Como prevenir problemas odontológicos en el segundo trimestre
Los dientes pueden sufrir grandes alteraciones en el embarazo como consecuencia del exceso de dulces o los cambios en la alimentación, los cambios hormonales y las deficiencias nutricionales. Para evitar problemas, un control odontológico es necesario durante el embarazo.
Durante el primer trimestre no son recomendables los tratamientos que requieran anestesia pero de igual manera es necesario que te realices un control. En esta etapa tus dientes serán expuestos a la acidez del vómito con frecuencia y quizá evites el cepillado por las náuseas que te ocasionan. Si tienes antojos de dulces, también deberán soportar más azúcar de la habitual. Estos factores, sumados a los cambios hormonales, pueden ocasionar inflamación y sangrado de las encías, sensibilidad y presencia de placa bacteriana, que provocará caries. Es conveniente realizar un nuevo control al comenzar el segundo trimestre de embarazo y será tu odontólogo el que te informará si necesitas algún otro y los pasos a seguir, además de asesorarte mejor en los cuidados que deberás tener. Cuando tu bebé ha pasado las primeras doce semanas de vida, ya no se verá afectado por la anestesia y se te pueden realizar todo tipo de tratamientos, a excepción de rayos X.
La alimentación para prevenir problemas dentales
Es muy importante que intensifiques los controles en tu dieta ya que la falta de nutrientes causada especialmente por los vómitos excesivos de los meses anteriores puede provocar deficiencias nutricionales que te llevarán a agravar tus problemas dentales. Es muy importante que consumas las dosis diarias recomendadas de calcio, flúor, magnesio, fósforo y vitaminas, y restrinjas el consumo de dulces o alimentos muy ácidos.
La higiene dental
Para mejorar la higiene dental es recomendable utilizar, además de un cepillo suave que no te produzca náuseas, hilo dental para eliminar cualquier resto de suciedad que quede entre los dientes y realizarse enjuagues bucales frecuentes para fortificarlos y evitar el deterioro.
Si aún continúas con vómitos, no te cepilles los dientes inmediatamente después de vomitar, ya que esto expandirá el ácido por toda tu boca. Es recomendable primero realizar un buche con agua con bicarbonato de sodio o un enjuague bucal adecuado y luego proceder al cepillado.