mi objetivo en este diario es levantarme. No quiero arrojar la toalla. Se que tengo que luchar y que mi fuerza me tiene que llevar a conseguirlo. Necesito volver a vestirme, de nuevo, de una nueva capa de esperanza con bordes de fe. Necesito un nuevo traje de ilusión y un nuevo casco de confianza. En mi mano derecha solo llevo un arma: el gran amor que profeso y me profesa mi pareja. No necesito más para vencer. En mi izquierda buscaré el escudo contra la inseguridad, contra el miedo, contra la decepción de las contrariedades. Como véis, sólo mi mano derecha está ocupada. El resto de cosas son las que espero recoger en el camino hacia mi nuevo bebé.


Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender.

Thais

Querido diario:

Aún no nos conocemos. Mi nombre ahora no importa. Tengo 38 años, vivo en Madrid, aunque soy catalana y poco a poco te dejaré conocerme. No soy una persona pesimista, sino todo lo contrario. Me gusta ver el arco iris en la vida y buscar las cosas buenas. Me cuesta el mismo trabajo reir que enfadarme y me causa más satisfacción lo primero. Siempre me ha gustado disfrutar y quitarle la nota de tristeza a las ocasiones. No se puede estar eternamente deprimido, al igual que tampoco se puede estar eternamente riendo.

Diario, el lunes me practicaron un legrado. Fué triste, muy triste.Tenía 10 semanas de embarazo. Poco a poco te iré contando la experiencia de las últimas semanas, de los últimos años, de mi vida. Te desnudaré mis sentimientos y te explicaré mis deseos. Pretendo que seas mi mejor amigo y mi confidente. Pero no en un día, no te preocupes. Tras 48 horas de reposo de la operación, voy a salir un poquito a la calle, a tomar aire. Creo que lo merezco. En un rato, o esta noche o mañana, te veo de nuevo.

Narayan

Hola Thais,

Me gusta tu diario, no por lo que te ha ocurrido, sino porque te sirve de escape para poder expresar lo que sientes.

Te entiendo perfectamente porque yo también perdí a mi bebe y se por lo que estas pasando, pero como dices, la ilusión nos hace tirar adelante y luchar por nuestro sueño, ser madre.

Yo ya me considero madre, porque tuve a Carla 25 semanas dentro de mi, pero no pudo acabar en final feliz.

Sal a la calle, sonríe y sigue adelante.

Un fuerte abrazo.

Crisel

Hola Thais

Siento tus pérdidas.

Me encanta ver que muchas de las cosas que te diríamos nosotras después de leerte te las dices tú misma. Las tienes claras. Transmites valentía ¿eh?
Estoy segura de que eres muy fuerte.

Está permitido sentir esa rabia, sentir decepción, desilusionarse.. y llorar, pq somos personas ¡carajo! Y lo que duele: DUELE
Pero eso sí, mirando pa'lante,siempre pa'lante... Pq lo bueno también tiene que llegar. Y luego quedan experiencias que se olvidan, o que no. Pero que nos ayudaron a hacernos fuertes.

Un besazo

Catte

Thais; lamento tu perdida, pero te digo algo, no hay mal que por bien no venga, si no ha funcionado no quiere decir que no deba pasar.
Tenes un corazon grande y fuerte, y por lo visto sos una mujer hecha y derecha, no mereces sufrir, si no sonreir. Ve con calma, paso a paso y no desesperes.
Estas en un foro que tiene amor para curar las heridas y los dolores mas profundos, apoyate en nosotras.
Te deseo mas que lo mejor, y que no dejes nunca de soñar! que no decaiga!

Muchos cariños y mucha suerte, te mando desde aca desde Argentina.

Thais

Querido Diario:

Acabo de volver de la calle. Ha sido duro. No debo estar restablecida del todo pues me he cansado bastante. Sólo han sido 3 horas, pero noto a mis espaldas las 5 semanas de reposo absoluto que he permanecido en cama. Las piernas me flaquean, me mareo y algún calambre debido al legrado me deja paralizada por momentos. He llegado y he ido directa a la cama pensando si era normal sentirse tan agotada. Luego pienso...."hace 48h que saliste de un quirófano...estuviste 8 horas con contracciones...te pasaste 5 semanas sangrando e inmovilizada en una cama.....que esperas? escalar el Everest hoy? Definitivamente, sí, Thais, es normal sentirse cansada"

A ti todo esto te pilla de nuevas pues apenas me conoces de nada. No te preocupes, se que en breve esperaras a que venga todos los días para saber como estoy.

