Durante el embarazo si tienes suerte, tendrás un cutis magnífico, luminoso y parecerá que estás en plena forma.
Pero también existe el caso contrario, en el que el embarazo viene acompañado de granos o incluso de brotes de acné. En cualquier caso, no tomes ningún tratamiento sin haber consultado antes con tu médico.
¿Entonces qué hacer?
- Adopta una higiene impecable (desmaquillaje y limpieza por la mañana y por la noche).
- Utiliza productos suaves y no abrasivos.
- Elige productos no comedógenos, es decir, sin cuerpos grasos susceptibles de acentuar la aparición de puntos negros y granos.
- Hidrátate bien la piel con cremas no grasas y adaptadas a tu tipo de piel.
En la mayor parte de los casos, tu piel recuperará su estado normal unas semanas después del parto.
En los ojos te puede aparecer un edema ocular, que puede provocar una perdida de nitidez en la visión. Algunas mujeres notan que su mirada ya no es tan resplandeciente como de costumbre. Incluso notan que sus ojos han cambiado de tamaño. Hay que tener paciencia durante el tiempo de embarazo.
Tu nariz está algo reseca y congestionada, incluso te cambia el tono de voz. Utiliza suero o agua marina, pero nunca utilices sprays nasales por su acción vasoconstrictora. Si sufres alguna hemorragia nasal sin importancia, es a causa del aumento del riego sanguíneo, no es ningún factor de riesgo.
En la boca puedes sufrir gingivitis y las encías se vuelven extremadamente sensibles a causa de la fragilidad de los vasos sanguíneos, es conveniente acudir al dentista para hacerte una limpieza de boca. Para tratar la gingivitis, haz enjuagues y utiliza un cepillo de dientes suave.
La alegría de traer una nueva vida al mundo, hace posible el soportar cualquier carga y mirar con optimismo el futuro acontecimiento.
Fuentes: Bebeymas y Enfemenino