Respuesta: Diario de futuramama
Mi querida Larisa:
Ahora se que eres mi nena, mi futura hija. Aunque has sido algo rebelde y en principio no querías que te vieramos tus partes pudendas, al final te has dejado. ¡Y ahi estaban, las tres rayitas bien definidas! Y salvo que cambies en estos próximos días hasta la semana 20, eres una nena en un 90%.
Nuestra cita empezó a las 19.30 y ha durado hasta las 20.45, ¿porqué? Pues porque la señorita primero se ha hecho la remolona, hecha un ovillito hacia la placenta. Tan pegada, que no se le veía ni la cara, ni el sexo, ni nada de nada. Sólo la espaldita, que a mi se me parecía a la raspa de una sardina. (Cariño, no te enfades por esta comparación, que seguro que crecerás tanto que serás más alta que yo, y esta similitud quedará atrás). La auxiliar ha metido el cabezal del ecografo por un lado, por otro, por ti me he tenido que girar más en la camilla que en una clase de pilates...¡Y tu te movías al son del cabezal! Lo metieran por donde lo metieran tu siempre salías de espaldas.
Que sepas hija, que me ha dado un poco de deseperación. Primero porque me parecía que nos ibamos a ir sin saber lo que eras, y lo segundo porque me estaba dando miedo al pensar en el caracter que traes...
Pero como todo tiene solución y en la clínica son muy profesionales, me han dado un zumito bien cargadito de azúcar y una barrita de chocolate, y me han dejado tumbada unos 15 min. Al volver, te movías como una loca. Patadas, saltos, giros; ¡que despliegue de gimnasia artística! Y ya por fin te has dejado sacar alguna fotillo y nos has dejado urgar en tu intimidad y saber que eras una nena. ¡Mi nena!
Por favor, ahora que sabemos más de tí, que ya te has convertido en toda una personita ante nuestros ojos, sigue creciendo.
Te queremos mi vida, mi Larisa.
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