Diario ¿por donde empezar? Difícil pregunta. Quizás presentándote al otro protagonista de mi historia: mi chico. Siempre es más fácil hablar de los demás que presentarse uno mismo, aunque.... a través de los demás es como terminas conociéndote a ti mismo. Shamurai, su pseudónimo en clave, es mi gran apoyo, mi amor incondicional. Un día te contaré nuestra historia de amor, que me siento muy orgullosa de ella. Ha sido muy dura, pero muy bonita. Y supongo que por eso somos la pareja que somos.

Nos conocimos hace 12 años en un chat, justo 6 meses antes de casarme yo con otro chico, Miko. Desde entonces no nos hemos "separado" prácticamente ni un sólo dia. Yo me casé con Miko e invité a Shamurai a mi boda, sin saber que él estaba enamorado de mi ....ni yo de él. Ahí nos conocimos fisicamente. Dos meses después de la boda, me di cuenta del error que había cometido, pero estaba al lado de una persona buena y el error había sido mio, no suyo. Decidí seguir con mi matrimonio a pesar de que cada día era más consciente del amor que sentía por Shamurai. Callé. Callé muchos años. Sufrí y lloré antes de hacer sufrir a un buen amigo, mi marido. No era nada feliz con él, pero no era justo abandonarle. Miko tenía muchos defectos, era muy seco y reservado, pero era buena persona, muy buena persona. Shamurai estaba todos los días ahí, en el chat, apoyándome siempre, escuchando, queriéndome incondicionalmente, sin pedir nunca nada a cambio. Sólo pedía quererme, saber de mi, necesitaba que le dejara quererme. Era mi luz, mi evasión de todos los días. Miko y Shamurai eran como el día y la noche. El frio y el calor, la distancia y la ternura, el introvertismo y la comprensión, el uno tan reservado y el otro tan comunicativo. A mi me destruía amar en silencio: era bonito soñar, pero no era real. Podía tenerlo todo y no tenía nada. Podía sentirlo todo y no sentía nada, estuve vacía durante mucho tiempo. Fuí una sumisa con mi marido debido al sentimiento de culpa de mi amor por otro, hasta que me di cuenta de que me convertí en un ser sin voluntad.

Me costó 7 años deshacer ese error, aceptar que Miko y yo eramos infelices y ninguno de los dos lo merecía. Decidimos divorciarnos por motivos totalmente ajenos a Shamurai y porque ambos nos dimos cuenta de que si bien nos queríamos mucho, era como amigos. Éramos grandes amigos, pero no un matrimonio. Apenas tuvimos relaciones en los últimos 3 años, a pesar de compartir lecho. Yo estaba desconcertada, pero como tampoco me apetecía nunca sacaba el tema. De mutuo acuerdo nos divorciamos en el 2007 bajo la promesa de no dejar jamás de ser amigos. Hasta la fecha así ha sido y me siento orgullosa de no hablar con desprecio de mi "ex".

Shamurai vio el cielo abierto con mi divorcio... por mucho que le pedí tiempo para aclarar mis sentimientos, consiguió llevarse definitivamente mi corazón, lo que siempre había querido. Intenté negarme con todas mis fuerzas, intenté no precipitarme ni cometer más errores, pero es imposible ponerle puertas al viento. Le amaba con todo mi ser y sabía que era la persona más importante en mi vida desde hacía ya 7 años. Lo sabía perfectamente. Si bien también le había callado mi amor a Shamurai y le había engañado, a mi no conseguí engañarme.

