Yo te busco en la esperanza que en mi crece
y, al pensar en tí, más y más me ofusco;
en la distancia tu ausencia me entristece
y, entre más me entristece, más te busco.
Aún no se donde estás pero te busco,
en las noches te busco y mi alma sueña
que te arrullo en mis brazos, mas despierto
llorando de rabia por no tenerte cerca.
Yo no se donde estás pero te busco
en el aire y en las gotas de rocío.
Cuando al fin te encuentre llenarás mi mundo...
...yo no me rendiré nunca, hijo mío.