Síntomas normales
Muchas veces la mamá siente molestias o dolores que le preocupan. Muchos de ellos son absolutamente normales pero otros pueden ser signo de alguna complicación. Entre las molestias normales se destacan las del orden del cambio hormonal como el estreñimiento, las hemorroides, náuseas, al entrar el segundo trimestre es muy normal el padecimiento de acidez estomacal, cansancio y fatiga física debido al esfuerzo normal que realiza el cuerpo soportando un peso superior al que está acostumbrado, por este motivo es necesario que intentes descansar algunas horas por la tarde, dolores de cabeza debido a que la sangre aumenta su volumen, deseos frecuentes de orinar desde el primer trimestre del embarazo, molestia que te acompañará durante todo el estado de embarazo y se acentuará a medida que avance, los calambres son normales por el aumento de peso, para ello es importante que no aumentes más de lo debido alimentándote correctamente pero sin comer doble porque te encuentres embarazada, solo ingiriere lo necesario pero tampoco hagas dietas de ninguna clase.
Por eso, a continuación te damos una pequeña lista de casos en los que es necesario que concurras al médico con urgencia. Si sientes otras molestias que no se encuentran en la lista pero aún tienes miedo, llama por teléfono a tu médico y consúltale. Él sabrá aconsejarte según el caso.
Complicaciones para recurrir al médico
Si presentas pérdidas de líquido por la vagina con olor fuerte (como a lavandina) y color claro significa que la bolsa de aguas se ha fisurado. Cuando la bolsa se rompe sin haber indicios de que está cerca el parto (contracciones, dolores, presión en la pelvis) puede haber riesgo de infección. De acuerdo a las semanas de embarazo, el médico podrá inducir el parto para que sea por vía vaginal o practicar una cesárea.
El sangrado vaginal durante el embarazo es motivo de consulta inmediata. En el primer trimestre puede ser causa de aborto espontáneo, en el segundo y el tercero puede ser aviso de que un parto prematuro se acerca. Si bien aproximadamente una semana después de la fecundación se puede producir un pequeño sangrado, siempre es recomendable consultar al médico ante cualquier pérdida.
Las contracciones regulares y dolorosas antes de las 37 semanas de embarazo son anuncio de un posible parto prematuro. Es necesario comunicarse con el médico inmediatamente.
La fiebre alta y persistente es motivo de preocupación aunque no se acompañe de otros síntomas. Acude al médico lo antes posible. Si no te han recetado ningún medicamento para utilizar en estos casos, no tomes nada, ya que durante el embarazo se debe evitar la medicación sin prescripción médica.
Molestias en la zona vaginal, dolores intensos en la zona de los riñones o ardores al orinar pueden ser señal de infecciones en las vías urinarias o en los riñones. Estas infecciones pueden provocar contracciones que ocasionen un aborto espontáneo o un parto prematuro. Consulta con tu médico para que te de un tratamiento adecuado.
Después del quinto mes de embarazo, se debe prestar especial atención a los cambios en los movimientos fetales. Si no sientes al bebé por más de doce horas, prueba comiendo algo dulce, poniéndole música, hablándole o apuntando con una linterna a la panza. Si notas algún movimiento, puedes quedarte tranquila, aunque un llamado a tu médico te hará sentir más segura. Pero si no responde o lleva más de 24 hs sin movimientos, debes consultar con urgencia.