Recuerdo mi primer beso. No podría olvidarlo jamás. Estábamos sentados en un parque de Barcelona, su ciudad, charlando un poco de todo. Eran muy pocas las ocasiones de vernos físicamente y él estaba especialmente contento de que hubiera podido sacar unas horas para verle. Era primavera. Estábamos debajo de un sauce llorón, en un banco. Las hojas se balanceaban con el viento delante nuestro y el sitio era tranquilo, tranquilo y bonito. De fondo se oía el ruido del mar y las gaviotas. No recuerdo muy bien de qué hablábamos, solo recuerdo que de repente nuestros ojos se encontraron y los dos callamos. El tiempo se paró. Ambos seguimos mirándonos, como hechizados y sin poder apartar la vista el uno del otro. En sus ojos vi el gran amor que me tenía, ví que estaba locamente enamorado. No hablaba pero lo vi. Se acercó a mi, muy despacio, muy muy despacio. Cuando estuvo a un centímetro de mi boca, sin parar de mirarme... susurró...."sabes que te quiero, verdad?". Yo lo sabía, se lo había leído muchísimas veces en el chat, pero al oir esas palabras de su boca cerré los ojos y comenzaron a bajarme unas lágrimas por la mejilla. Bajé la mirada, avergonzada de haberme emocionado. Él estaba tan cerca... Empecé a temblar, me cogió de la barbilla y me obligó a mirarle...."shhhh....mírame....". Cuando alcé la mirada...se acercó de nuevo despacio y me besó. Ha sido el beso más tierno y más dulce que jamás nadie me ha dado. Lo más bonito que me había pasado en mucho tiempo. Me estremecí y respondí a su beso. Ambos llevábamos mucho tiempo soñando ese momento y fué lo más mágico que he vivido nunca. Cuando terminó, me miraba y sonreía, buscando mi reacción, divertido y aliviado de haber dado el paso. Bajé la mirada y con media sonrisa y secándome las lagrimas de la cara respondí a media voz...."te odio....". Volvió a besarme, me abrazó y en mi oido susurró divertido...."mentirosa...". Me había pillado in fraganti y lo sabía. Sabía que le quería y que callaba desde hacía mucho. Que nunca jamás lo había admitido.
Luego me miró otra vez, con esos ojos hechiceros, con esas pestañas largas y me preguntó socarrón..."quieres salir conmigo?". Abrí los ojos como platos y por segunda vez me desarmó...!! Toda la coraza que yo tenía, todo mi autocontrol se fué a freir esparragos. Empecé a reirme nerviosa mientras Shamu cogía mi mano, "¿estás loco? ¿como voy a salir contigo? vivimos a 800 kms de distancia! noooooo, no quieroooo salir contigo, loco, loco, loco, loco!!!...". Él seguía sonriendo, volvió a acercarse a mi y comenzó a besarme. Primero despacio, dulce, tierno, como él, y luego apasionadamente. Sentí el fuego del deseo, la ansiedad por sus caricias, la angustia de querer más que sus labios. De repente paro en seco, se separó de mí, me miró y se dió cuenta de que me había dejado con ganas de más y me faltaba la respiración. Había pretendido excitarme con un solo beso... y lo consiguió!! Volvío a acercarse a mis labios, provocativo,...pasó de largo y volvio a susurrarme en el oido...."mentirosa....".

Diario, voy a cenar, otro rato sigo contándote.



"Si revelas tus secretos al viento, no le eches la culpa al viento por revelárselo a los árboles"

Thais

Diario, jeje, al final te he dicho que "un día te iba a contar nuestra historia de amor..." pero he comenzado a contártela ya! Espero que no te importe...

Thais

Catte, Crisel, Narayan, muchísimas gracias por vuestros ánimos y vuestras palabras.

Supongo que escribir un diario me va a venir bien y tal vez mi historia de superación personal pueda ayudar a otras chicas en mi situación. No se debe jamás dejar de luchar por un sueño. Las cosas a veces cuestan y mucho, nos hacen sufrir, pero con tenacidad, constancia, dedicación y firmeza se consiguen los objetivos. Lo se. Al igual que se que hasta llegar al final del camino ... en muchas ocasiones nos sangrarán los pies por las llagas y las ampollas.

Besos, bonitas.



"Quién lucha, puede perder; quien no lucha, ya perdió....!"

Thais

Bueno, Diario, ya cené. Shamu ha preparado unos mejillones al vapor riquísimos mientras yo te escribía. Dice que como he perdido mucha sangre en estos días y tienen mucho hierro me vendrán muy bien para reponer fuerzas. Es un solete. Mientras cenábamos le estaba contando que ya he comenzado con el diario y que he empezado contando el beso del sauce llorón. Se ha puesto a reir: "pero como empiezas por ahí, jajaja....!". Hemos estado recordando con cariño ese día. Dice que no me va a perdonar nunca que le dijera que no cuando me pidió para salir, jeje. Siempre me dice que el día que me pida matrimonio, como le vuelva a decir que no....me la arma! Me "amenaza" con frecuencia con preparar algo especial para la ocasión. Intento estirarle la lengua pero no pica: nunca me quiere decir y siempre dice que cuando lo monte todo, si le dejo en ridículo, aunque sea en broma, que me voy a enterar...! Cuando le pregunto para cuando será... siempre responde: "cuando menos te lo esperes". Me da un poco de miedo, ganas y nervios, jaja. Pero eso él no lo sabe, siempre le digo que no me quiero volver a casar.

Bueno, Diariete, ¿sigo contándote? Supongo que como me duele contarte la experiencia de las últimas semanas por eso empiezo contándote aquellas cosas que me hicieron feliz en su día. Ya llegará el momento en el que llore junto a ti y me desprenda de un pedacito de la pena de mi corazón. Seguro que ese día es cuando empezaré a tejer la capa de esperanza que necesito. Pero aún no, tesoro. Dame tiempo.

La relación con Shamurai siempre se había limitado al chat y al teléfono. Todos los días hablábamos. Todos! Yo no me terminaba de creer que él me quisiera, siempre pensé que se le pasaría y un día desaparecería. No entendía por que una persona daba todo sin pedir nada. No entendía que veía en mi, pues yo me he visto siempre una persona muy corriente. Pero pasaban los días, los meses y los años y él seguía ahí, todos los días esperándome.

Siempre que le preguntaba por chicas decía que no había encontrado a ninguna con mi carisma, decía que mi forma de ser y de expresarme eran un imán para él. Tampoco lo entendía, pero así era. Se que intentó borrarme de su cabeza pues yo estaba casada y tuvo temporadas que lo pasó mal por mi causa, pero estaba enamorado y nunca pudo alejarse. Decía que admiraba mi forma de ser y como me enfrentaba a la vida, por más negra que la tuviera, sentía que debía protegerme y que no me podía dejar sola. Tenía que estar ahí para empujarme. Bajo mi coraza de independencia y seguridad él sabía que era vulnerable y si bien sacaba fuerzas para levantarme ante las adversidades, sabía que tenía un gran sufrimiento dentro. Él quería descubrir el porqué.

Recuerdo que disfrutaba enseñándome informática. Él es un coco para eso, le encanta aprender y estar al día sobre la tecnología. Es un administrador de sistemas excelente y muy responsable. A mi me encantaba meterme con él, mi fricky-shamu, y provocarle desmontándole programillas que diseñaba para enseñarme y que me picara el gusanillo de la informática. Admiraba su inteligencia. Ya ves, Diario, al final consiguió que me metiera por la UNED en Ingeniería Técnica Informática de Gestión. En esos años me animó a sacarme el curso de acceso a la universidad y ahora me queda solo un añito para terminar la carrera.

Tras el día del sauce llorón, dice que ideó una estrategia para que yo cayera definitivamente a sus pies. Quería que yo fuera suya y a toda costa quería estar conmigo. Yo vivía en Madrid y él en Barcelona. Me parecía que esa relación a distancia era muy difícil y más, con los escasos ahorros que ambos disponíamos respectivamente. Yo me había quedado con el piso, pero tenía que hacer frente a la hipoteca yo sola. Y él, solo tenía un trabajo por horas en una centro de datos en la que apenas le pagaban 400 euros y daba algunas clases. Con eso él pagaba los gastos de un piso de sus padres y mantenía a su hermano, que vivía con él y no trabajaba. Dudaba mucho de la evolución de esa relación sin apenas vernos y sin dinero. Aparte, habíamos vivido mucho tiempo en un chat. Ahí las cosas se magnifican mucho. Las cosas en la realidad son distintas. Temía que ambos nos hubiéramos creado una idea distinta del otro. Pero él siempre me animaba y decía que si después de lo que habíamos aguantado en esos 7 años aún seguíamos ahí era porqué ahí había algo real y un día conseguiríamos estar juntos. No se puede fingir lo que uno no es durante años!

Yo tuve que buscarme otro trabajo para poderme mantener. Las hipotecas en el 2007 comenzaron a subir y tenía que pagar sólo de piso 1200 euros yo sola. Yo soy administrativa y no me pagan mal, pero....con esa hipoteca era imposible mantenerse con un solo empleo. Cogí otro trabajo de media jornada en otra oficina. En el primer trabajo mi horario era de 8 a 15. Y en el segundo de 16 a 20. De 3 a 4 comía en un tupper mientras conducía. Una temeridad. Cuando salía a las 8 del segundo trabajo, tenía que atravesar una zona con muchísimo tráfico. Eso hacía que no llegara a casa muchos días hasta las 10 y pico de la noche en un trayecto de apenas 20 km. Y a esas horas me tocaba prepararme la cena y la comida del día siguiente. Para optimizar mi tiempo, al salir del segundo trabajo me acostumbré a ir a una biblioteca que había al lado. Estudiaba la carrera universitaria de 8 a 9 todos los días durante una horita. Al lado de la biblioteca había un gimnasio e hice el esfuerzo económico de matricularme. Al principio intentaba hacer algo de ejercicio, pero como iba bastante cansada, entre semana sólo hacía ejercicio un día o dos, el resto me metía en el jacuzzi o en la sauna a relajarme. A las diez y cuarto de la noche, cuando terminaba, apenas había tráfico y llegaba en 10 minutos a casa. A la misma hora que si salía a las 8, pero con 1 hora de estudio y otra hora de relax.

Shamurai dejo su trabajo por horas y buscó un trabajo a jornada completa, para tener más dinero. Aún no sabía para qué, pero sabía que necesitaba dinero. Este nuevo trabajo le absorvía muchas horas y le exigían mucho. Pero era una empresa en la que le brindaban una gran oportunidad profesional y no podía desperdiciarla. Sabía que ahí obtendría mucha experiencia acreditada y le interesaba. Llegaba a casa por la noche, cansado, estresado y triste por sólo haberme podido dedicar un sms, una llamada o correo fugaz. Apenas podíamos hablar.

El problema es que esa vida apenas nos daba tiempo a conectarnos al chat y "pasar un rato juntos". Si antes podía hablar con él un par o tres de horas todos los días como mínimo, ahora apenas podía escribirle 10 o 15 minutos al día. Ambos empezamos a acusarlo, comenzamos a pelearnos por cosas tontas. Yo me sentía muy sola y comencé a sentirme abandonada. Queríamos decirnos mucho y el tiempo no nos daba de sí. No podíamos vernos porque ninguno de los dos podía permitirse pagar los 200 euros que costaba el avión. Eso podía significar facturas sin pagar o que no nos llegara el sueldo para pagar la comida. Yo estaba cansada de esa vida, pues sólo trabajaba y estudiaba y sólo tenía responsabilidades. No conocía apenas gente pues Madrid no es mi ciudad y todo siempre había girado alrededor de mi exmarido. Pero tampoco tenía ni dinero ni tiempo para hacer nuevas amistades. Me sentía agotada y ya casi no podía hablarlo con nadie ni desahogarme. Cuando la gente me preguntaba por mi "nueva vida" tras el divorcio, lo pintaba muy bonito, decía que muy bien. Pero no era así. Me sentía tremendamente triste. Todo eran obligaciones y apenas tenía satisfacciones.



"Cada vez que sientas que la tristeza te persigue, déjala entrar a tu vida, que con ella aprenderás a ser fuerte."

Estrellina

pequeña, me tienes enganchadísima jajajajaja

que bonita es tu historia de amor... es casi tan grande como tu!!!!!!!

mil besos